Ahmed, responsable de Farmacia de MSF en Kilis, Turquía © MSF
Ahmed es el encargado de la farmacia de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kilis, Turquía. Trabaja en el programa de donaciones de medicamentos y suministros médicos de MSF que apoya a más de 15 hospitales y centros de salud dentro de Siria, y distribuye bienes de primera necesidad a los desplazados internos atrapados en el conflicto. Este es su testimonio.
Hay decenas de miles de personas que se desplazan desde sus aldeas a la frontera con Turquía. Algunos se han asentado cerca de nuestro hospital de Al Salama. Esas personas no tienen un lugar para dormir. La primera noche, muchos durmieron en la calle. Carecen por completo de agua potable y de baños. No reciben ninguna asistencia.
Nuestros propios empleados han tenido que reunir a sus familias y abandonar sus hogares uniéndose a las miles de personas en movimiento hacia la frontera turca. Alrededor de 50 de nuestros trabajadores han tenido que huir con sus familias. Se han asentado temporalmente en Al Salama o en tiendas de campaña en un campamento en la frontera. El primer día tuvimos que reducir las actividades del hospital a causa de la gran cantidad de desplazados que llegaban al centro en busca de ayuda.
No puedo dar una estimación de cuántas personas están en movimiento. El primer día había al menos 500 familias en la puerta principal de la frontera, pero esos son sólo los que he visto. He oído que hay muchos, muchísimos más en los pasos fronterizos no oficiales.
Ayer pregunté a algunas de las personas desplazadas sobre la asistencia que requerían. “No hemos venido para quedarnos en una tienda de campaña”, me respondieron. “Sólo queremos entrar en Turquía”. No reciben ninguna atención médica ni disponen de un alojamiento adecuado. No hay suficientes tiendas de campaña.
En el hospital de MSF de Al Salama, muchos compañeros que normalmente trabajan en la farmacia ahora están ocupados en aspectos logísticos, en conseguir medicamentos y suministros médicos y hacerlos llegar desde el punto A al punto B porque es lo que se requiere en estos momentos. Hace una semana completamos una ronda de donaciones en la ciudad de Alepo. Durante la misma, facilitamos suministros para tres meses a 10 hospitales ubicados en la propia Alepo y a otros 5 centros hospitalarios situados en las zonas rurales. Con esta distribución también facilitamos suministros a 5 centros de salud y 5 puestos de primeros auxilios. Afortunadamente, fuimos capaces de llevarla a cabo antes de que la carretera fuera bloqueada.
El gobierno turco ha cerrado la frontera para todos excepto para el personal médico sirio. Los guardias fronterizos tienen una lista de los médicos sirios y permiten que estos pasen al otro lado, lo cual es positivo. Esto nos permite brindar atención médica a aquellos que la necesitan en el lado sirio.
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