Un técnico comprueba canales de ganado en el matadero de Avilés Carne de Asturias (Mavicar). Un técnico comprueba canales de ganado en el matadero de Avilés Carne de Asturias (Mavicar). / MARIETA
Asincar asegura que las reses que se matan fuera de la región son las adquiridas por tratantes de otras comunidades
El Matadero Central de Asturias lleva más de un año cerrado, después de que la empresa que lo gestionaba, Junquera Bobes, se declarara en quiebra. Esa circunstancia no ha supuesto una merma en la capacidad de sacrificio de ganado en Asturias, según explica la Asociación de Industrias Cárnicas (Asincar), que rechaza que se tengan que llevar reses a macelos de otras regiones. Muy al contrario, «todos los mataderos de Asturias tienen entre el 30% y el 40% de capacidad de matanza», explica el presidente de la asociación, César García.
El caso es que, según la asociación, «la situación no es tan complicada» como parece que se quiere hacer ver desde algunos sectores. García apunta que «hay unos intereses laborales de los trabajadores de Junquera Bobes que merecen todos nuestros respetos, pero en Asturias se sacrifica ganado sin problemas».
Once macelos continúan trabajando con normalidad
El presidente de Asincar añade que las únicas reses que se matan en macelos de otras regiones con las que compran tratantes no asturianos: «A la feria de Pola de Siero vienen muchos tratantes que se llevan fuera el ganado que compran, pero eso siempre se hizo, no es por una falta de capacidad de sacrificio en Asturias». Es más, César García asegura que también se mata ganado siguiendo el rito halal, es decir, el exigido por los musulmanes, y añade que «hay algunos mataderos que están en trámite para conseguir los permisos que exigen las autoridades musulmanas para poder exportar esa carne, que creemos que los tendrán antes del verano, pero para su consumo en Asturias ya se está haciendo».
De la misma opinión es Sergio Blasco, gerente del Matadero de Gijón (Semagi), quien asegura que «actualmente los mataderos estamos trabajando por debajo de nuestra capacidad». Blasco explica que, «aunque Junquera Bobes sacrificaba mucho, lo cierto es que ha bajado el consumo. Si los demás mataderos asturianos no sacrificamos más ganado es por esa bajada del consumo». El gerente del macelo gijonés también apunta que casi todos los mataderos sacrifican ganado siguiendo el método halal, en especial los de Gijón, Mieres y Avilés. «Hay quien tiene líneas de comercialización halal que llegan a un acuerdo para el sacrificio de los animales. Aquí se hace».
Animales de Segovia
Además, desde Asincar se indica que la mayoría del ganado del que se ocupaba Junquera Bobes no eran reses procedentes de Asturias, sino que venían de otras regiones, porque «una parte muy importante de lo que sacrificaba era porcino. Pero aunque el Matadero Central continuara trabajando, lo más seguro es que también bajara su cantidad de sacrificio, porque ahora con los costes de transporte que hay no es factible traer los animales de Segovia o Zaragoza, como se hacía antes. Esa era una parte muy importante que, aunque Junquera Bobes siguiera, ahora no cogería», según explica Sergio Blasco.
Sí procede de Asturias todo el ganado que se sacrifica en la región, indica el gerente de Semagi, aunque apunta que «hay reses que se van fuera porque los canales de comercialización son los que son y se trata de empresas muy potentes. Si tienen mejores condiciones o salas de despiece cerca de sus instalaciones, se los llevan».
Ternera asturiana
Por contra, en los macelos asturianos está aumentando el sacrificio de ganado con indicación geográfica protegida (IPG), a pesar del descenso del consumo general. Pero lo que Sergio Blasco tiene claro es que «en todos los mataderos sigue habiendo capacidad de sacrificio, porque estamos al 70%, a pesar del incremento de volumen que se registra desde hace año y medio».
Los buenos datos de la IPG Ternera Asturiana se ven reflejados en los macelos asturianos, pues esta marca de calidad sacrificó el año pasado 22.170 canales, un 6% más que el año anterior, mientras que la carne comercializada bajo este sello superó las seis toneladas.
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