Pedro Jiménez, ayer, durante su charla en el Museo Arqueológico. :: I. SÁNCHEZ/AGM
El arqueólogo Pedro Jiménez, uno de los pocos murcianos que puede presumir de trabajar en la Escuela de Estudios Árabes de Granada, dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), cree que la conservación del yacimiento de San Esteban será muy complicada, «ya que los restos, que no son sillerías de piedra sino de tierra y ladrillo principalmente, tienen una arquitectura muy endeble y será difícil que no se vean afectados por la humedad por capilaridad».
Jiménez explicó antes de su conferencia en las jornadas internacionales sobre el arrabal de la Arrixaca, que se están celebrando en el Museo Arqueológico, que estos materiales requieren un mantenimiento diario «muy costoso» para las administraciones. «El interés que tiene el yacimiento es su trama urbana, porque casas similares se pueden ver en Medina Siyasa y en otros solares de Murcia. Y lo difícil va a ser la conservación, pues incluso cubriéndolos se deteriorarán mucho». A pesar de todo, Jiménez aplaude la decisión de conservar los restos. «San Esteban tiene un interés doble: la visión urbanística que tenemos de la ciudad, que hasta ahora no se tenía con tanta perspectiva, y el descubrimiento de que la parte norte del arrabal islámico estaba completamente construida y no eran solo huertos como se pensó».
El arqueólogo recuerda que en España se están excavando otros yacimientos de gran extensión como los arrabales califales de Córdoba, del siglo XI, que ocupan una extensión como el barrio del Infante y no se han conservado a pesar de las protestas y con una Alcaldía de izquierdas. «La mejor aportación de San Esteban es su contribución al estudio del urbanismo islámico y lo que más ha llamado la atención ha sido la experiencia de movilización que propició su conservación y que se toma como ejemplo para crear otras plataformas en otros lugares.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
El arqueólogo Pedro Jiménez, uno de los pocos murcianos que puede presumir de trabajar en la Escuela de Estudios Árabes de Granada, dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), cree que la conservación del yacimiento de San Esteban será muy complicada, «ya que los restos, que no son sillerías de piedra sino de tierra y ladrillo principalmente, tienen una arquitectura muy endeble y será difícil que no se vean afectados por la humedad por capilaridad».
Jiménez explicó antes de su conferencia en las jornadas internacionales sobre el arrabal de la Arrixaca, que se están celebrando en el Museo Arqueológico, que estos materiales requieren un mantenimiento diario «muy costoso» para las administraciones. «El interés que tiene el yacimiento es su trama urbana, porque casas similares se pueden ver en Medina Siyasa y en otros solares de Murcia. Y lo difícil va a ser la conservación, pues incluso cubriéndolos se deteriorarán mucho». A pesar de todo, Jiménez aplaude la decisión de conservar los restos. «San Esteban tiene un interés doble: la visión urbanística que tenemos de la ciudad, que hasta ahora no se tenía con tanta perspectiva, y el descubrimiento de que la parte norte del arrabal islámico estaba completamente construida y no eran solo huertos como se pensó».
El arqueólogo recuerda que en España se están excavando otros yacimientos de gran extensión como los arrabales califales de Córdoba, del siglo XI, que ocupan una extensión como el barrio del Infante y no se han conservado a pesar de las protestas y con una Alcaldía de izquierdas. «La mejor aportación de San Esteban es su contribución al estudio del urbanismo islámico y lo que más ha llamado la atención ha sido la experiencia de movilización que propició su conservación y que se toma como ejemplo para crear otras plataformas en otros lugares.
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