Los griegos han sido los primeros en desfilar tras una colorida actuación en la que han destacado los ritmos de funk y hip-hop salidos de la favela y la aparición de Giselle Bündchen - Vanderlei Cordeiro de Lima ha encendido el pebetero
Uno de los datos que más ha sorprendido es el número de preservativos que el ministerio de salud repartirá entre los atletas en la Villa Olímpica. Ni más ni menos que 450.000, lo que sale a 42 por deportista a lo largo de los 17 días que durará la competición. La organización ha querido mandar un mensaje de seguridad para evitar las enfermedades de transimisión sexual con el lema "lo que pasa en la villa se queda en la villa".
Un Rafael Nadal eufórico, emocionado y sonriente encabezó con una vistosa bandera rojigualda el desfile de la delegación olímpica española este sábado en el Estadio de Maracaná, donde quedaron oficialmente inaugurados los Juegos Olímpicos de Río 2016.
El tenista balear pudo ejercer finalmente en el templo del fútbol como abanderado, condición que una inoportuna lesión le negó hace cuatro años en Londres. Entonces fue su amigo, el jugador de baloncesto Pau Gasol, quien asumió el rol que hoy perteneció a Rafa Nadal, exultante como líder de la expedición.
Ataviado con pantalón y corbata rojos, chaqueta azul y camisa y sombrero blancos, el mallorquín, campeón olímpico en Pekín 2008, portó la bandera española y marcó el paso de la festiva representación de una delegación que se vio privada de los deportistas que deben competir mañana, sábado.
España salió en el puesto 68, entre Eslovenia y los Estados Federados de Micronesia, mucho antes del lugar 172 que ocupó en Londres 2012 dada la denominación anglosajona.
Lo hizo cuando se habían cumplido una hora y treinta minutos desde el comienzo de la ceremonia y con el jolgorio como seña de identidad. A la fiesta del equipo español se sumó la grada, con aplausos y vítores, mientras el tenista Marcel Granollers dejó desatar su euforia con repetidos saltos.
En el palco, Juan Antonio Samaranch 'supervisó' el desfile español, ya entonces adornado con abanicos y sombreros e interrumpido en alguna ocasión por los 'selfis'.
Las componentes de la selección de balonmano fueron algunas de las que inmortalizaron el momento. También el jugador de rugby Iggy Martín, autor del ensayo que le dio a España el histórico pase a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Sumido por la emoción besó a su esposa, la atleta Juliet Itoya, con las cámaras de televisión como testigo.
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