Centenares de musulmanes celebran el último día del Ramadán en un la Feria de Muestras de Zaragoza,Foto:EL PERIÓDICO
Los empresarios agrarios reconocen que la tradición afecta al rendimiento.El ayuno puede aplazarse o evitarse si afecta a la salud y a los ingresos.
El Ramadán es compatible con el trabajo. Así lo considera la comunidad musulmana aragonesa, que en vísperas de iniciarse el periodo de ayuno reconoce que los fieles tienen libertad para posponer e incluso no cumplir con la tradición, siempre y cuando se lo impidan motivos económicos o de salud. "El islam es tan flexible como estricto", señaló ayer Fawaz Nahhas, imán y responsable de la Asociación Musulmana Mezquita Annur de Zaragoza. "Decidir si se puede o no se puede realizar el Ramadán depende de cada uno de los musulmanes, de su situación particular", aseguró Fawaz.
Pero la mayoría de los trabajadores musulmanes que viven en Aragón opta por compaginar su trabajo con el ayuno, lo que en ocasiones repercute en su rendimiento, pues no beben ni comen en las horas de sol. Además, puede generar problemas en la producción en labores que, como la agricultura y la construcción, se realizan a pleno sol.
Fawaz, que recibe muchas consultas, recomienda a los musulmanes que, en función del tipo de ocupación, soliciten un cambio de horario, "algo que no siempre es posible, pues determinadas faenas no admiten demoras".
"Algunos jornaleros musulmanes piden trabajar en el turno de mañana, entre las siete y las tres de la tarde, pero a veces no se puede conceder ese cambio de horario porque las faenas agrícolas, la recolección en particular, están sometidas a programas de producción y distribución muy estrictos", afirma Manuel Tornos, presidente de la Asociación Regional de Agricultores y Ganaderos de Aragón (Araga).
Sin embargo, Tornos explica que "lo normal" es que casi todos los temporeros mahometanos trabajen sin problemas durante toda la jornada. "Son gente joven y aguantan el tirón", comentó.
"Los jornaleros que siguen el Ramadán rinden algo menos: el ayuno los va debilitando a medida que pasan los días", indicó Vicente López, agricultor en La Almunia y miembro de UAGA.
De hecho, en la zona de Fraga los agricultores prefieren en ocasiones contratar a jornaleros del Este: rumanos, búlgaros, checos... "No hay racismo contra los musulmanes", declaró un fruticultor de Fraga que no quiso revelar su nombre. "Lo que ocurre es que ahora, con la crisis, hay mucha oferta de mano de obra y los agricultores descartan a los magrebís por el problema que representa el Ramadán en épocas de cosecha", añadió.
Sin embargo, la misma fuente precisó que "no sucede lo mismo con los subsaharianos". "Siguen el Ramadán de forma menos estricta, quizá, y le dan prioridad al trabajo, mientras que los árabes son más devotos", concluyó.
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