El centro de culto tiene la autorización de la delegación del Gobierno
El alcalde de Niza, el conservador Christian Estrosi, quiere impedir la apertura en el oeste de la ciudad de una mezquita integrada en un complejo que cuenta también con una biblioteca y un restaurante. Después de tres años y medio de obras, el centro ha recibido el visto bueno de la Prefectura (delegación del Gobierno) de los Alpes Marítimos pero el alcalde se opone a la autorización estatal alegando que está financiado por Arabia Saudí.
Estrosi argumenta que el propietario del edificio es el ministro saudí de Asuntos Islámicos, “defensor de la sharia (ley islámica) y partidario de destruir todas las iglesias de la península arábiga” y que a los servicios de inteligencia les preocupa un lugar de culto que recibe fondos extranjeros “no controlados”.
Así pues, el Consejo municipal ha acordado iniciar acciones legales en contra del prefecto, representante del Estado en el departamento, para evitar la apertura. También ha solicitado a los servicios de lucha contra el blanqueo de capitales (Tracfin) encargarse de estudiar el caso.
El alcalde ha denunciado la falta de coherencia entre la actitud del Estado en Niza y el discurso del primer ministro, Manuel Valls, que el pasado 4 de abril afirmó que "el salafismo, está ganando la batalla ideológica y cultural en el seno del Islam francés”.
"NUTRIR EL POPULISMO"
Argumentos duramente contestados por la oposición socialista en la alcaldía que ve en el asunto un tema “estrictamente político” y acusa al alcalde de “nutrir el populismo” y estigmatizar a la comunidad islámica.
La Prefectura ha otorgado el permiso al Instituto En-Nour a condición de que la mezquita no tenga ninguna dependencia extranjera y esté vinculada a las instituciones representativas del culto musulmán de Niza y del departamento. El centro de culto, con capacidad para acoger hasta 250 fieles, también cuenta con la opinión favorable de la comisión de seguridad.
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