Musulmanes rezando en la mezquita de Yahya, en la ciudad de Saint-Etienne-du-Rouvray. AFP
Los últimos atentados han reabierto el debate sobre la integración de la comunidad musulmana y la lucha contra la radicalización islamista
Francia cerrará más mezquitas extremistas y expulsará a imames extranjeros
Hollande ha mostrado este miércoles ante la prensa su oposición a la idea sugerida por Valls de crear un fondo público para financiar las mezquitas del país. El Gobierno francés ha dedicado los últimos días gran parte de su agenda pública al debate en torno a la relación del islam con el resto del país y de momento, aunque no se ha concretado nada, no se ponen de acuerdo.El presidente entiende que la idea planteada por Valls para evitar la financiación extranjera de las mezquitas y centros islámicos, toca directamente los principios de la ley de 1905 que estableció la separación entre los poderes de la Iglesia y el Estado prohibiendo la subvención de actividades religiosas.
Para Hollande, cualquier medida "debe ser compatible con la ley de 1905".El propio Valls, que se pronunció en una tribuna titulada "Reconstruir el Islam de Francia" en 'Le Journal du Dimanche' el pasado domingo y de nuevo este martes en el diario 'Libération', confesaba que "tocar la ley de 1905 abriría un debate muy peligroso", aunque "se deben analizar todas las soluciones, sin prohibirnos una suerte de financiación pública".
De nuevo, los últimos atentados en Francia han reabierto el debate sobre la integración de la comunidad musulmana y la lucha contra la radicalización islamista. Para ello, el Gobierno estudia medidas como el establecimiento de un diploma universitario para imanes en 13 ciudades distintas del país que garanticen que el discurso de éstos se enmarca en los valores republicanos; el cierre de mezquitas salafistas y la expulsión inmediata de predicadores extranjeros que mantengan sermones extremistas.
También este lunes, el ministro del Interior Bernard Cazeneuve se reunió con distintos cargos de instituciones islámicas, como el presidente del Consejo de Culto Musulmán de Francia (CFCM por sus siglas en francés), Anouar Kbibech, que ofrecerá desde finales de año un certificado para los imanes. Juntos, esperan poder encontrar a partir de octubre nuevas formas de colaboración cultural para que los recursos económicos de las mezquitas, nuevas y antiguas, puedan encontrarse dentro de Francia y no haya que recurrir a fondos extranjeros.
En la actualidad, la mayoría del dinero procede de países como Arabia Saudí, que apuestan porque en estos centros se difunda una comprensión del islam más rigurosa, en cualquier caso alejada de prácticas más relajadas como las que se dan en Francia u otros países occidentales.
"Un desafío enorme"
"Es un enorme desafío, tenemos que ayudar a los musulmanes de Francia a superarlo. Aunque no sea más que una parte de la solución, debemos ser más voluntariosos en cuanto a la organización del islam en Francia", aseguró Valls en 'Libération'.
"Un desafío enorme"
"Es un enorme desafío, tenemos que ayudar a los musulmanes de Francia a superarlo. Aunque no sea más que una parte de la solución, debemos ser más voluntariosos en cuanto a la organización del islam en Francia", aseguró Valls en 'Libération'.
Las ideas lanzadas por el Gobierno han recibido criticas por quienes consideran que esto es una "bomba de humo". "Después de los últimos ataques deberíamos estar hablando sobre las mejoras de seguridad que este país necesita o las fallas en la justicia que dejan en libertad a personas radicalizadas, como fue el caso de uno de los jóvenes que acabó con la vida del padre Jacques Hamel la pasada semana", opina Yasser Louati, activista de derechos humanos y libertades públicas. "Queremos reformar el culto sin contar con los musulmanes.
El Estadio viola constantemente la laicidad creando instituciones y eligiendo a representantes que no tienen relación con los musulmanes de Francia, como el CFCM. Mientras esto sea así no veremos resultados", señala Louati a EL MUNDO.Por su parte, el imán de Burdeos, Tareq Oubrou, pone en duda en una columna de Le Monde esa supuesta relación entre financiación extranjera y el extremismo. "No basta con construir una mezquita con el dinero de los fieles para que esta sea 'moderada', y tampoco que un imán sea formado en Francia le convierte en moderado. Muchos imanes extranjeros son mucho más moderados que algunos franceses de segunda generación a pesar de haber sido educados en Francia". Para Oubrou, amenazado de muerte por el Estado Islámico, creer que una reforma del islam en Francia va a acabar con la radicalización de los jóvenes, "es hacerse ilusiones".
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