Fabiola Palominos debió quitarse su hijab para cobrar un cheque. En un fallo dividido, corte se pronunció en favor del banco. "El cajero del banco tomó mi carné, me miró y dijo que yo no era la persona que estaba en la foto de la cédula. Me dijo que me tenía que sacar el hijab. Le contesté que no, porque se trataba de mi creencia religiosa".
Quien habla es Fabiola Palominos Flores. A fines de agosto de 2010 fue a cobrar un cheque por $ 50.000 en una sucursal BancoEstado. Llegó a la de Rondizzoni, en Santiago. Allí se le pidió que se sacara el velo (que no cubre su rostro). Se le argumentó que ese era el procedimiento para la identificación de los clientes que retiran dinero por ventanilla.
La mujer se negó, discutió con el funcionario y con el jefe de Atención al Cliente. Finalmente, accedió: "El cajero se puso pesado, yo también. Llamó al jefe y entramos en una discusión filosófica del tema de mi velo. Me lo quité, porque no tenía más plata y tiempo". Al día siguiente, Palominos fue a tribunales y presentó un recurso de protección. Lo hizo sin asesoría de un abogado.
La Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago falló en favor de BancoEstado. Fue por dos votos contra uno, en el primer caso de este tipo que llega a la justicia chilena.
El argumento señalado por el tribunal para rechazar el recurso es que "no se mencionó con precisión cuál sería específicamente el derecho constitucional vulnerado y, además, no se hizo petición alguna al tribunal... de la forma en que se pretendía que se le amparara de la violación de un derecho".
Nicolás Lama, abogado representante de la mujer y miembro de la Fundación Pro Bono -entidad que defiende a minorías sociales y que adoptó el caso de Palominos-, dijo que "la gran dificultad que tenía el caso es que ella ya había presentado el recurso, lo redactó de su puño y letra, y éste tenía una serie de deficiencias de formalidades".
Sin embargo, "uno de los motivos para la apelación (en trámite) es el voto disidente y que se denegara por formalidades. El voto de minoría es contundente", dijo.
En el fallo, el presidente de la Sexta Sala, ministro Carlos Cerda, sostiene que "lo fundamental para este discrepante es, entonces, que no se está en presencia de un símbolo religioso que de alguna manera amenace perturbar la libertad de credos en estados definidamente laicos". Agrega que las "políticas de inmigración, sumadas a una globalización de la humanidad, han implicado la inserción de los islamistas en sociedades normalmente ajenas a su idiosincrasia. De esta realidad no ha quedado ajena la mujer".
"Discriminatorio"
A comienzos de 2007, Palominos se convirtió al Islam y, desde hace 18 meses, usa ese atuendo. "El hijab no me cubre el rostro, por eso yo encontré tan estúpida y grotesca la forma que tenían de hacerme comprobar mi identidad. Les ofrecí otras alternativas, pero no hubo caso", sostiene Fabiola Palominos. Ella asegura que sintió que el cajero le faltó el respeto y se queja porque "fue frente a las cajas. Ni siquiera me invitaron a un lugar más privado. Fue en público y terrible". La mujer también reclama contra la Corporación de Asistencia Judicial: "Si me hubieran aconsejado bien, hubiese ido con un abogado y hubieran fallado a mi favor".
Declaración de banco
En una declaración oficial remitida a este medio por correo electrónico, BancoEstado señaló que la empresa "prefiere abstenerse de comentar casos que se encuentren tramitando ante los tribunales superiores de justicia". Añade que la entidad "reafirma el respeto por los derechos de todas las personas, independiente de su condición religiosa, cultural, política o económica".
Eugenio Chahuán, experto del Centro de Estudios Arabes de la Universidad de Chile, comenta que el caso "fue una forma de discriminación, en oposición a la cultura y religión de la mujer. Parece más bien un hostigamiento".En esa línea, Francisco Cox, miembro del Centro de Derechos Humanos de la U. Diego Portales, opina que "es francamente discriminatorio y una aberración lo que le hicieron, no creo que se les exija sacarse el crucifijo a los clientes que van al banco".
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
Quien habla es Fabiola Palominos Flores. A fines de agosto de 2010 fue a cobrar un cheque por $ 50.000 en una sucursal BancoEstado. Llegó a la de Rondizzoni, en Santiago. Allí se le pidió que se sacara el velo (que no cubre su rostro). Se le argumentó que ese era el procedimiento para la identificación de los clientes que retiran dinero por ventanilla.
La mujer se negó, discutió con el funcionario y con el jefe de Atención al Cliente. Finalmente, accedió: "El cajero se puso pesado, yo también. Llamó al jefe y entramos en una discusión filosófica del tema de mi velo. Me lo quité, porque no tenía más plata y tiempo". Al día siguiente, Palominos fue a tribunales y presentó un recurso de protección. Lo hizo sin asesoría de un abogado.
La Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago falló en favor de BancoEstado. Fue por dos votos contra uno, en el primer caso de este tipo que llega a la justicia chilena.
El argumento señalado por el tribunal para rechazar el recurso es que "no se mencionó con precisión cuál sería específicamente el derecho constitucional vulnerado y, además, no se hizo petición alguna al tribunal... de la forma en que se pretendía que se le amparara de la violación de un derecho".
Nicolás Lama, abogado representante de la mujer y miembro de la Fundación Pro Bono -entidad que defiende a minorías sociales y que adoptó el caso de Palominos-, dijo que "la gran dificultad que tenía el caso es que ella ya había presentado el recurso, lo redactó de su puño y letra, y éste tenía una serie de deficiencias de formalidades".
Sin embargo, "uno de los motivos para la apelación (en trámite) es el voto disidente y que se denegara por formalidades. El voto de minoría es contundente", dijo.
En el fallo, el presidente de la Sexta Sala, ministro Carlos Cerda, sostiene que "lo fundamental para este discrepante es, entonces, que no se está en presencia de un símbolo religioso que de alguna manera amenace perturbar la libertad de credos en estados definidamente laicos". Agrega que las "políticas de inmigración, sumadas a una globalización de la humanidad, han implicado la inserción de los islamistas en sociedades normalmente ajenas a su idiosincrasia. De esta realidad no ha quedado ajena la mujer".
"Discriminatorio"
A comienzos de 2007, Palominos se convirtió al Islam y, desde hace 18 meses, usa ese atuendo. "El hijab no me cubre el rostro, por eso yo encontré tan estúpida y grotesca la forma que tenían de hacerme comprobar mi identidad. Les ofrecí otras alternativas, pero no hubo caso", sostiene Fabiola Palominos. Ella asegura que sintió que el cajero le faltó el respeto y se queja porque "fue frente a las cajas. Ni siquiera me invitaron a un lugar más privado. Fue en público y terrible". La mujer también reclama contra la Corporación de Asistencia Judicial: "Si me hubieran aconsejado bien, hubiese ido con un abogado y hubieran fallado a mi favor".
Declaración de banco
En una declaración oficial remitida a este medio por correo electrónico, BancoEstado señaló que la empresa "prefiere abstenerse de comentar casos que se encuentren tramitando ante los tribunales superiores de justicia". Añade que la entidad "reafirma el respeto por los derechos de todas las personas, independiente de su condición religiosa, cultural, política o económica".
Eugenio Chahuán, experto del Centro de Estudios Arabes de la Universidad de Chile, comenta que el caso "fue una forma de discriminación, en oposición a la cultura y religión de la mujer. Parece más bien un hostigamiento".En esa línea, Francisco Cox, miembro del Centro de Derechos Humanos de la U. Diego Portales, opina que "es francamente discriminatorio y una aberración lo que le hicieron, no creo que se les exija sacarse el crucifijo a los clientes que van al banco".
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario