Acuerdo entre la Fundación ONCE y las confesiones religiosas
Fundación ONCE firmará este martes 21 de junio un convenio de colaboración con evangélicos, musulmanes y judíos para instalar bucles magnéticos en las iglesias, mezquitas y sinagogas de España con el fin de que las personas sordas puedan seguir el servicio religioso. Este convenio ya se firmó el pasado mes de diciembre de 2015 con la Iglesia Católica y ahora se ratificará.
Así, los distintos templos instalarán en el interior del templo bucles magnéticos --sistema de sonido que transforma el audio en un campo magnético que captan los audífonos-- para que las personas con discapacidad auditiva que utilizan implantes o amplificadores puedan escuchar al cura, al pastor, al iman o al rabino sin dificultades. Desde la Fundación ONCE explican a Europa Press que es un derecho de todas las personas poder escuchar el servicio religioso.
La firma tendrá lugar en la sede de Fundación ONCE en Madrid y estarán presentes el subdirector general de Relaciones con las Confesiones del Ministerio de Justicia, Jaime Rosell; el vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, Alberto Durán; el director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Conferencia Episcopal, Juan Luis Martín; el presidente de la Comisión Islámica de España (CIE), Riay Tatary; el secretario ejecutivo de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), Mariano Blázquez, y el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Isaac Querub.
En el caso de la Iglesia católica, los bucles magnéticos ya han comenzado a instalarse en algunas de las doce iglesias previstas: la Sagrada Familia de Barcelona y la Abadía de Montserrat (Cataluña), la Catedral de Santa María de Sevilla y la Basílica de la Virgen de la Encarnación de Málaga (Andalucía), la Catedral de Santa María de Palma de Mallorca, la Catedral metropolitana de Santa María la Real de la Almudena y la Iglesia de San Antón (Madrid), la Basílica de Santiago de Compostela, la Catedral de Santa María de Regla de León, la Basílica de El Pilar de Zaragoza, la Catedral de Pamplona y la Basílica de Nuestra Señora de Candelaria de Tenerife.
MISA EN LENGUA DE SIGNOS
En España, un millar de personas sordas y medio centenar de sordociegos acuden a la Iglesia todos los fines de semana y, hasta ahora, a falta de bucles magnéticos, un total de 21 sacerdotes repartidos por toda la geografía española dicen misa, confiesan y celebran bodas, bautizos y comuniones en lengua de signos.
El director nacional de la Pastoral del Sordo de la Conferencia Episcopal Española, Sergio Buiza, que celebra misa en lengua de signos en la Iglesia Catedral del Señor Santiago en Bilbao, explica a Europa Press que el objetivo es "llevar el Evangelio al máximo número de personas".
En España se calcula que hay en torno a un millón de personas con sordera en diferentes grados. De ellas, unas 1.250 acuden a misa en lengua de signos cada semana a alguna de las 24 iglesias donde los sábados por la tarde --o incluso los domingos, como en el caso de Madrid-- los signos trazados en el aire sustituyen a las palabras.
La Iglesia trabaja con las personas sordas desde hace más de 50 años y lo hace de forma más coordinada desde los años 90 del siglo pasado, cuando la Pastoral del Sordo entró a formar parte del organigrama de la Conferencia Episcopal.
Además, este departamento de la Iglesia está presente en 24 diócesis en las que se ofrece misa en lengua de signos, en algunas semanalmente y en otras cada quince días, dependiendo del número de fieles. Así, por ejemplo, en la Parroquia Santa María del Silencio de Madrid, se celebra la eucaristía los martes, jueves, sábados, domingos y festivos. Se trata de la única iglesia de España pensada específicamente para las personas sordas.
El sacerdote responsable de esta parroquia levantada en 1973, Jaime Gutiérrez, comenzó con problemas de audición a los 12 años y a los 30 se quedó completamente sordo. Su caso es un ejemplo de ese pequeño porcentaje de sordos postlocutivos, que pierden la audición después de adquirir el habla.
Este sacerdote sonríe al recordar los últimos ocho años predicando en Madrid. En 1973 se fundó esta iglesia para sordos, ubicada junto a la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y hace tres años, el arzobispado aprobó su nueva ubicación, en plena calle Raimundo Fernández de Villaverde.
Suenan las campanas y Jaime Gutiérrez sale de su despacho. Como cada jueves a las 19,30 horas, se viste con su casulla y sube al altar junto al diácono, Luis, para celebrar la eucaristía. Óscar y María, dos jóvenes a los que les unió la lengua de signos, ayudan durante la celebración y suben a leer e interpretar respectivamente la Primera Lectura. El sacerdote habla y signa al mismo tiempo y cuando llega el momento de responder, se hace el silencio y los brazos de los fieles se agitan a uno y otro lado.
Los fines de semana, es difícil encontrar un banco libre porque se desplazan personas de Alcalá e incluso de Toledo. Entre semana, sin embargo, acuden unos diez o quince parroquianos como Antonio, que lleva más de 20 años acudiendo a esta parroquia.
UN BAR EN LA PARROQUIA
"Es genial poder vivir mi fe con todos los sordos. Aquí tengo todos los servicios en signos y me siento integrado", cuenta Antonio al terminar la misa, momento en el que, a diferencia de otras iglesias, los fieles no salen sino que se quedan para socializar en el bar que hay dentro de la propia parroquia.
"Es el problema de la comunicación. En familias en las que solo hay una persona sorda, esta puede sentirse aislada pues no tiene con quién hablar", apunta Gutiérrez para explicar que las iglesias para sordos se convierten para ellos en punto de encuentro y diálogo.
En total, unas 173 personas se dedican a la pastoral del sordo en España: 140 laicos, de los cuales 40 son sordos, nueve consagrados de los que dos son sordos; tres seminaristas y 21 sacerdotes, de los cuales tres son sordos.
En estas parroquias se ofrecen todos los servicios de los que disponen los fieles en cualquier templo: misas, catequesis, grupos bíblicos o celebración de bodas, bautizos y funerales. El problema es la dispersión, según explica el director nacional de la Pastoral del Sordo, Sergio Buiza, pues la parroquia (una por diócesis) está ubicada en un determinado barrio de una determinada provincia y no todas las personas sordas viven en torno a ella.
LENGUA DE SIGNOS ESPAÑOLA Y CATALANA
En cualquier caso, los signos no son los mismos para todos los sordos de España. Concretamente, hay dos lenguas de signos aceptadas por el Estado: la española y la catalana.
El sacerdote Xavier Pagès es el único que predica en lengua de signos catalana. La aprendió hace 22 años, cuando apenas tenía 28, porque el sacerdote que decía misa en lengua de signos en Cataluña se iba a jubilar.
Pagés, que se define como una persona negada para el aprendizaje de idiomas, se sorprendió con la facilidad que asimilaba estos signos. Sus profesores eran los propios sordos que acudían a la Iglesia así como el sacerdote jubilado y en un año ya se comunicaba con ellos.
A la misa de Pagès asisten muchos sábados unos cien fieles pero el sacerdote aclara que esto no significa que sean los únicos que van a misa pues también hay personas que asisten a la Eucaristía del domingo --para oyentes-- aunque no se enteren de todo. A partir de ahora, con los bucles magnéticos, las personas sordas tendrán una alternativa más para escuchar no solo la lectura de la Biblia sino también del Corán y la Torá.
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