domingo, 29 de agosto de 2010

«La crisis siempre toca en mayor medida al más débil y aquí los más débiles son los inmigrantes»

ALBACETE,29.08.10,laverdad.es,MERCEDES SÁNCHEZ

Mostafá Snabi, al fondo, observa como reza uno de los miembros del Centro. :: MANUEL PODIO

Mostafá Snabi. Presidente del Centro Cultural Islámico de Albacete. Asegura que en su comunidad la tasa de paro se sitúa en torno al 70% e incluso el Centro Islámico ha tenido que despedir al imán .

«La comunidad musulmana recibe lo que refleja. Si no sé reflejar quién soy, cómo es mi cultura... recibiré cosas desagradables de algunas partes que no lo entienden»
«En Murcia o Valencia los centros tienen ayudas económicas. Aquí, desgraciadamente no. Ayuda logística sí, pero económica, no»

«La religión no quiere el mal para el ser humano. El Ramadán tiene sus razones y lo que hay que hacer es cumplirlo pero sin ser extremista en estos temas».La musulmana es una comunidad que en los últimos años se ha afianzado en Albacete. En pleno Ramadán, el presidente del Centro Cultural Islámico, Mostafá Snabi, nos explica cómo viven esta época en Albacete. Un lugar donde asegura que ha habido una buena integración. «La comunidad musulmana recibe lo que refleja. Si yo no sé reflejar realmente quién soy, cómo soy, cómo es mi cultura, cómo es mi religión... recibiré algo desagradable de algunas partes que no entienden lo que tú acabas de reflejar», apunta Snabi quien insiste en que esa gente suele ser poca. España, cuenta, es de los países más cercanos a los países musulmanes y eso se nota en su integración.

-¿Qué es el Centro Cultural Islámico?
-Es un lugar de encuentro. Es un centro donde se llevan a cabo muchas actividades, incluida la religiosa. Llevamos a cabo actividades culturales, sociales y también religiosas. A lo largo de todo el año atendemos a la comunidad musulmana y también a gente que no es musulmana. Las puertas del Centro Cultural Islámico siempre están abiertas a todo el mundo, es un sitio público.

-¿Qué actividades se desarrollan?
-Hacemos actividades enfocadas sobre todo a la temática de la mujer, tanto en lo relativo al aprendizaje del castellano como otro tipo de formación con talleres y cursos. También hacemos cursos de refuerzo dirigidos a los niños de las familias recién llegadas, a los que les cuesta adaptarse o salir adelante en el colegio. Y para los niños nacidos aquí desarrollamos clases de árabe y talleres de acercamiento a la cultura de sus padres para que no se olviden de donde proceden. Hacemos además otros cursos de carácter general. Por ejemplo ahora tenemos un convenio con un instituto de formación de Albacete.

-¿Y qué se va a hacer?
-A partir de octubre se van a impartir para mujeres cursos de geriatría y de cuidado de mayores, y para los hombres se impartirán cursos sobre cómo montar una empresa o cómo desarrollarse como trabajador autónomo. No es una mezquita como puede pensar la gente, es un centro donde se hacen muchas cosas. Y aparte de todo eso tenemos una sala de oración y donde la gente hace sus misas. Y también hacemos servicios religiosos fuera del centro como por ejemplo cuando hay algún difunto. Tampoco hay que olvidar que participamos en las fiestas tanto las autóctonas como las nuestras. Desde el centro además se trabaja muchísimo para la buena convivencia. Tratamos de hacer de mediadores en los conflictos en los colegios, entre familias o entre vecinos.

-¿La comunidad musulmana es muy amplia en Albacete?
-Sí. Aunque en los dos últimos años como consecuencia de la crisis ha disminuido un poco. Las razones son obvias. Uno cuando no encuentra trabajo, cuando no tiene solución, tanto económica como social a su situación pues busca otras salidas. Hay gente que ha dejado de vivir en Albacete y se ha ido a vivir a otros sitios. Muchos también han vuelto a su tierra. Por lo menos en el caso de la comunidad marroquí yo sé que ha pasado de contar con unas 1.600 personas empadronadas aquí a estar ahora unos 1.200 más o menos. Muchas familias han estado en muy mala situación y han optado por volver. También trabajamos en este aspecto. Intentamos de ayudar un poco. Trabajamos en colaboración con Cruz Roja, con el Banco de Alimentos, con el Ayuntamiento de Albacete para repartir las ayudas que recibimos a esas familias que están sufriendo esa difícil situación. Aún así hay una buena comunidad en Albacete. He comentado el caso de los marroquíes pero nuestra comunidad abarca más de doce nacionalidades.

-¿Cuántos socios hay en el Centro?
Nosotros como socios que vienen a nuestro centro tenemos más de 1.000 personas que vienen a menudo. Y cuando hay fiestas podemos pasar a sumar 1.500 ó 2.000 personas porque en muchos casos vienen también de los pueblos de alrededor. De hecho para que no haya muchos problemas de logística hemos tratado de abrir pequeños centros en otros pueblos. Lo hemos hecho por ejemplo en Casas Ibáñez, Villamalea, La Roda, Hellín, Tobarra, Villarrobledo y Caudete. Tratamos así de que cuando hay por ejemplo una fiesta no tenga que desplazarse todo el mundo a Albacete porque tampoco tendríamos espacio.

-¿Cómo está afectando la crisis y la falta de empleo a los miembros de la comunidad musulmana?
-Estamos en una situación de 'stanby' o, como se suele decir aquí, esperando a que aparezca la Virgen. En nuestra comunidad hay una tasa de paro, por mucho que digan que en el caso de los inmigrantes es de un 40 ó 50%, que llega hasta el 70%. Estamos hablando de un número que da miedo. La crisis toca siempre en mayor medida al más débil y los más débiles en este caso son los inmigrantes. Sabemos, dicen, que hay una pequeña recuperación, pero a los más débiles nos tocará recuperarnos los últimos. Yo llevo 22 años viviendo en España y he vivido dos crisis antes y esta tercera no tiene calificativos. Ésta no deja a nadie respirar. Hay que tratar de animar a esta gente que está pasándolo peor. Tratamos de animarla tanto en los discursos religiosos como fuera de estos. Queremos hacerles llegar un mensaje optimista, animarles a que se desarrollen. Por eso vamos a hacer ese curso de formación para informarles y que vean las posibilidades de convertirse en trabajadores autónomos, para que puedan formar sus empresas o sus negocios, para que sean activos en la búsqueda de trabajo.

En el Ramadán

-¿Ramadán es difícil llevarlo a cabo en Albacete?
-No. Al revés. Yo prefiero hacerlo aquí en España que en Marruecos. Aquí nos sentimos como si estuviéramos en nuestra tierra. Es nuestra tierra también, cuando uno tiene su familia y su vida aquí ésta es su tierra. Nosotros nos adaptamos a las circunstancias. De hecho el musulmán siempre se adapta a las circunstancias del lugar, del tiempo y de todo. No tenemos que buscar excusas. La fe está dentro y eso no me lo va a cambiar el sitio o el tiempo. Yo cumplo con mis obligaciones con total normalidad. Vengo y hago mi trabajo y cuando llegan las dos que se cierra pues cierro y no pasa nada. En los países musulmanes por ejemplo trabajan hasta las cuatro y luego ya no vuelven al trabajo. Aquí como se cierra a las dos, pues nada, me voy a mi casa, me echo una siesta y vuelvo a las cinco a trabajar hasta las nueve. Y a las nueve que me toca comer algo pues lo hago. Es saber adaptarse a la situación. En general se lleva bien.

-¿Los empresarios lo entienden?, ¿colaboran para que sea más fácil?
-Al empresario le traen sin cuidado esas cosas, para que nos vamos a engañar. No es el empresario el que se tiene que adaptar, es el propio musulmán el que debe hacerlo. Si el empresario es flexible, pues bienvenido. Si no lo es, pues no pasa absolutamente nada. Se trata de saber adaptarse a la situación. No tengo porque ser un peso en una empresa.

-En otras provincias hay empresarios que han pedido a los musulmanes que firmen un documento eximiéndoles de los posibles riesgos para su salud por el Ramadán, ¿qué le parece?
-Cuando nosotros ayunamos estamos incluso mejor de salud. Los médicos incluso dicen que es saludable. Cuando uno ayuna, elimina toxinas. Pero lo que hay que decir es que la gente que tiene un trabajo duro, que está bajo el sol por ejemplo, tiene permiso para comer. En el Islam lo tenemos muy claro es que el Ramadán se hace por salud y para recordar al que no come y para sentir lo que siente un pobre, el que no tiene para comer ni para beber. Esas son las razones. Pero si se trata de una mujer embarazada, una persona enferma o de alguien que tenga un trabajo muy duro, tienen permiso para comer. O si estás viajando. A partir de 84 kilómetros de viaje, aunque sea en avión, si la persona quiere comer puede hacerlo porque tiene un permiso que nos han concedido. Lo único es que cuando esas personas puedan, en algún otro momento del año, cumplen con el Ramadán. Si lo haces estando en un trabajo muy duro hasta puede ir en contra de la propia religión. La religión no quiere el mal para el ser humano. El Ramadán tiene sus razones y lo que hay que hacer es cumplirlo pero sin ser extremista en esos temas.

Mezquita

-Coincidiendo con el Ramadán el año pasado comenzaban una campaña para recaudar fondos para construir una mezquita, ¿cómo va el proyecto?
-Ahí está. Tenemos ese proyecto y otros más. Pero hay que adaptarse a las situaciones. Ahora mismo la única fuente de ingresos que tenemos es la de los socios. Luego CCM este año nos ha dado 2.000 euros y el Ministerio de Justicia nos dio 5.000 euros. Nosotros tenemos de gastos mensuales 3.000 euros y de aportaciones de los socios 1.000 euros. Si no fuera por algunos hermanos que a lo mejor tienen negocios y ayudan mucho, no podríamos sacar adelante el tema. De hecho el mes pasado tuvimos que despedir al imán. No podemos hacer frente a su nómina y a la Seguridad Social. Son muchos gastos. Lo que tratamos ahora mismo es de salir adelante. Tratamos de dar los servicios más importantes y ya está. Si el religioso ahora se queda un poco cojo, no podemos hacer más. Gracias a Dios en el Islam tenemos la posibilidad de que en algunas ocasiones sin imán se puede hacer la oración. El imán es el dirigente espiritual, pero como tenemos el Libro Sagrado y nuestras guías marcadas no tenemos, gracias a Dios, ningún tipo de problemas.

-¿Les sorprende la polémica por la posibilidad de que se construya una mezquita en la zona cero de Nueva York?
-Es normal. Nosotros, como se suele decir, ya estamos curados de espanto. Sabemos que el tema del Islam en general, las mezquitas, el velo... que todas esas cosas se politizan y que también son un reclamo para los medios de comunicación. El Islam vende muchísimo la verdad. Y si encima haces una cosa en una situación, momento o lugar un poco sensible, pues más aún. A mí no me sorprende por la sencilla razón de que Estados Unidos, todos sabemos que es un país democrático pero que hay ahí de todo tipo. Muchas veces las cosas que vemos o que escuchamos no son lo que son. Hoy en día nos manipulan como quieren, tanto a través de los medios de comunicación como a través de cualquier cosa. A mí no me asombran esas cosas.

-Existe un interés creciente por la cultura musulmana, ¿también en Albacete?
-Efectivamente. La gente se interesa por muchas cosas. El otro día veía en 'Euronews' que entre las cinco palabras más buscadas en Europa en 'google' está Ramadán. Es la tercera palabra más buscada. Es un ejemplo de cómo la gente se interesa por conocer nuestra religión, nuestros hábitos, nuestra cultura. Hay que tener que hablamos de una comunidad que está dentro de una sociedad y que, por lo tanto, llama la atención lo que hace, por qué lo hace, cómo, de dónde vienen, etc... Eso tiene que servir para enriquecer la cultura global que tenemos en esta sociedad. No debe haber un enfrentamiento sino un enriquecimiento cultural. Al centro viene gente que nos preguntan, nos saludan, nos felicitan y eso es muy importante.
-Como parte activa de la sociedad albaceteña otros años han participado en la Feria por ejemplo con carrozas, ¿lo harán este año?

-Eso lo llevan más desde el Colectivo de Apoyo al Inmigrante. Y aunque no sé muy bien como está el tema, se ve que este año hay algún que otro recorte por parte del Ayuntamiento en esa materia. Pero participar, de una manera o de otra, siempre participamos. Nos apuntamos a todas las fiestas. No sé si se podrá hacer algo excepcional este año o no. Teníamos pensado montar una jaima y hacer algo pero ya veremos porque la situación es un poco dura y crítica. El centro está sufriendo muchísimo porque la mayoría de sus socios no trabajan. Sobrevivimos con las aportaciones de los socios y si uno no trabaja, pues tú no le vas a exigir que pague su cuota. Ayudas locales no tenemos de ningún tipo. No nos ayudan en nada mientras que en otros lugares ayudan bastante a las comunidades. En Murcia o Valencia las comunidades musulmanas, los centros, tienen ayudas. Pero aquí, desgraciadamente, no recibimos ningún tipo de ayuda económica. La logística sí. Cuando necesitamos hacer algún tipo de evento, en ese caso sí. Muchas veces me pregunta nuestra gente los motivos, por qué otras asociaciones sí y nosotros no. Estuve hablando con la alcaldesa personalmente y me dejó muy claro que no se puede. Lo entendemos.

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