viernes, 27 de julio de 2018

Filipinas sella la paz y entierra décadas de conflicto separatista musulmán

Filipinas,26/07/2018, EFE


Soldados filipinos permanecen en guardia en una calle habitada por miembros de una comunidad musulmana en la ciudad de Zamboanga, al sur de Filipinas, hoy 26 de julio de 2018. 

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, rubricó hoy la ley que amplía la autonomía de la región de mayoría musulmana en la sureña isla de Mindanao, necesaria para sellar el acuerdo de paz alcanzado en 2014 con el mayor grupo rebelde islámico del país.

Duterte firmó la Ley Orgánica del Bangsamoro, como se bautizará ahora esa región en el sur del país y que abarca el oeste de Mindanao y varias islas adyacentes, después de que esta semana las dos cámaras legislativas dieran luz verde al texto pactado con el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI).    

Según la nueva norma, se abolirá la actual Región Autónoma del Mindanao Musulmán (ARMM, en inglés) para crear una a zona que tendrá un gobierno regional, mayor autonomía fiscal, además de policía, parlamento y sistema de justicia propios.    

Bangsamoro conservará los límites de la ARMM, que incluye las provincias Tawi-Tawi, Sulu, Basilan, Maguindanao y Lanao del Sur, donde deberá celebrarse un plebiscito en un plazo cinco meses.    En un discurso en la ciudad de Zamboanga, en Mindanao, Duterte indicó que había firmado la ley para cumplir los plazos prometidos, pero que en los próximos días se celebrará un acto oficial en Malacañang, la sede de la presidencia filipina en Manila con los líderes del FMLI.    

Una disputa interna en la Cámara de Representantes el lunes retrasó la votación de la ley e impidió que el presidente pudiera firmarla con ocasión de su discurso anual sobre el estado de la nación, como estaba previsto, por lo que prometió hacerlo en 48 horas.    

La ley es fruto del armisticio firmado en marzo de 2014 entre el Gobierno del presidente Benigno Aquino y el FMLI, por el que la insurgencia se comprometió a renunciar a la independencia y la lucha armada a cambio de crear una región autónoma gobernada por ellos.    

El Bangsamoro debía haber nacido en 2016, pero tropezó con la oposición del parlamento y recursos de constitucionalidad, para acabar de estancarse después de que 44 policías muriesen en una emboscada en Mindanao en enero de 2015.    Con su llegada al poder el 30 de junio de 2016, Duterte, natural de Mindanao, se comprometió a relanzar el proceso de paz con en FMLI, con los que siempre ha mantenido buena sintonía.    

"Me comprometo solemnemente a que esta administración nunca negará a nuestros hermanos musulmanes las herramientas legales para trazar su propio destino dentro del marco constitucional de nuestro país", señaló el mandatario el lunes en su discurso anual.    

En un encuentro con periodistas esta semana, el presidente del FMLI, Murad Ebrahim, señaló que la ley es "otro hito en la lucha revolucionaria" que pondrá fin a medio siglo de conflicto, que ha causado 120.000 víctimas y ha lastrado el desarrollo de esa región rica en recursos naturales.    

Murad advirtió de que el auténtico desafío comienza ahora con la implementación del pacto: "A lo largo de la historia hemos tenido otros acuerdos de paz, pero el problema siempre ha sido cómo implementarlos correctamente".    

Según Murad, los fracasos de anteriores acuerdos llevaron a algunos militantes del FMLI a separarse y crear grupos más radicales como Abu Sayyaf o el Grupo Maute, afín al Estado Islámico, ambas consideradas organizaciones terroristas por Filipinas y Estados Unidos.    

El Grupo Maute ocupó parcialmente la ciudad de Marawi, en Mindanao, entre mayo y octubre de 2017, combate que causó un millar de muertes y unos 400.000 desplazados.    "Va a ser muy difícil para estos grupos justificar su existencia y sus acciones ante la población si el acuerdo tiene éxito", apuntó Murad sobre el papel de esta nueva ley como antídoto contra el radicalismo.    

El líder musulmán señaló que el FMLI cuenta con entre 30.000 y 40.000 combatientes armados que serán desmovilizados después del plebiscito, aunque sus cifras difieren de los 11.000 guerrilleros que maneja el Ejército.    

Esos combatientes desmovilizados podrán pasar a integrar las filas de la futura policía del Bangsamoro, donde también habrá efectivos provenientes de la Policía Nacional que se ocuparan de la formación de los exguerrilleros.    

El FMLI nació formalmente en 1984 tras una escisión del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN) en 1977, cuando el segundo aceptó negociar una solución que no fuese la independencia.    El FMLN firmó la paz con el Gobierno en 1996 a cambio de la ARMM, que ahora pasa a formar parte del Bangsamoro. 

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