Varios miembros de la comunidad islámica durante las oraciones en la Mezquita de La Paz. :: G. VILLAMIL
Durante este tiempo no podrán comer, beber, fumar o tener relaciones sexuales durante la salida y la puesta de sol
Ayer dio comienzo el mes más importante del calendario musulmán para todos aquellos que profesan esta religión. La comunidad islámica residente en Valladolid, que en la actualidad ya cuenta con 3.500 miembros, inició ayer su tradicional Ramadán. Durante los próximos 29 o 30 días, no podrán comer, beber, fumar o mantener relaciones sexuales durante el día, es decir, en el periodo comprendido entre la salida y la puesta del sol.
Los días previos, cada uno de los integrantes de este colectivo se prepara mentalmente para esta época de «limpieza del alma y del cuerpo, porque cuando uno deja de comer o de fumar descansa el cuerpo», comentó el imán de la Mezquita de Valladolid, Zaki Zayed. Aunque el ayuno y la abstinencia son los factores más tradicionales de esta época, para los musulmanes el carácter espiritual de la misma es también muy importante. Durante el 'saum', como se denomina a este fundamento islámico, el trato y la forma de ser de cada persona tiene un carácter muy relevante, se busca la perfección. «Perfecto no es nadie, pero si, durante este tiempo, no deja de mentir, de engañar, robar o hablar mal de la gente, no vale para nada que deje de comer y de fumar. Lo primero es la conducta, el ser una buena persona», explicó el imán.
Como en toda norma en este caso también hay excepciones, ya que no todo el colectivo islámico tiene la obligación de llevar a cabo el ayuno. Personas enfermas, ancianos, las mujeres embarazadas o con la menstruación y los niños que aún no hayan alcanzado la mayoría de edad, están exentos de llevar a cabo el ayuno.
Aquellos que cumplan uno de estos requisitos, por un tiempo determinado, deberán recuperar los días más adelante, es decir, que si durante el Ramadán se sufre un catarro o se ingieren alimentos, en el espacio de tiempo que no está permitido, se deberá recuperar el mismo número de días.
En el caso de los ancianos o los enfermos crónicos, «no tienen que hacerlo, pero tienen que ayudar, pagar como si hubiesen realizado el ayuno haciendo comidas para los pobres o dando limosna», concretó Zayed. A estas salvedades no se podrán acoger aquellas personas que se encuentren en condiciones de llevar a cabo el periodo de abstinencia.
Aumento de las oraciones
Durante el Ramadán también se intensifican las oraciones. Se deben realizar cinco rezos al día independientemente del lugar en el que la persona se encuentre. «A este periodo le llamamos el mes del Corán, ya que cada uno de nosotros aumentamos su lectura y las oraciones. Cuanto más lo leas, mejor», aclaró el imán de la Mezquita de Valladolid.
Los periodos en los que las temperaturas y el calor son más intensos, como el de este año, suponen un reto más para esta festividad que se adapta al calendario lunar por lo que, cada año, su inicio se adelanta aproximadamente 10 días. Finalizada la época del Ramadán, los musulmanes celebrarán una fiesta familiar, con comidas típicas elaboradas para esta ocasión, donde se conmemorará la rotura del ayuno llevado a cabo.
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