domingo, 3 de abril de 2016

La visita al Museo Islámico berlinés devuelve el orgullo a los refugiados sirios

Berlin,03.04.2016,Reuters,Joseph Nasr


La visita al Museo Islámico berlinés devuelve el orgullo a los refugiados sirios© Reuters.

BERLÍN (Reuters) - La guía en árabe Razan Nassreddine dice que los refugiados sirios que visitan el Museo de Arte Islámico de Berlín a menudo le preguntan cómo y cuándo acabaron en la capital alemana los objetos expuestos cuya procedencia está claramente marcada como de su país de origen, desgarrado por la guerra.

Otros se preguntan jocosamente si los agujeros de metralla en fachadas de hace siglos y puertas traídas de Oriente Próximo eran causadas por los combates entre el presidente sirio, Basar el Asad, y los rebeldes que buscan derrocarlo.

Más de 1.600 refugiados de Siria e Irak han visitado el museo desde noviembre, cuando lanzó el proyecto Multaka (o "punto de encuentro"), que entrena a refugiados de estos países para ser guías turísticos en árabe para sus ciudadanos.

"Lo que vemos aquí es la prueba de que nuestra región, el Levante, siempre fue un lugar donde coexistieron diferentes religiones y culturas", dijo el visitante sirio de 35 años Zafer El Sheikha, frente a la Sala de Alepo, donde pinturas ornamentales de 400 años de antigüedad representan temas judíos, cristianos e islámicos.

"Cuando miro lo que está pasando ahora, me pongo triste", dijo El Sheikha, que vino de Alemania con su mujer hace seis meses desde una ciudad cerca de Damasco.

En la Fachada Mshatta, excavada en Jordania en el siglo XIX y presentada como un regalo del sultán otomano al emperador germano en 1903, Nassreddine explica a un grupo de refugiados sirios de la misma clase de lengua alemana que los agujeros de metralla fueron causados por una bomba durante la Segunda Guerra Mundial.

"Me alegra que lo sirios de todos los ámbitos, viejos y jóvenes; religiosos y laicos, seguidores del régimen o la oposición, vengan y estén contentos de ver algo de Siria", dijo Nassreddine, que también es siria, pero llegó a Alemania en 2012 desde España, donde ha sido estudiante.

El director del museo, Stefan Weber, que habla un árabe perfecto, dijo que los refugiados a menudo dicen tras su visita que la impresionante colección les hace "levantar la cabeza".

"Uno de los objetivos del proyecto es decir a la gente que ha perdido su hogar que todavía hay algo de lo que estar orgulloso y esto ha funcionado bien", dijo.

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