Melilla, 02 de octubre de 2008,elfaroceutamelilla.es, Pilar Ortega .-
Más de 7.000 melillenses se reunieron ayer para despedir el Ramadán.
Como ya es tradición, miles de melillenses acudieron ayer al rezo colectivo en el campo de fútbol de Cabrerizas para celebrar la Pascua Chica y poner el punto y final al mes sagrado de Ramadán. Alrededor de 7.000 personas, según fuentes de la Policía Local, entre hombres, mujeres y niños, estuvieron a primera hora de la mañana, para dar las gracias a dios y festejar la Pascua unos con otros después de 28 días de ayuno.
Igualmente, las mujeres volvieron a ser protagonistas, como ya ocurrió el año pasado, principalmente por el número tan elevado que acudió al campo de Cabrerizas, y junto a sus esposos e hijos realizaron el acto del rezo, aunque separadas de éstos por una valla entelada. Y también el ‘blanco puro’ de la vestimenta de los fieles volvió a ser tradición en este final de fiesta.
El rezo duró aproximadamente media hora y tras finalizar sus oraciones, los fieles se felicitaron entre ellos. Después, y en unas mesas preparadas para la ocasión, se sirvió el té y las pastas, a las que acudieron muchos de los presentes, aunque otros muchos prefirieron trasladarse a sus domicilios para continuar la fiesta con toda la familia.
En la cara de los más pequeños, los que acudían por primera vez a su rezo multitudinario, se veía la ilusión y la alegría dc un acto que celebrarán año tras año.
Ramadán, que es el noveno mes del calendario musulmán, es conocido internacionalmente por ser el periodo donde los musulmanes realizan ayuno diario, desde la salida hasta la puesta de sol. Ayer, fin de esta celebración y conocido en Melilla como la Pascua Chica conlleva una serie de tradiciones que comienzan precisamente con el rezo multitudinario, para posteriormente y ya a lo largo de todo el día, celebrar junto a los suyos el fin de estas fiestas. Además, se reparten regalos entre los más pequeños, y también alimentos entre los más necesitados.
Día festivo
Esta jornada, en la que la mitad de la población melillense celebra la Pascua Chica, supone además, que los menores no acudan al colegio, y que los comercios regentados por musulmanes cierren sus establecimientos. Además, y como en este año han coincidido con la festividad del Año Nuevo hebreo, la mayoría de los comercios del centro permanecieron cerrados, dando el aspecto de un domingo cualquiera.
El fin de fiesta, sin embargo, y como novedad este año, fue el castillo de fuegos artificiales que se realizó sobre las 10:30 horas de la noche, en Melilla La Vieja, desde la Plaza de Armas, con un espectáculo lleno de colorido y luminosidad que hizo las delicias de todos los presentes y de muchos melillenses, ya que se pudo disfrutar desde distintos puntos de la ciudad.
Seguridad
En el capítulo de seguridad, cabe destacar la buena labor, como en ediciones anteriores, de la Policía Local, que en gran número, tanto de agentes de seguridad, como de tráfico, hicieron todo lo posible, desde primera hora de la mañana –7:00 horas– para que todo se desarrollara correcta y adecuadamente.
Además de evitar cualquier tipo de incidencia –que no llegó a darse–, los agentes controlaron el tráfico y sobre todo organizaron los aparcamientos de los numerosos cochos que acudieron al campo de Cabrerizas, aunque como se viene repitiendo desde hace algún tiempo, la Ciudad dispuso varios autobuses –hasta un total de doce– que trasladaron a los fieles a la explanada, para después hacer el recorrido a la inversa y llevarles hasta los puntos de destino.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
Más de 7.000 melillenses se reunieron ayer para despedir el Ramadán.Como ya es tradición, miles de melillenses acudieron ayer al rezo colectivo en el campo de fútbol de Cabrerizas para celebrar la Pascua Chica y poner el punto y final al mes sagrado de Ramadán. Alrededor de 7.000 personas, según fuentes de la Policía Local, entre hombres, mujeres y niños, estuvieron a primera hora de la mañana, para dar las gracias a dios y festejar la Pascua unos con otros después de 28 días de ayuno.
Igualmente, las mujeres volvieron a ser protagonistas, como ya ocurrió el año pasado, principalmente por el número tan elevado que acudió al campo de Cabrerizas, y junto a sus esposos e hijos realizaron el acto del rezo, aunque separadas de éstos por una valla entelada. Y también el ‘blanco puro’ de la vestimenta de los fieles volvió a ser tradición en este final de fiesta.
El rezo duró aproximadamente media hora y tras finalizar sus oraciones, los fieles se felicitaron entre ellos. Después, y en unas mesas preparadas para la ocasión, se sirvió el té y las pastas, a las que acudieron muchos de los presentes, aunque otros muchos prefirieron trasladarse a sus domicilios para continuar la fiesta con toda la familia.
En la cara de los más pequeños, los que acudían por primera vez a su rezo multitudinario, se veía la ilusión y la alegría dc un acto que celebrarán año tras año.
Ramadán, que es el noveno mes del calendario musulmán, es conocido internacionalmente por ser el periodo donde los musulmanes realizan ayuno diario, desde la salida hasta la puesta de sol. Ayer, fin de esta celebración y conocido en Melilla como la Pascua Chica conlleva una serie de tradiciones que comienzan precisamente con el rezo multitudinario, para posteriormente y ya a lo largo de todo el día, celebrar junto a los suyos el fin de estas fiestas. Además, se reparten regalos entre los más pequeños, y también alimentos entre los más necesitados.
Día festivo
Esta jornada, en la que la mitad de la población melillense celebra la Pascua Chica, supone además, que los menores no acudan al colegio, y que los comercios regentados por musulmanes cierren sus establecimientos. Además, y como en este año han coincidido con la festividad del Año Nuevo hebreo, la mayoría de los comercios del centro permanecieron cerrados, dando el aspecto de un domingo cualquiera.
El fin de fiesta, sin embargo, y como novedad este año, fue el castillo de fuegos artificiales que se realizó sobre las 10:30 horas de la noche, en Melilla La Vieja, desde la Plaza de Armas, con un espectáculo lleno de colorido y luminosidad que hizo las delicias de todos los presentes y de muchos melillenses, ya que se pudo disfrutar desde distintos puntos de la ciudad.
Seguridad
En el capítulo de seguridad, cabe destacar la buena labor, como en ediciones anteriores, de la Policía Local, que en gran número, tanto de agentes de seguridad, como de tráfico, hicieron todo lo posible, desde primera hora de la mañana –7:00 horas– para que todo se desarrollara correcta y adecuadamente.
Además de evitar cualquier tipo de incidencia –que no llegó a darse–, los agentes controlaron el tráfico y sobre todo organizaron los aparcamientos de los numerosos cochos que acudieron al campo de Cabrerizas, aunque como se viene repitiendo desde hace algún tiempo, la Ciudad dispuso varios autobuses –hasta un total de doce– que trasladaron a los fieles a la explanada, para después hacer el recorrido a la inversa y llevarles hasta los puntos de destino.
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