La mañana de este sábado individuos no identificados asaltaron una mezquita de Estocolmo justo después del momento de la oración. Según la policía, antes de marcharse pintaron esvásticas (símbolo principal del nazismo) en las paredes y tiraron petardo.
Al momento del ataque aun quedaba un fiel en el recinto, éste fue zarandeado sin resultar herido, según reportaron los trabajadores de la mezquita a la agencia sueca de noticias TT. Hasta ahora, no se ha producido ningún arresto.
Policía local asume el ataque como un acto de vandalismo y un crimen de odio. Mustafa Tumturk, un representante de la comunidad musulmana y fundador de la mezquita, lamentó la división y discriminación que se vive en todo el mundo.
"Esto no es algo que uno pudiera esperar [...] Cuesta entender lo que está pasando en la sociedad, tanto a nivel internacional como en nuestro país. Ya no reconozco a Suecia".
Suecia ha asistido a un aluvión de ataques contra mezquitas y centros de refugiados en los últimos años, al tiempo que ha batido récords en cantidad de refugiados recibidos con 245 mil en 2014 y 2015.
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