Chilabas y babuchas, sí, pero también vaqueros y zapatillas de Adidas. Ayer en el pabellón 5 de la Feria de Zaragoza se dieron cita más de 5.000 fieles musulmanes para celebrar el Id Aladha, el 'día del sacrificio', que coincide con la tercera jornada de peregrinación a La Meca y en el que todo musulmán con recursos debe sacrificar una cabeza de ganado en nombre del profeta Abraham.Los saludos entre familiares, los dulces y las pastas a las puertas y la chavalería luciendo sonriente sus bolsas de gominolas eran ayer la viva imagen de una jornada festiva. "Hay menos gente que otros años porque es día laboral, pero calculamos que serán cerca de 6.000 personas las que hayan venido a rezar a la Feria", comentaba ayer Abdel Kader, secretario general de la Comunidad Islámica en Zaragoza. Sus hijas no acudieron porque "están de exámenes, aunque algunos pequeños se han saltado las clases", mientras que "los adultos tienen el derecho reconocido de solicitar esta jornada como día festivo", explica.
La celebración del sacrificio, que debe realizarse 70 días después del fin del Ramadán, comienza con un rezo y un sermón en el que se predican valores éticos y morales "y en el que se recuerdan los pilares del islam", comenta Alhaji Latif en perfecto castellano. Este joven magrebí, que llegó hace seis años a Zaragoza, explica que, por tradición, "en la parte delantera se colocan los hombres, y unos metros más atrás las mujeres con los niños más pequeños". Después, todos se descalzan, se arrodillan y ocupan su sitio en las alfombras para dirigirse a Alá orientados a La Meca.
Abdel Kader comenta que cada vez hay más españoles que se suman a la oración conjunta. Son hijos de inmigrantes que han nacido en Aragón pero también españoles que han decidido abrazar la fe musulmana. "Es la principal fiesta en el calendario islámico, que podríamos equiparar con la Navidad cristiana porque en muchos rincones del mundo también es habitual comprar ropa nueva o juguetes para los niños", explicaban ayer a los 'invitados', entre los que se encontraba el concejal de Conservación de Infraestructuras Luis Alberto Laguna. El edil estima que la comunidad islámica de Zaragoza está formada por unos 18.000 ciudadanos y que en todo Aragón la cifra asciende hasta los 40.000. Además, ayer afirmó que el Ayuntamiento se comprometía a estudiar las reivindicaciones de la comunidad musulmana como -según viene demandando Fawaz Nahhas, presidente de la Comunidad Islámica de Zaragoza- adquirir un terreno en el que se edifique una gran mezquita para que las diez que ya hay en Zaragoza no tengan que depender de locales alquilados.
Al margen de los rezos y plegarias, el acto central de la fiesta de ayer es el degüello de un animal. Desde corderos y ovejas hasta vacas y camellos, dependiendo de la situación económica de cada familia. Y aunque a los no iniciados les pueda asustar el rito, Kader cuenta que "conmemora la historia del patriarca Abraham y su hijo Ismail. Abraham recibió la orden divina de sacrificar a su hijo, y este le contestó a su padre que había que obedecer. Cuando Abraham fue a hacer la voluntad de Dios, resultó que el cuchillo no cortaba, y no cortó a pesar de afilarlo. Entonces apareció un ángel con un cordero como ofrenda, para suplir el sacrificio del hijo".
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