El ayuno y la abstinencia, herramientas de purificación física y espiritual, durarán hasta el 10 de septiembre, y han de acompañarse con oraciones diarias
Comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales no está permitido desde el pasado miércoles 11 de agosto y hasta el 10 de septiembre para aquellos que profesan la religión musulmana. Esto es así porque el noveno mes lunar, el Ramadán, contempla el escrupuloso ayuno y la purificación espiritual como dos de los pilares imprescindibles del islam.
«El ayuno, lo que casi todo el mundo llama Ramadán sin serlo, es dejar de comer durante el día, pero significa muchas otras cosas» explica Mohamed Shobrami, asesor de Inmigración de CCOO, «es un mes para purificarse en muchos otros sentidos, y para sentir lo que sienten aquellos que pasan hambre y sed, los que tienen verdadera necesidad».
Los preceptos musulmanes prohiben comer y beber desde el alba hasta que se pone el sol. Llegado el crepúsculo, los musulmanes pueden «comer cualquier cosa, aunque hay ciertos consejos del profeta en cuanto a qué comer. Es mejor comenzar con dátiles, leche y agua, por ese orden», explicó Shibrami, añadiendo que «son los alimentos mejor valorados, y aunque no se exactamente por qué son esos y no otros, si puedo decir que el dátil tiene mucho azúcar natural, y en los primeros días de ayuno se pierde mucha glucosa. La leche, además, facilita la digestión».
La falta de alimentos y líquidos es, si cabe, aún más complicada en un mes veraniego, en el que las horas diurnas son más y el calor aconseja hidratación. La suerte ha querido que este año haya sido agosto, el de los bochornos. El dogma musulmán contempla estas y otras circunstancias adversas, no obstante. «Se trata de mantener las tres comidas de siempre, pero distribuirlas por la noche. Además, los viajeros y enfermos pueden aplazar el ayuno, así como las embarazadas. No se trata de hacernos daño». En este sentido, explica que «si un trabajador de la construcción está ayunando por el Ramadán y haciendo esfuerzos físicos ha de beber agua. No se trata de llegar al desmayo».
Mohamed considera que el desconocimiento de la gente hacia la fe musulmana es absoluto en muchos casos. «Mucha gente no entiende el ayuno, ni sabe que puede ser muy beneficiosos bien hecho. Igual que todos necesitamos un mes de vacaciones, el cuerpo necesita descanso también. El ayuno consume células muertas y ayuda a desprender grasas. Psicológicamente es también muy saludable» asegura el asesor sindical.
Lo importante, aclara es saber qué comer y cómo hacerlo: «no puedes ayunar durante el día, que llegue la noche y comer de todo. Eso sería malo para el estómago. Evitamos las carnes grasas y las cantidades excesivas, y procuramos comer mucha fruta y verdura, que se digiere muchísimo mejor».
El mes de ablución espiritual es obligatorio para quienes de acogen al islam. En Burgos son cerca de 3.000 los musulmanes que acaban de comenzar sus vigilias diurnas. De no hacerlo, tal y como explica Mohamed, «estarían incumpliendo el mandamiento de Aláh, uno de los cinco pilares del islam».
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