jueves, 8 de agosto de 2019

Tecnología nipona para combatir el calor durante la peregrinación a La Meca

Riad, 07 Agosto 2019,EFE


Tras recurrir a los toldos, la plantación de árboles o la pulverización de agua para combatir las altas temperaturas durante la peregrinación a La Meca, Arabia Saudí ha apostado este año por la tecnología japonesa: una pintura para carreteras que promete rebajar en 20 grados la sensación térmica.

La ciudad sagrada de La Meca sufre casi todo el año el azote del calor y la sequedad ambiental, y el breve invierno apenas sirve de respiro para los cientos de miles de peregrinos que día tras día acuden a la "umra" o peregrinación menor.

Además, en esta ocasión el "hach", la gran peregrinación anual que todo musulmán debe realizar al menos una vez en la vida, acontece en pleno verano y a finales de esta semana unos dos millones de visitantes se concentrarán en La Meca con temperaturas en torno a los 40 grados.

Por ello, las autoridades locales han decidido recurrir a una empresa nipona para luchar contra el calor en Mina, cercana a la ciudad sagrada y escenario de uno de los últimos ritos de la peregrinación: el apedreamiento de tres columnas que representan las tentaciones del diablo.

En una parte de la zona desértica de Mina, donde también se degüellan corderos y se reza para marcar el inicio de la festividad musulmana del Sacrificio o Aíd al Adha, se ha puesto en práctica por primera vez la innovadora idea de pintar la calzada.

"La idea del proyecto es pintar el asfalto peatonal con un material que rebaja unos 20 grados" la sensación térmica, explicó a Efe el director general de las Áreas Sagradas, Ahmed Manshi.

"A pesar de que hay toldos en Mina a lo largo del camino que lleva al lugar de la lapidación, la temperatura sigue siendo alta y es difícil que la gente la soporte, especialmente los ancianos", agregó el director.

De hecho, muchos que los que realizan el "hach" son personas mayores y los peregrinos deben pasar cuatro noches en Mina, en un espacio de 2,5 millones de metros cuadrados donde el Gobierno saudí construyó lo que considera el mayor complejo de tiendas de campaña del mundo.

Con casi 17 kilómetros cuadrados de extensión, en Mina se cree que el profeta Mahoma lapidó con cuatro piedras al diablo cuando éste interrumpió su camino tres veces y por eso los musulmanes siguen el ejemplo del profeta el primer día del Aíd y los tres días siguientes, en los que pernoctan en la zona.

Ubicada a unos 6 kilómetros de la Gran Mezquita de Al Haram de La Meca, es un área destacada del "hach" y en ella ya se probó anteriormente un sistema de aire acondicionado específico para áreas desérticas capaz de enfriar el ambiente y situar las temperaturas por debajo de los 29 grados.

Este año se probará la pintura japonesa y, en el caso de que la prueba piloto tenga éxito, la iniciativa se extenderá al resto de Mina, la zona de las lapidaciones y las demás áreas sagradas, según Manshi.

Unos sensores colocados en el área servirán para comprobar la eficiencia del novedoso proyecto, si bien el responsable se muestra de antemano optimista respecto a su resultado.

"El Gobierno sabe lo difícil que es realizar los ritos de la peregrinación cuando hace calor y entre una muchedumbre, por eso cada año busca soluciones que ayuden a los peregrinos", destacó Manshi.

La pintura para carreteras es sólo la última y quizás más innovadora de las ideas que se han probado en los últimos años para combatir el calor de la península arábiga, donde habitualmente los residentes permanecen en espacios con aire acondicionado la mayor parte del tiempo.

En ocasiones anteriores, las autoridades saudíes recurrieron a la pulverización de agua, que puede rebajar la temperatura entre 5 y 9 grados, o la plantación de 300.000 árboles en el monte Arafat, donde según la tradición musulmana el profeta Mahoma pronunció su último sermón hace catorce siglos. 

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