Un temporero marroquí recoge cerezas en una explotación agrícola de Seros (Lleida). EFE
Los temporeros musulmanes que trabajan en el campo español iniciaron este lunes, en plena canícula, el mes de ayuno del Ramadán, práctica religiosa y cultural que les impide comer o beber desde la salida hasta la puesta del sol, un período que pese a todo se salda cada año sin consecuencias negativas para su salud.
El mes del Ramadán comienza con la novena luna nueva del año y concluye 30 días más tarde con una de las fiestas más grandes del calendario islámico, el "Aíd al-Fitr".
Normalidad y respeto
Fuentes del sector agrario han subrayado a Efeagro que el Ramadán se afronta ya con "normalidad" y "respeto" en el campo español, donde trabaja un importante colectivo de marroquíes -unos 73.249-, sólo superado por el de rumanos y por delante del de los ecuatorianos, según los datos del Ministerio de Trabajo de Inmigración a fecha de abril de 2011.
También son muchos los mauritanos, senegaleses, argelinos y otros ciudadanos procedentes de África que lo secundan, y que en ocasiones se benefician de cierta flexibilidad laboral.
Es el caso de algunos empresarios almerienses, que ofrecen la posibilidad a los temporeros de iniciar antes la jornada laboral -a las 7 de la mañana, para adelantar la salida de los tajos y evitar las horas de más sol-, coincidiendo con una época en la que existe menor actividad en los invernaderos, reducida a la preparación de terrenos para las siembras y tutorización de los primeros plantones
Alguna lipotimia o bajada de tensión
Las mismas fuentes han detallado que es el segundo verano que el inicio del Ramadán coincide con agosto, y que el año pasado no hubo grandes incidentes, más allá de alguna lipotimia o bajada de tensión puntual.
No obstante, las previsiones meteorológicas apuntan que este mes de agosto será muy caluroso, por lo que el riesgo potencial para este colectivo es mayor que en anteriores ocasiones.
La campaña de recogida de la fruta catalana es una de las que mayor población musulmana moviliza en el campo, aunque estos trabajadores también son habituales en zonas de Andalucía y Murcia.
La deshidratación, uno de los principales problemas
El presidente de Asaja-Lleida, Pere Roqué, ha explicado que uno de los principales problemas para los musulmanes en estas fechas es la posible deshidratación, ya que no pueden beber durante la jornada laboral, pese a que la normativa de prevención de riesgos laborales recomienda ingerir al menos 300 mililitros cada tres horas.
Roqué ha recordado que la organización agraria realiza cursos de formación a empresarios y trabajadores para evitar riesgos laborales y que ambos colectivos estén tranquilos.
No existe discriminación
Ha insistido en que no existe discriminación alguna en la contratación de musulmanes por realizar estas prácticas y que cuentan con los mismos derechos y obligaciones en tareas como la recogida de las peras blanquillas y conferencia, y las manzanas rojas en Cataluña.
El responsable del Área de Relaciones Laborales de COAG, Andoni García, ha subrayado que esta práctica no ha incidido en una menor contratación de musulmanes, sino "todo lo contrario", como demuestra el hecho de que los marroquíes figuran entre el colectivo de trabajadores temporeros más numeroso del campo español.
García ha destacado que el respeto y la adaptación mutua han sido hasta ahora la tónica dominante en las relaciones laborales.
Por su parte, los riesgos laborales derivados de la falta de ingesta de alimento y agua durante la jornada "se han sabido llevar bien" tanto por contratadores como por los temporeros, de tal forma que apenas se producen incidentes.
Fuentes de la organización agraria UPA han resaltado el respeto de los empresarios agrícolas por los trabajadores musulmanes que practican el mes de ayuno propio del Ramadán.
Aprovechar las horas de menos calor
Eso sí, son muchos los propietarios de fincas que adaptan los trabajos agrícolas a esta eventualidad, según han apuntado las mismas fuentes, como adelantar las tareas del campo a las horas de menor calor para garantizar "salud laboral, confort y bienestar", pese a que las tareas del campo siempre son consideradas como "penosas".
Han coincidido en afirmar que no existe discriminación a la hora de contratar trabajadores musulmanes por la práctica del Ramadán, ni problemas destacables en las relaciones laborales entre empresarios y temporeros.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
Los temporeros musulmanes que trabajan en el campo español iniciaron este lunes, en plena canícula, el mes de ayuno del Ramadán, práctica religiosa y cultural que les impide comer o beber desde la salida hasta la puesta del sol, un período que pese a todo se salda cada año sin consecuencias negativas para su salud.
El mes del Ramadán comienza con la novena luna nueva del año y concluye 30 días más tarde con una de las fiestas más grandes del calendario islámico, el "Aíd al-Fitr".
Normalidad y respeto
Fuentes del sector agrario han subrayado a Efeagro que el Ramadán se afronta ya con "normalidad" y "respeto" en el campo español, donde trabaja un importante colectivo de marroquíes -unos 73.249-, sólo superado por el de rumanos y por delante del de los ecuatorianos, según los datos del Ministerio de Trabajo de Inmigración a fecha de abril de 2011.
También son muchos los mauritanos, senegaleses, argelinos y otros ciudadanos procedentes de África que lo secundan, y que en ocasiones se benefician de cierta flexibilidad laboral.
Es el caso de algunos empresarios almerienses, que ofrecen la posibilidad a los temporeros de iniciar antes la jornada laboral -a las 7 de la mañana, para adelantar la salida de los tajos y evitar las horas de más sol-, coincidiendo con una época en la que existe menor actividad en los invernaderos, reducida a la preparación de terrenos para las siembras y tutorización de los primeros plantones
Alguna lipotimia o bajada de tensión
Las mismas fuentes han detallado que es el segundo verano que el inicio del Ramadán coincide con agosto, y que el año pasado no hubo grandes incidentes, más allá de alguna lipotimia o bajada de tensión puntual.
No obstante, las previsiones meteorológicas apuntan que este mes de agosto será muy caluroso, por lo que el riesgo potencial para este colectivo es mayor que en anteriores ocasiones.
La campaña de recogida de la fruta catalana es una de las que mayor población musulmana moviliza en el campo, aunque estos trabajadores también son habituales en zonas de Andalucía y Murcia.
La deshidratación, uno de los principales problemas
El presidente de Asaja-Lleida, Pere Roqué, ha explicado que uno de los principales problemas para los musulmanes en estas fechas es la posible deshidratación, ya que no pueden beber durante la jornada laboral, pese a que la normativa de prevención de riesgos laborales recomienda ingerir al menos 300 mililitros cada tres horas.
Roqué ha recordado que la organización agraria realiza cursos de formación a empresarios y trabajadores para evitar riesgos laborales y que ambos colectivos estén tranquilos.
No existe discriminación
Ha insistido en que no existe discriminación alguna en la contratación de musulmanes por realizar estas prácticas y que cuentan con los mismos derechos y obligaciones en tareas como la recogida de las peras blanquillas y conferencia, y las manzanas rojas en Cataluña.
El responsable del Área de Relaciones Laborales de COAG, Andoni García, ha subrayado que esta práctica no ha incidido en una menor contratación de musulmanes, sino "todo lo contrario", como demuestra el hecho de que los marroquíes figuran entre el colectivo de trabajadores temporeros más numeroso del campo español.
García ha destacado que el respeto y la adaptación mutua han sido hasta ahora la tónica dominante en las relaciones laborales.
Por su parte, los riesgos laborales derivados de la falta de ingesta de alimento y agua durante la jornada "se han sabido llevar bien" tanto por contratadores como por los temporeros, de tal forma que apenas se producen incidentes.
Fuentes de la organización agraria UPA han resaltado el respeto de los empresarios agrícolas por los trabajadores musulmanes que practican el mes de ayuno propio del Ramadán.
Aprovechar las horas de menos calor
Eso sí, son muchos los propietarios de fincas que adaptan los trabajos agrícolas a esta eventualidad, según han apuntado las mismas fuentes, como adelantar las tareas del campo a las horas de menor calor para garantizar "salud laboral, confort y bienestar", pese a que las tareas del campo siempre son consideradas como "penosas".
Han coincidido en afirmar que no existe discriminación a la hora de contratar trabajadores musulmanes por la práctica del Ramadán, ni problemas destacables en las relaciones laborales entre empresarios y temporeros.
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