domingo, 7 de agosto de 2011

Un mes sagrado con un sol de justicia

Cáceres,07/08/2011,lacronicabadajoz.com,JAIRO VARGAS


Orando Un grupo de fieles reza en la mezquita de Cáceres, en la calle Caleros, el pasado viernes. Foto:J. VARGAS

Alrededor de 17.000 musulmanes residentes en Extremadura comenzaron hace una semana el Ramadán Al caer este año en agosto, los días son más largos y el tiempo de ayuno se prolonga, a la vez que el calor lo hace más duro

Este año, el Ramadán ha caído en pleno agosto, con todo lo que eso conlleva. El sol se pone más tarde, por lo que el tiempo de ayuno se alarga a la vez que el calor lo va a haciendo más pesado. Durante un mes, unos 17.000 musulmanes residentes en Extremadura pasarán las horas de luz sin comer, sin beber, sin fumar y sin mantener relaciones sexuales.

"No es tan duro como parece" asegura Said Abuofaris, un marroquí afincado en Cáceres desde hace 19 años. Y es que los marroquíes conforman, con abultada diferencia, el grupo más numeroso de musulmanes en Extremadura. La mayoría se concentra en Talayuela, con una población islámica que roza los 4.000 fieles. De hecho, esta localidad cacereña cuenta ya con dos mezquitas.

Rachid El Quaroui también es marroquí, además de historiador y antropólogo. Ha recorrido toda la región durante los diez años que lleva viviendo en Cáceres para conocer cómo se desenvuelve la comunidad islámica en sus diferentes municipios. Explica que "es en las zonas agrícolas donde se encuentran más musulmanes", sobre todo, marroquíes que emigraron en busca de trabajos de temporada como la recolección del tabaco y "poco a poco se han ido instalando ahí", detalla.

Rachid reconoce que la disciplina coránica es bastante exigente para con sus fieles. "Son cinco los pilares fundamentales de esta religión: la limosna, la oración, el peregrinaje, el testimonio y el ayuno", enumera. Cumplir con el Ramadán es uno de los más importantes, "por eso, cuando empieza, todos los musulmanes lo respetan, sean más o menos practicantes durante el resto del año" asegura Said.

Sin embargo, todos coinciden en las facilidades de esta religión para cumplir con los sagrados mandamientos. El Sawm , como se conoce al ayuno en árabe, solo es obligatorio para aquellos mayores de edad que estén sanos. "Un enfermo puede saltarse el ayuno del Ramadán" explica Mustafá Aboufaris, hermano de Said. También quedan exentos de cumplirlo las mujeres embarazadas o con la menstruación y los más ancianos. No es el caso de Ahmed, el abuelo de la mezquita de Cáceres, que a sus 86 años sigue ayunando a pesar de que trabaja en la venta ambulante por las calles cacereñas desde hace más de tres décadas.

No hay trucos para engañar al estómago, "sólo la fe" apunta Mustafá. Aunque no todos tienen la religión tan interiorizada. Entre los más jóvenes, algunos se muestran algo más disconformes con la llegada del mes sagrado musulmán. Es el caso de Amir, que se ha criado en Cáceres. Este es su segundo Ramadán, el primero lo pasó en Marruecos con su familia, pero en esta ocasión ha decidido quedarse en Extremadura. "En Marruecos se pasa mucho peor, hace más calor y tienes mucha más sed", indica. "Cuando se acerca este mes ya estoy deseando que termine", afirma, aunque no sabe explicar por qué lo hace cada año. Su tío Said se ríe, dice que tiene pensamiento español y que es un musulmán ligth . Está deseando irse con varias amigas y Said le recuerda, también entre risas, que "hasta que no se vaya el sol no puede tocar a ninguna mujer".

Se acerca la hora del Futor , cuando se rompe el ayuno diario, y Said lleva unas 15 horas sin probar bocado y, lo peor, sin beber ni una gota de agua. Normalmente suele pasar el Ramadán con su familia, pero este año están en su país, por lo que va a la mezquita de Cáceres a rezar la penúltima de las cinco oraciones diarias. Allí "desayunará" con otros amigos y familiares. La religión musulmana hace mucho hincapié en ayudar a los más necesitados, y la comunidad cacereña colabora preparando una aperitivo para todos los que quieran acudir al rezo.

La mezquita de Cáceres es un templo muy humilde situado en la calle Caleros que vino a sustituir en 2006 a un local de reunión de los Testigos de Jehová. Sin embargo, los fieles están muy orgullosos de ella. Said y su hermano Mustafá fueron dos de los promotores de su creación. Esta fue la séptima mezquita de la región, ahora hay quince, doce en Cáceres y tres en Badajoz. "Cada vez hay más gracias a la Unión de Comunidades Islámicas de España" (UCIDE), explica el antropólogo Rachid.

Al templo ha acudido Musa, un joven de 18 años que llegó a la región desde Gambia hace tres años. Es el único musulmán que ha venido a orar hoy y que no es de Marruecos. Desde los 14 años ayuna, a pesar de no estar obligado hasta los 18 y, desde

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