La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) dijo hoy que unos 140.000 sirios permanecen desplazados en el suroeste del país y necesitan un paso seguro para abandonar la zona por los bombardeos y ataques de las fuerzas gubernamentales sirias y rusas para expulsar a los extremistas de Deraa, en el sur.
El portavoz de ACNUR Andrej Mahecic señaló en la rueda de prensa bisemanal de la ONU en Ginebra que estas personas necesitan "asistencia humanitaria inmediata, protección y refugio". A este problema actual se suma que "decenas de miles" de desplazados internamente vuelvan a sus hogares tras los acuerdos locales en zonas bajo control ya del Gobierno sirio, dijo.
En los primeros seis meses del año casi 13.000 refugiados sirios de países vecinos y otros 750.000 desplazados internos han regresado a sus casas en Alepo, Homs, Hama, Damasco y la zona rural de Damasco, así como al suroeste y al noreste del país, indicó Mahecic.
En todo 2017 habían regresado 77.000 refugiados sirios desde países de acogida y unos 764.000 desplazados internos, de acuerdo con el portavoz."En el país aún hay áreas envueltas en la violencia y el conflicto. Vigilamos la situación en las zonas donde tenemos acceso y donde hemos instalado centros para ayudar a aquellos que regresan", señaló Mahecic.
ACNUR, dijo, toma nota de un anuncio hecho el miércoles por Siria y Rusia sobre la instalación de un centro en el país árabe para ayudar a los refugiados que regresan a sus hogares, y dijo que estaba dispuesto a abordar este plan con las autoridades.
"Los refugiados tienen siempre el derecho a regresar, pero cualquier plan que pretenda facilitar ese derecho debe ajustarse a los estándares internacionales, lo que implica que los retornos sean voluntarios y tengan lugar en un entorno seguro y bajo condiciones dignas, a fin de ser sostenibles", recalcó el portavoz.
"Es esencial que no se presione a los refugiados y desplazados, que no se precipiten los retornos ni que sean demasiado prematuros. Estas personas deben poder tomar decisiones informadas sobre su futuro y sobre los elementos básicos de su vuelta", indicó. Mahecic recalcó que en cualquier caso estas personas, al igual que los 140.000 sirios que permanecen desplazados en el suroeste del país, necesitan urgentemente asistencia.
En el suroeste de la gobernación de la zona rural de Damasco, el lunes un convoy de la ONU y la Cruz Roja siria pudo entrar por primera vez desde 2013 en Beit Jann para suministrar agua, alimentos y otros materiales humanitarios para 19.500 sirios, según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
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