Tras el sonado hallazgo de seis exoplanetas susceptibles de albergar vida, el telescopio espacial James Webb será el encargado de escudriñar este sistema desde la órbita de nuestro planeta.
El año que viene la NASA pondrá en órbita su nuevo telescopio espacial de nueva generación James Webb (JWST), siete veces más potente que el famoso Hubble. Este observatorio espacial del tamaño de un campo de tenis, el más grande de la historia, permitirá a los científicos dar un paso al frente en su estudio del universo.
Uno de los rincones del espacio en los que centrará su 'mirada' el JWST será el sistema estellar TRAPPIST-1, después de que la NASA anunciara esta semana el hallazgo en el mismo de seis planetas del tamaño de la Tierra, tres de ellos en una zona habitable. Más concretamente, el telescopio estudiará las atmósferas de estos planetas, explicó a la revista New Atlas la coautora del hallazgo de la NASA, Katherine Deck.
¿Cómo lo hará?
Uno de los principales problemas asociados al estudio de los exoplanetas es que no se los puede ver directamente debido a que la luz de la estrella que orbitan 'ciega' los telescopios. Por ello los astrónomos han de estudiar los tránsitos planetarios, es decir, las 'huellas' que dejan en la luz los planetas al pasar entre su estrella y la Tierra.
La estrella TRAPPIST-1 es tenue y pequeña, pero los planetas la orbitan muy de cerca, así que incluso con las capacidades del JWST no se podrá ver directamente y los expertos habrán que atenerse al método de tránsito. En cualquier caso, JWST no solo podrá ver las 'sombras' dejadas por planetas, sino también los cambios en la luz que atraviesa las atmósferas de estos planetas, explicó a la revista el astrofísico Adam Burgasser, coautor del hallazgo de la NASA.
De esta manera los científicos podrán estudiar las temperaturas y composiciones químicas de estas atmósferas, algo imprescindible para la búsqueda de vida, afirma.
Ello se debe a que la atmósfera 'bloquea' solo algunos de los colores de la luz, dependiendo de las partículas y de los átomos que hay en esta atmosfera, como oxígeno, metano, o el vapor de agua. JWST 'escaneará' esta luz aplicando distintos filtros, verá qué colores tiene y así sabrá la composición química y otras características, incluyendo la presencia de posibles elementos estructurales de actividad vital, explica Deck.
Además, el JWST podrá estudiar los 'eclipses secundarios', es decir la reflexión de la luz de la estrella desde las superficies de los planetas cuando estos pasan por detrás de la estrella. De esta forma, se podrá estudiar las superficies de estos planetas, agregó Burgasser.
Pero más allá del JWST, el sistema planetario TRAPPIST-1 estará también en el centro de atención de otros telescopios y observatorios en la Tierra que buscará la respuesta a una misma cuestión: ¿albergan vida estos planetas tan parecidos al nuestro?.
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