El imán Faruk Mohamed orando en la mezquita de Santiago, situada en la avenida de Lugo. - FOTO: Fernando Blanco
Durante un mes no pueden comer ni beber desde que sale el sol hasta que se pone // El imán destaca que Compostela es una ciudad muy acogedora // “Nuestra religión defiende la paz”
Cerca de 3.000 musulmanes viven en Santiago y su área de influencia. Para ellos acaba de comenzar uno de los momentos más importantes del año, el mes del Ramadán, durante el cual no pueden comer, beber, ni mantener relaciones sexuales a lo largo del día. No todos lo cumplen, pero sí una inmensa mayoría, incluso aquellos que no acuden con frecuencia a la mezquita, ya que es uno de los pilares del islam y es una tradición con mucho arraigo.
Faruk Mohamed, que a menudo ejerce como imán en la mezquita de Santiago, ubicada en la avenida de Lugo, explica a EL CORREO GALLEGO cómo viven el Ramadán. “La gente que tiene que trabajar o estudiar lo sigue haciendo con normalidad, pero si alguien tiene un trabajo que es muy duro físicamente puede hacer una excepción y cumplirlo en otra fecha. Lo mismo sucede con los enfermos y las mujeres embarazadas”, cuenta el imán compostelano.
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