La futura mezquita de Palafrugell, con capacidad para más de 500 personas, está presidida por una cúpula dorada. TONI FERRAGUT
Avanza la construcción del oratorio de Palafrugell, el segundo después de Salt con cúpula
Una brillante cúpula dorada corona ya la futura mezquita de Palafrugell (Baix Empordà). “Le da el toque... Así se sabe que es un centro de culto. Para nosotros es un elemento arquitectónico importante. Como un campanario en una iglesia. ¡El Vaticano también tiene cúpula!”, explica Jaouad Kichouhi, portavoz de la comunidad islámica de Palafrugell. Kichouhi asegura que llevan 20 años recaudando donaciones entre los fieles para construirla. Pero aún no se atreve a poner fecha para la inauguración. Tal vez, en unos meses. “Cuando te metes en una obra, nunca sabes...”
Que el brillo que desprende no lleve a engaños: es una cúpula modesta. Ni de oro ni bañada en oro ni nada. “El dorado ese cuesta unos 600 euros”, bromea Jaouad, quien insiste en que tiene “las facturas de todo” y que tanto la cúpula desmontable (!) como el resto de la nave se han construido enteramente aquí, made in Catalonia y sin financiación extranjera. Lo dice por las malas lenguas que “no se creen” lo de las donaciones.
Hecha a base de hierro y ladrillos, la cúpula “pesa seis toneladas” y “está hecha a mano”. “Por dentro es muy bonita”, dice el portavoz. Los vecinos de Palafrugell podrán comprobarlo. La comunidad prevé abrir las puertas del centro —que está en un polígono industrial y tendrá capacidad para más de 500 personas— una vez al mes. Kichouhi asegura que también habilitarán una parte de la mezquita “como espacio de desconexión, para venir a tomar un té, por ejemplo”.
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