El islam se convierte en el nuevo caballo de batalla de la derecha AFP. Andre Poggenburg, líder de AfD, en un discurso político en Magdeburg.
El islam se convierte en el nuevo caballo de batalla de la derecha. Sus líderes ya habían declarado recientemente que el islam es “incompatible con la Constitución”, calificándolo de “ideología política” y de “peligro”.
Con una crisis del euro caída en el olvido y un flujo de inmigrantes contenido por el cierre de fronteras, la derecha populista alemana de la AfD, que se reúne este fin de semana en un congreso, pretende ganarse al electorado con sus duras críticas al islam.
"Partido contestatario busca tema contestatario”, resume el semanario Der Spiegel, describiendo la actual paradoja del movimiento en pleno apogeo.
Tras haber ganado fuerza en las elecciones regionales de marzo y alcanzar el 14% en las intenciones de voto en los sondeos, el joven partido ha perdido, con el cierre de fronteras en Europa, su argumento favorito: la política de acogida de inmigrantes de la canciller Angela Merkel.
Sin embargo, en Alemania, donde el desempleo es débil y la confianza en el Gobierno es "más alta que en otras partes”, la AfD únicamente puede prosperar con "un descontento generalizado”, explicó a la agencia AFP Timo Lochocki, especialista en derecha populista del German Marshall Fund de Berín.
Alternativa para Alemania (AfD), creado en la primavera de 2013, presente en el Parlamento europeo y en la mitad de los parlamentos regionales del país, ha visto en el islam un posible catalizador, un tema que centrará los debates del sábado y el domingo en su congreso en Stuttgart.
Entre las mociones que votarán, figura la prohibición de minaretes, "símbolos de la dominación islámica”, de las llamadas del muecín y del velo, "signo político-religioso de la injustificable sumisión de las mujeres musulmanas a los hombres”.
Sus líderes políticos ya habían declarado recientemente que el islam es "incompatible con la Constitución”, calificándolo de "ideología política” y, sin lugar a dudas, de la "mayor amenaza para la democracia y la libertad”.
Un desafío difícil de ignorar
Con cuatro millones de musulmanes en Alemania, y la llegada el año pasado de un millón de solicitantes de asilo procedentes en su mayoría de países musulmanes, la retórica antiislam "puede beneficiar mucho a la AfD” hasta las legislativas de 2017, considera la politóloga Nele Wissmann.
Para Timo Lochocki, "todo dependerá” naturalmente de la reacción de los otros partidos y de los medios, porque la formación "no tiene poder para marcar la agenda imponiendo sólo sus temas favoritos”.
La condena parece unánime y Angela Merkel recalca desde hace más de un año que "el islam pertenece a Alemania”. Pero los democristianos de la Canciller están divididos desde hace tiempo sobre el tema y sus aliados de la CSU reclaman, por su parte, una "ley sobre el islam” que sirva para frenar el avance de la AfD. Un estudio de la fundación Bertelsmann revelaba el año pasado que el 57% de los alemanes ve al islam como una "amenaza”.
¿Viraje a la derecha?
Alternativa Alternativa para Alemania (AfD), fuerza populista de derecha, irrumpió con fuerza en tres parlamentos regionales del país, se presentó en Berlín como un partido "conservador, liberal, cívico, patriota y abierto” y rechazó que se le enmarque en la extrema derecha.
Neonazis La Corte Constitucional de Alemania comenzó a estudiar un pedido de prohibición del partido neonazi NPD presentado por la Cámara Alta del Parlamento, una iniciativa que muchos consideran ineficaz para alcanzar ese objetivo político en el país.
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