Ciudad del Vaticano,30/09/2016,AGENCIAS
Los católicos representan una pequeña minoría en la región, apenas un 2,5% de la población en Georgia, mayormente cristiana ortodoxa, y sólo el 0,01% en Azerbaiyán.
El papa Francisco visitará Georgia y Azerbaiyán este fin de semana, completando una gira políticamente sensible a la región postsoviética del Cáucaso, en la que se espera que ofrezca nuevos gestos de acercamiento hacia cristianos ortodoxos y musulmanes. Los católicos representan una pequeña minoría en la región, apenas un 2,5% de la población en Georgia, mayormente cristiana ortodoxa, y sólo el 0,01% en Azerbaiyán, un país musulmán rico en petróleo y gas.
En Georgia, adonde llegará el viernes, el papa se reunirá con el líder espiritual de la Iglesia ortodoxa local, el patriarca Elías II, y rezará por la paz en Irak y Siria con miembros de la comunidad asiria y católica caldea. También se reunirá con el presidente Giorgi Margvelashvili. El sábado celebrará una misa en un estadio, se reunirá con clérigos católicos locales y visitará un refugio para discapacitados gestionado por misionarios católicos.
Francisco llegará a Georgia en medio de la campaña para las elecciones parlamentarias del próximo 8 de octubre, pero el nuevo portavoz vaticano Greg Burke insistió en que no tiene intenciones de intervenir en la política interna del país.
El Papa viaja llevará un mensaje de paz y reconciliación a la región, marcada por las tensiones étnicas y geopolíticas. Se trata de su segunda visita al Cáucaso, donde ya estuvo en junio cuando viajó a Armenia y condenó “el genocidio” por parte del Imperio turco otomano a principios del siglo XX. Burke señaló durante la presentación del programa a los periodistas que se trata de un viaje “claramente de paz, que llevará un mensaje de reconciliación para toda la región”. De hecho, el lema del viaje es Pax vobis (La paz sobre ti) que refleja el particular llamada a la paz en la región y en el mundo.
Durante el viaje tendrá reuniones ecuménicas importantes con el patriarca de la iglesia ortodoxa de Georgia, Elías II, y con el líder de los musulmanes del Cáucaso, el jeque Hadji Allahchukur Pachazadeh. Por ello, otra de las claves del viaje a Georgia, uno de los países cristianos más antiguos del mundo, los ortodoxos constituyen casi el 85% de la población, es la unión ecuménica.
El Pontífice también se encontrará con representantes de la comunidad asiria-caldea, una de las tres comunidades católicas presentes en Georgia, junto a la latina y la armenia. Está previsto que el Papa pronuncié algunas palabras en arameo - la lengua de Jeús- con motivo de una oración por la paz en Siria, ya que en esa región han conservado su uso.
En la capital de Azerbaiyán, Baku, donde llegará el domingo dos de octubre, está previsto que el Papa visite una mezquita, donde se reunirá en privado con el jeque de los musulmanes del Cáucaso, la autoridad musulmana más importante de la región, Sheij-ul-Islam Haji Allahshukur Pashazade, antes de encontrarse con el obispo ortodoxo de Bakú y con el presidente de la comunidad judía.
El Papa argentino quiere promover la paz en las zonas más lejanas del mundo y por ello a finales de junio, justo después de su viaje a Armenia, aceptó visitar esos dos países, a los que invitó en mayo “a no ceder” ante las tensiones y batallar para lograr la resolución de sus conflictos. La historia del Cáucaso es un relato de divisiones, reivindicaciones históricas y enfrentamientos entre potencias.
El domingo también será recibido por el presidente Ilham Aliyev, que cumple tres periodos al frente del país y cuyos poderes se vieron aumentados por un referéndum aprobado el lunes, de acuerdo con las encuestas, en medio de críticas de activistas de derechos humanos.
Francisco y Aliyev brindarán discursos en un edificio diseñado por el arquitecto estrella Zaha Hadid y que lleva el nombre del padre del presidente, Heydar, quien fue el “hombre fuerte” de Azerbaiyán desde fines de los 60 hasta su muerte en 2003.
Si en Armenia su objetivo era además de reforzar el camino del ecumenismo el de recordar, a pesar de las polémicas con Turquía, el genocidio perpetrado por los otomanos hace un siglo, la visita a Georgia y Azerbaiyan es algo más complicada y despierta algunas perplejidades.
La Iglesia Ortodoxa georgiana desde siempre se ha mostrado poco proclive al acercamiento con la Iglesia de Roma. Desde 1999, cuando Juan Pablo II visitó por primera vez la república exsoviética no se ha producido ningún acercamiento entre ambas iglesias y el programa del encuentro será el mismo: un saludo, un discurso y encender alguna vela en la catedral de Svetitsjoveli, en Misjeta. Pero 17 años después y tantas palabras sobre la importancia del ecumenismo no se producirá ningún tipo de oración conjunta entre los “hermanos cristianos”.
En estos días, fuentes del patriarcado han explicado a los medios que las diferencias doctrinales con la Iglesia católica no consienten rezar en público con el Papa, aunque la verdad es que tampoco el Vaticano había previsto un encuentro de oración en sus planes.
La única concesión o paso adelante por parte del patriarcado georgiano, y que ha sido muy bien recibida en la Santa Sede, será la presencia de una delegación ortodoxa en la misa que Francisco celebrará en Georgia, aunque no asistirá el patriarca.
Ante las aún frías relaciones con los ortodoxos georgianos, el papa aprovechará la visita a Georgia para encontrarse en Tiflis con la comunidad caldea, una de las Iglesias orientales que integran la Iglesia católica, en un momento difícil por las persecuciones que viven en sus países de origen como Irak o en Siria.
Hasta Georgia acudirán al menos 13 obispos caldeos para encontrarse con el Papa después del Sínodo que se celebró del 21 al 28 de septiembre en Erbil (Irak), según confirmó hace unos días el patriarca de Babilonia de los Caldeos, Louis Raphael Sako I. En el programa oficial está previsto que durante la tarde del viernes 30 de septiembre se produzca el encuentro en la iglesia de San Simeón Bar Sabas de Tiflis.
Francisco permanecerá sólo unas horas del domingo 2 de octubre en Azerbaiyán, donde el 95 % de la población es musulmana. Su primer acto será celebrar misa y visitar a la pequeña comunidad católica -unas 570 personas- representada en el centro de salesianos y servirá al papa para aplaudir la convivencia.
Según el sacerdote salesiano Stefan Kormancik que ha trabajado durante muchos años en Azerbaiyán, este país “es un ejemplo del espíritu de cooperación interreligiosa que defiende el Papa” y “se vive una situación muy especial en la que dos religiones conviven en paz y libertad”.
La importancia del viaje del papa a Azerbaiyán se enmarca sobre todo en el diálogo con los musulmanes, vital en este momento histórico, según el pontífice argentino.
El viaje de este fin de semana es el decimosexto al exterior del papa, precedido en junio por una visita a Armenia. Al papa le hubiera gustado poder hacer un solo viaje al Cáucaso que comprendiera los tres países, pero las tensiones entre Ereván y Bakú lo hicieron imposible.
Armenia y Azerbaiyán están enzarzados en un conflicto por Nagorno-Karabaj, un enclave mayormente armenio dentro de territorio azerbayano. Al menos 120 personas murieron allí en abril, en el enfrentamiento más sangriento desde que una tregua puso fin a una guerra de seis años entre las ex repúblicas soviéticas en 1994.
Francisco pronunciará diez discursos y estará acompañado entre otros por el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin y el cardenal argentino Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.
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