lunes, 18 de abril de 2016

La migración de las aves tiende a adelantarse por el cambio climático

Alicante 18.04.2016,(EFE)


Poco a poco se va anticipando el paso migratorio por el calentamiento del clima, que influye en el adelanto de la primavera en Europa y en la disponibilidad de alimento para los pájaros

La migración primaveral de los millones de pájaros que se desplazan desde África, donde han pasado el invierno, hacia diferentes puntos de Europa para reproducirse, atravesando el Mediterráneo, tiende gradualmente a adelantarse debido al cambio climático, según varios estudios.

Este proceso no ocurre igual en todas las especies migratorias, pero es un comportamiento paulatino en otras, ha indicado, en una entrevista con Efe, el profesor del Departamento de Ecología de la Universidad de Alicante (UA) y miembro del Instituto Ramón Margalef de esta institución académica, Germán López.

Las campañas de anillamiento de las aves migratorias procedentes de África que descienden a descansar en las islas mediterráneas occidentales, entre otras la de Tabarca (Alicante), para reanudar luego su vuelo hacia Europa han detectado esa tendencia.

Poco a poco se va anticipando el paso migratorio por el calentamiento del clima, que influye en el adelanto de la primavera en Europa y en la disponibilidad de alimento para los pájaros, lo que supone una respuesta de éstos a un cambio ambiental, según López, uno de los responsables de la campaña de anillamiento que se hace, por octavo año, del 16 de marzo al 15 de mayo en Tabarca.

Un aspecto que se está analizando es "si se produce un desajuste entre la migración de las aves y las condiciones que van a encontrar en las áreas de reproducción en Europa", ha dicho este científico.

"Imagínate que, a causa del aumento de la temperatura, la aparición de las nuevas hojas de los árboles y, por tanto, de los insectos que van a servir de alimento a los pájaros en sus zonas de reproducción se anticipara tanto que no les diera tiempo a las aves a adelantar su viaje de regreso al viejo continente en la misma proporción", ha apuntado López.

La consecuencia de ello es que "no habría suficiente comida para los pollitos, habría mayor mortalidad de éstos en los nidos y las poblaciones comenzarían a declinar", ha expuesto.

De confirmarse esa tendencia, las aves capaces de volver más temprano a sus hábitats europeos irán predominando en la población y la migración seguiría adelantándose.

Para un porcentaje de los millones de pájaros migratorios, las islas del Mediterráneo son su tabla de salvación en su dificultosa travesía por este mar, sobre todo para aquellos que están al límite de sus fuerzas.

Incluso, se han dado casos de aves agotadas que se posan en las cubiertas de los barcos.

Para estudiar el proceso migratorio primaveral de las aves desde África se realiza, entre mediados de marzo y el 15 de mayo, la campaña de anillamiento en Tabarca, periodo en el que se llegan a anillar unos mil ejemplares, algunos de los cuales se recuperan luego en Europa (Suecia, Noruega, Finlandia, Alemania, Holanda y Francia, entre otros países).

Tabarca está integrada dentro del proyecto internacional Piccole Isole, del que forman parte también más de cuarenta estaciones de anillamiento en islas y áreas costeras del Mediterráneo occidental, como las islas Columbretes (Castellón) y la isla de Grosa (Murcia).

La UA, a través del Departamento de Ecología y el Instituto Ramón Margalef, y el grupo local de la Sociedad Española de Ornitología (SEO)/BirdLife en Alicante participan en los anillamientos en Tabarca, con el apoyo del Ayuntamiento de Alicante y la Autoridad Portuaria.

Anilladores voluntarios de distintas regiones españolas, junto a otros que están en periodo de formación, permanecen por turnos de quince días en Tabarca, donde ya han sido anilladas 376 aves desde el 16 al 31 del pasado mes de marzo.

Esta isla está situada a menos de 250 kilómetros de distancia de la costa de Argelia en línea recta, un trecho que un pequeño pajarillo insectívoro, en buenas condiciones físicas, puede cruzar en una noche.

Muchas especies migran de noche, sobre todo las insectívoras, mientras que otras, como las golondrinas, lo hacen de día.

"Son decenas las aves que hacen una parada migratoria en Tabarca y cada año se detecta alguna especie distinta. En lo que llevamos de temporada este año han sido anilladas dos especies nuevas: el reyezuelo sencillo y el mirlo capiblanco", ha especificado López.

Las aves se quedan un tiempo corto en la isla porque "tienen prisas" por alcanzar las áreas de cría, ya que llegar antes a esas zonas es una ventaja competitiva importante en su intento de reproducirse con éxito, ha afirmado.

En la migración primaveral se observa una ordenación por sexos y edades: primero pasan los machos adultos y después las hembras, los machos jóvenes y las hembras jóvenes. 

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