Beirut,24/02/2017,AGENCIA REFORMA
El Programa de Desarrollo Sport 4 trata de acercar a unos 12 mil niños a canchas y pistas para que jueguen fútbol y basquetbol. Foto: AP
Cada domingo, el gimnasio en la carretera que lleva al aeropuerto de Beirut retumba con los gritos y risas de niños refugiados sirios que disfrutan de un inusual respiro de la guerra y las penurias que han vivido.
El Programa de Desarrollo Sport 4, administrado por la agencia de las Naciones Unidos para la infancia, trata de acercar a unos 12 mil niños a las canchas y pistas del gimnasio para que jueguen fútbol y basquetbol, y puedan así tener un poco de alivio tras el dolor causado por la guerra . "Tratamos de sacarlos del ambiente tan estresante y de los terrores a los que han sido sometidos'', expresó Maher Nakib, de 40 años y director de Hoops Lebanon', la asociación que patrocina el proyecto.
La ONU dice que hay un millón de refugiados sirios en el Líbano, y más de la mitad son menores de 18 años.
Los sirios en el Líbano son víctimas de discriminación, y muchos padres se niegan a dejar que sus hijos vayan a jugar en las oscuras callejuelas de los barrios pobres de Beirut, donde vive la mayoría de los refugiados.
El programa ofrece a los menores un lugar seguro donde pueden desahogarse, hacer ejercicio y aprender a jugar en equipo y elevar su autoestima. "Cuando salen de aquí están demasiado cansados para pelear'', dice con una sonrisa Fátima Tayjan, una refugiada de Alepo que ha inscrito a tres de sus cuatro hijos en el programa.
Cuando la familia regresa a su pequeño apartamento de dos habitaciones, los niños ya han agotado todas sus energías y están dispuestos a llevarse bien, comentó la madre.
Maram al-Malwa, una joven de 17 años que participó en el programa y ahora trabaja allí como voluntaria, recuerda cómo se sintió aislada cuando llegó al Líbano desde Alepo cinco años atrás. "Estaba en un nuevo país, incluso tuve que adaptarme a un nuevo acento'', relató.
Pero hoy en día es una mujer expresiva, que habla con fuerza y ayuda a los entrenadores a comunicarse con los chicos en las actividades grupales. Ella está en una élite entre los jóvenes que han sido seleccionados para ser adiestrados como entrenadores y líderes. "Uno va creciendo, va viviendo victorias, derrotas, uno aprende a defenderse, a tener confianza en sí mismo'', expresó.
Cuando cientos de miles de palestinos huyeron o fueron expulsados durante la guerra árabe-israelí de 1948, muchos trataron de mantener el ánimo nacional mediante programas juveniles y deportivos con apoyo de grupos árabes nacionalistas.
Pero los sirios no han recibido ese mismo nivel de solidaridad. Y la ONU y los grupos humanitarios que tratan de ayudar a casi 5 millones de refugiados sirios desplazados por toda la región se han centrado en labores educativas, en dar ayuda y alojamiento, y escasean los recursos para actividades culturales o recreativas. "Para los niños muchas veces no es fácil expresarse a menos que tengan un canal para soltar energías, y el deporte es un excelente canal'', dijo el director técnico Nakib.
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