domingo, 26 de febrero de 2017

«Necesitamos transmitir a nuestros jóvenes el mensaje tolerante del islam para combatir el radicalismo y la ‘islamofobia’ con el respeto, el diálogo y la convivencia»

Badajoz,26/02/2017,elperiodicoextremadura.com/Miguel Ángel Muñoz Rubio


Con Adel Mohamed Najjar en su casa de Badajoz en el momento de servir el té. - SANTI GARCÍA

En su casa de la margen derecha del Guadiana se bebe el té más extraordinario de la tierra. No es suficiente para olvidar el continuo estruendo del mundo ni alivia la pena de una Gaza aplastada por la sinrazón y la ignominia. Aún así, a cada sorbo se abre una puerta a la esperanza de que algún día el entendimiento acerque a Oriente y Occidente. Adel Mohamed Najjar no es solo imán de Badajoz, es el emisario del respeto y de la paz. ADEL MOHAMED NAJJAR. Imán de Badajoz
  
-Adel Mohamed Najjar, su nombre significa ‘justo’ ¿Qué es según usted la justicia?

-Justicia es igualdad social, respeto y convivencia.

-El presidente Donald Trump ha decretado el cierre temporal de las fronteras de Estados Unidos para los inmigrantes de siete países de mayoría musulmana, ¿cómo ha vivido esta noticia?

-A los musulmanes nos preocupan las últimas medidas del presidente norteamericano, en especial el veto migratorio que diferencia entre musulmanes y cristianos y eso hace peligrar la convivencia por la que trabajamos hace muchos años para derribar las barreras y los muros entre las dos comunidades. Por otro lado, nos tranquiliza la reacción de muchos americanos que han manifestado su rechazo a estas medidas. Creemos que la mejor forma de combatir el radicalismo es la tolerancia y la convivencia.

-¿Entonces, son en la actualidad ustedes, los imanes, los encargados de desactivar a los extremistas?

-Siento que estoy en un cargo importante porque necesitamos transmitir a nuestros jóvenes el mensaje tolerante del islam. Los musulmanes abrazamos una fe que es la única de las tres religiones monoteístas que reconoce a las otras dos. Cuando me presento a mis hermanos cristianos lo hago diciendo que hay que buscar puntos comunes porque son más los valores que nos unen que los que nos separan: hay una gran mujer que nos une, la más importante de la creación, que es María, y su hijo Jesús.

-Abu Mohamed al Adnani, el número dos del Isis, muerto en septiembre, proclamó: «Aplastadle la cabeza (al enemigo occidental) a pedradas, matadlo con un cuchillo, atropellado con vuestro coche, arrojadlo al vacío, asfixiadlo o envenenadlo». ¿A Al Qaeda nunca le gustaron los aficionados ni los tibios?

-Somos musulmanes occidentales, de manera que cualquier daño a la sociedad cristiana es un daño a los musulmanes occidentales. Sentimos orgullo de tener doble cultura: la árabe, con la que nos criamos, y la occidental, que hemos aprendido y con la que hemos convivido.

-¿Pero por qué es prioritario para estas organizaciones mantener la amenaza en Europa?

-Me siento responsable de mi comunidad, del camino que predico, de la religión tolerante que defiendo. No apruebo los pensamientos radicales basados en insultar o hacer daño a los demás. Nosotros no somos jueces, somos predicadores. No soy quién para decir: «Este tiene que morir» o «El otro tiene que vivir». Nos enseñaron a predicar con silencio, es decir con comportamientos. Porque a veces no hace falta hablar sino actuar. Siempre digo: «Predicad ante vuestros vecinos con un plato de cuscús, con un vaso de té y un pastel». Matar al otro no forma parte de nuestra creencia.

-¿Qué tiene que hacer la UE para repeler el terrorismo?

-Acabar con las guerras que se están produciendo en Oriente Medio e intentar apoyarnos en derribar las barreras que nos separan de Occidente. No olvidemos que tenemos altos cargos de origen musulmán en la Unión Europea, un alcalde de Londres, un alcalde de Rotterdam... Los imanes formamos parte de la comunidad europea. Nuestro papel es acercar posturas.

-¿Ante los atentados en Estambul, Alemania, el de la catedral cristiana de San Marcos en Egipto, cómo explicar a las nuevas generaciones lo que está pasando en el mundo?

-Quiero decir una cosa muy tajante: cualquier agresión a una iglesia, esté donde esté, es una agresión contra nuestras mezquitas. No se puede aceptar de ninguna manera y hay que rechazar con todas nuestras fuerzas ese acto criminal, esa acción asesina contra un lugar de culto, y da igual que sea musulmán, cristiano o judío. Los asesinos son personas con mentalidad oscura que entran y matan a gente inocente. Nuestros jóvenes no tienen nada que ver con esto porque se crían a base de respeto hacia el cristianismo. Vengo de Gaza, donde hay comunidades cristianas y ortodoxas, iglesias que están fundada en el siglo V antes de la llegada del islam.

-¿Considera que al Isis le interesa azuzar la crisis migratoria para dividir a los ciudadanos de la Unión Europea?

-Sinceramente no puedo hablar de otros grupos que están fuera de la Comunidad Europea porque desconozco sus métodos y no apruebo ni su ideología ni sus pensamientos.

-¿Entonces el reto de Europa es la integración?

-Eso es lo que pedimos, respeto a la identidad de cada uno.

-¿Y es verdad lo que nos cuentan del pueblo islámico?

-Vivimos en Europa bajo una Constitución que iguala entre las religiones y las ideologías. Tenemos nuestros derechos, aceptamos nuestras obligaciones como el resto de ciudadanos. Abrazamos una fe distinta a la mayoría, pero podemos aportar mucho a la sociedad occidental y eso es enriquecimiento. Hoy Badajoz se siente orgulloso de su pasado musulmán, y ya no se puede hablar de que tú eres católico o tú eres musulmán, somos vecinos. Por eso desde Europa se debe luchar contra la ‘islamofobia’ que sufrimos frente a quienes consideran el islam como una religión invasora. Pedimos respeto a nuestra religión, pero siempre dentro del marco constitucional.

-Habla de ‘islamofobia’. En el último año se han registrado más de 500 casos en España. ¿Por qué se establece una relación directa entre islam y terrorismo?

-La ignorancia y el desconocimiento son las peores causas de la ‘islamofobia’.

-El alcalde de Villagordo (Jaén) rehusó incluir un menú sin cerdo en el colegio como pidió la comunidad musulmana. ¿Qué trato se les debe dispensar en España?

-Deben tratarnos como ciudadanos, no como musulmanes. No exigimos cambiar las reglas, simplemente buscamos entendimiento y diálogo para solucionar cualquier problema.

-Al hilo del tema educativo, Yasmina Barach, joven madrileña, escuchó a los 9 años decir a su profesor que los musulmanes no eran personas civilizadas. Fue acosada en redes sociales con frases como esta: «Me paso tu Corán y tu raza por el culo».

-No se puede tomar este caso como corriente en España, hay que ser sinceros. Vivimos aquí respetados, nuestras chicas estudian en colegios e institutos y las relaciones con los profesores son cordiales. Estamos seguros de que la administración española ha adoptado las medidas oportunas para acabar con estos casos.

-Hablemos del papel de la mujer a partir de la frase del francés Mathias Enard, premio Goncourt, cuando dijo que muchas mujeres que llevan velo son más libres que otras que no lo llevan, ¿ no le parece el velo el símbolo de la sumisión perpetua de la mujer?

-Todos hemos sido injustos con la mujer musulmana. Hay que escucharla y no me gusta que me pregunten a mí; lo que hay que hacer es ir directamente a ella. Merece ser escuchada, cuáles son sus derechos... ¿Por qué la criticamos por su vestimenta y por qué no le preguntamos por qué se viste así, por qué no aceptamos el velo que ella elige mientras aceptamos otras prendas de otras culturas? En Extremadura tengo confianza en la segunda generación. Estoy esperando a que nuestras hijas crezcan y puedan tomar las riendas en defender, hablar y ser portavoces de la mujer musulmana. El velo es una vestimenta que elige la mujer musulmana. Nos equivocamos si pensamos que para valorar a una mujer hay que valorar su vestimenta, hay que valorar su ideología, pensamiento y aportación a la sociedad. Conozco mujeres con velo que son profesoras en la universidad o que están en el parlamento. No se puede relacionar el velo con la sumisión o la falta de libertad.

-Abordemos ahora el Corán. ¿La solución al yihadismo requiere revisar la dimensión belicista de los textos sagrados que inspiran a la minoría terrorista?

-El Corán es un libro que llama a la paz, no tengo duda. El Corán ha sido la base de los logros científicos del mundo y ha llevado a la humanidad y a la civilización a lo máximo. ¿Por qué hoy grupos tan radicales e ignorantes nos llevan abajo?, por sus mentalidades, no por el Corán.

-¿Hoy Mahoma casaría a parejas homosexuales?

-Creemos en una relación basada en el varón y la hembra como ocurre no solo en el islam sino en muchas otras religiones. Es la base de nuestra vida social. Ahora bien, entiendo que vivo en España y que hay una Constitución. Vivo en España pero no todo lo que veo en España va con mi ideología, aunque mantengo el respeto.

-¿A qué se refería el Corán cuando decía que hay que matar a los infieles?

-No. El Corán no dice eso. Al contrario, Mahoma la paz sea con Él, estaba sentado y al paso de un funeral judío se levantó. Le dijo el profeta: «Es un judío». Y él rebatió: «¿Acaso no es un alma?». Mahoma la paz sea con Él, garantizó la protección de los judíos, de sus lugares sagrados, de su comercio... Recibió a los cristianos en su mezquita y es la única religión que reconoce el mensaje de Jesús, de Moisés y de María. Nos enseñó a respetar a los vecinos.

-¿No cree que habría que proponer rechazar sin problemas los cinco puntos del Corán que definen a los radicales: el asesinato de los apóstatas, golpear o lapidar a las mujeres adúlteras, llamar a los judíos cerdos o monos, matarlos, declarar la guerra a los no musulmanes, esclavizar a seres humanos y matar a los gays?

-Todas las leyes dictadas por el Corán parten de una igualdad absoluta. El islam defiende los derechos de la mujer y aboga por la igualdad con el hombre. La cultura judía ha florecido bajo el dominio musulmán en Al-Ándalus más que en cualquier otra época. No hay que reformar el Corán, es nuestra creencia y se quedará hasta el Día Final. Mire, la gente sabe que yo soy un buen vecino, y esa es la clave: «Para ser un buen imán hay que ser un buen vecino». Y si alguien me pregunta ¿qué es el islam? le contesto que el islam es la convivencia.

-¿Pero no estima que el islam sigue sin adaptarse a la modernidad porque no ha tenido revoluciones de signo liberal?

-Pues mire, los musulmanes hemos ofrecido grandes avances a la humanidad en campos de la astrología, las matemáticas o la universidad cuando hemos estado muy cerca del Corán. Sus principios nos conceden bienestar porque el islam no es solo oración, el islam es una política social, es una política económica. El islam busca bienestar y justicia social porque tú no puedes pedir a alguien que rece mientras que tenga hambre y frío. La religión es buscar qué es lo que necesita el pobre, cómo gobernar con justicia. Lo que pasa que hay gente que piensa que el islam es una barba o una chilaba, y nos equivocamos. El problema de hoy no es que estemos ligados al islam sino que estamos lejos. Y diría aún más, los europeos avanzaron porque se agarraron a los principios islámicos mientras que los musulmanes, que rezamos cinco veces al día, nos alejamos de esos principios islámicos y fallamos.

-Sí es cierto que en la Península Ibérica la zona musulmana fue más tolerante que la cristiana. Los cristianos sobrevivieron y practicaron su culto bajo el Califato de Córdoba mientras que los musulmanes fueron obligados a convertirse o a salir de la monarquía católica...

-Solo puedo decir que eso es verdad, pero que otras religiones merecen todo mi respeto.

-Hable ahora de su infancia, del lugar donde nació, la ciudad fronteriza de Rafah...

-(Se emociona). Mis padres sufrieron porque fueron expulsados de sus tierras en 1948 y emigraron a Rafah, donde nací en 1965. En 1967 mi madre me llevó a hombros bajo las bombas israelís tras la ocupación de Gaza. A pesar de todo tuve una infancia alegre, pero humilde. Mi padre murió cuando yo tenía 11 años y mi madre llevó el peso de la casa. Mi familia siempre tuvo el sueño de que yo fuera alguien, y especialmente mi hermana mayor aportó los gastos y me animó a viajar a España porque era uno de los países más considerados. Llegué aquí en el 85, aprobé Selectividad, quise estudiar Medicina y me dieron la plaza en Badajoz, en la Universidad de Extremadura. Llevo 30 años.

-Es imán, aquí en la mezquita dan clases de árabe y Corán...

-En Extremadura somos 20.000 musulmanes. Las mezquitas juegan el papel de escuelas pues en los colegios no se imparte árabe.

-Ustedes piden un cementerio musulmán en Badajoz. ¿Qué hacen ahora con sus muertos?

-Los trasladamos a otros países. El otro día enterramos aquí a un musulmán en el cementerio, pero esa no es la solución porque se hace con mucho dolor. Pedimos una parcela y es una petición comprensible.

-Estuvo más de nueve meses retenido en la franja de Gaza. ¿Cómo lo vivió?

-Antes de marcharme sabía que la situación era difícil. Cuando entré la gente me preguntaba ¿Sabes a dónde has venido? El problema es que entras y no sabes cuándo regresarás porque la frontera está cerrada. Y entretanto, todos aplastan a Gaza: allí solo hay luz ocho o cuatro horas al día, no hay gas, los jóvenes no tienen trabajo, los problemas políticos no se solucionan, ha habido tres guerras aplastantes seguidas: 2008, 2012, 2014. Vecinos de mi familia muertos, después de que el edificio donde vivían fuera aplastado por un misil. Pasé malos momentos, pero sentí el apoyo de Extremadura y pude estar junto a mi madre, cuando me despedí de ella sabía que no la volvería a ver. Ha muerto hace poco y pude estar con ella, disfrutar a su lado, sacarla a pasear.

-¿Qué bueno le da Badajoz?

-Respeto y felicidad.

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