Monés ha señalado algunos "ensayos esperanzadores" que empiezan a dar sus primeros resultados, como ha ocurrido en el caso del uso de células madre para regenerar la retina
La restauración de ciertos tipos de ceguera será posible durante la próxima década, ha afirmado hoy el oftalmólogo y director de la Barcelona Macula Foundation y el Instituto de la Mácula, Jordi Monés.
El oftalmólogo ha destacado que los nuevos tratamientos permitirán curar en unos años las enfermedades degenerativas de la retina, que es la principal causa de ceguera en el mundo occidental, durante la celebración del B·Debate, una reunión donde investigadores de todo el mundo han discutido los principales avances científicos en la lucha contra la pérdida de visión.
La conferencia, promovida por Biocat y la Obra Social "la Caixa" y celebrada entre ayer y hoy, ha permitido "dar a conocer la buena ciencia que hacemos en Cataluña", ha asegurado el director de Biocat, Albert Barberà.
En el mundo hay 285 millones de personas con problemas de visión, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se ha propuesto eliminar las formas de ceguera que se pueden prevenir de cara al 2020.
Monés, que ha liderado de las reuniones del B·Debate, ha remarcado los avances de la investigación en este campo, que proporcionan nuevas terapias que combinan la medicina regenerativa, la terapia génica, la fotónica y la nanotecnología, entre otros tratamientos.
"Queremos evitar la ceguera antes de que aparezca, ralentizarla o regenerar las células cuando la enfermedad ya ha ido muy lejos", ha proclamado el oftalmólogo, que también ha recordado el papel clave de los "factores ambientales y los malos hábitos" pese a que el defecto genético siga siendo "lo más importante" para predisponer a una persona a sufrir algún tipo de ceguera.
El oftalmólogo ha destacado los estragos que causan la degeneración macular, la causa principal de ceguera en el mundo occidental que afecta a 300.000 personas en España; la retinitis pigmentaria, principal causa de ceguera total, degenerativa y hereditaria, que afecta a más de 15.000 españoles; y la enfermedad de Stargardt, una afección hereditaria y sin tratamiento que se da en menores de 20 años y que les supone la principal causa de distrofia macular.
La buena noticia es que, según el oftalmólogo, "se amplía el horizonte de la ciencia, dotándose de recursos para que obtengamos respuestas en los próximos años", y que "ya empezamos a obtener".
Aunque ha admitido que, "cuanto más conocemos, más compleja es la situación", Monés ha señalado algunos "ensayos esperanzadores" que empiezan a dar sus primeros resultados, como ha ocurrido en el caso del uso de células madre para regenerar la retina.
Ya hay una publicación, ha afirmado el oftalmólogo, "donde se ve que las células ya se han implantado, han crecido al lado de las células de la propia persona y han habido ciertas mejoras", aunque también ha remarcado que los ensayos se suceden con "prudencia", ya que "las células madre son muy potentes para hacer cosas buenas y malas"
Monés también ha apuntado hacia las investigaciones en el ámbito de la genética, que avanzan para lograr "cosas impresionantes como implantar chips biológicos" en el ojo, "infectando las células de la retina para que sean capaces de recibir la luz", o "en el cerebro, para que no sólo detecte la luz sino que pueda interpretarla".
Pese a que ha considerado "muy osado" poner una fecha límite, el oftalmólogo ha estimado que "en 5 ó 10 años tendremos cosas: de 50 líneas de investigación, fallarán 40, pero habrá 10 que funcionarán".
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