Emprender una obra en el casco histórico de Toledo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, suele deparar sorpresas en forma de hallazgos arqueológicos. Monumental ha sido la que se han encontrado los propietarios de una panadería en la calle de Santo Tomé, justo al lado de la iglesia donde se exhibe el famoso cuadro de El Greco «El entierro del Señor de Orgaz»: los restos de una mezquita que se construyó entre los siglos IX y X.
Los restos de esta mezquita medieval - dos arcos, uno de herradura y otro polilobulado- han surgido durante las obras de rehabilitación de esta panadería. Los albañiles estaban realizando unas rutinarias rozas en un muro para insertar el cableado cuando se han topado con los arcos. «Se sabía que en esta zona existió una mezquita pero se desconocía el lugar exacto y que era de planta cuadrada o trapezoidal», explica el arqueólogo supervisor de la obra, Antonio Gómez Laguna, para quien «la disposición de su traza, adosada a la Sacristía de la iglesia Santo Tomé, parece indicar que existió una cohabitación entre ambos edificios, de distinto credo». Los restos de la mezquita no podrán sacarse a la luz en su totalidad porque el local comercial está rodeado de viviendas, pero serán documentados y protegidos y el panadero podrá desarrollar su negocio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario