La fisura en el norte del continente helado ha aumentado más del doble su tamaño desde el pasado octubre y se teme que pueda provocar el desprendimiento de un iceberg de gigantescas proporciones.
Nuevas imágenes satelitales revelan la rapidez del avance de la gigantesca grieta que atraviesa una plataforma de hielo en el norte de la Antártida.
Los datos fueron obtenidos en el marco del programa de observación terrestre Copernicus, de la Agencia Espacial Europea. La información proporcionada por sus satélites influyó de manera decisiva en la reciente decisión de evacuar la base de investigación británica Halley VI.
La llamada grieta Halloween fue detectada en la plataforma de hielo de Brunt por primera vez el pasado mes de octubre. Desde entonces, su tamaño ha aumentado entre 22 y 40 kilómetros de longitud. Se estima que cada día que pasa crece en unos 200 metros.
"Es muy probable que la fisura desprenda un iceberg en los próximos meses. Si esto no ocurre, me sorprendería", comentó a AFP a finales de enero Adrian Luckman, profesor de la Universidad de Swansea, en Gales (Reino Unido), uno de los participantes en la investigación.
La grieta Halloween está siendo vigilada por dos satélites, Sentinel-1 y Sentinel-2, que además registran datos de otras dos simas y vigilan la aparición de otras nuevas.
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