Musulmanes celebran una ceremonia, en el Ramadán de 2007.
La comunidad islámica está formada en Ávila por cerca de 1.500 personas, que comienzan a celebrar el mes del ayuno o Ramadán este miércoles. Durante 30 días, los musulmanes vivirán un periodo que ellos definen como “más espiritual” y que es “mucho más” que el simple hecho de no poder comer durante las horas de sol.
Desde que sale el sol hasta que se pone, aproximadamente, a las 21.14 horas en estos primeros días, los musulmanes no pueden ni comer ni beber, tampoco decir palabras malsonantes y tienen que practicar la abstinencia sexual, aunque hay excepciones para las mujeres embarazadas, los niños, personas enfermas, trabajadores que, por un motivo “muy claro”, no puedan estar sin beber o tomar algún tipo de alimento o viajeros.
Según explica Mohammed Jibreel, presbítero de la comunidad islámica en Ávila, se trata de una celebración “más espiritual que física”, sobre todo, teniendo en cuenta que “pasar un mes comiendo menos tampoco es tan importante”, ya que sirve también para “depurar” el cuerpo.
Una vez que se rompe el ayuno, cuando se esconde el sol y en función de los gustos de cada persona, se toman dátiles, leche o sopa, pero no mucho más y, así, durante un mes, hasta que llega una de las dos fiestas más importantes del Islam: la del desayuno o Ido al feto –la otra gran celebración es la peregrinación a La Meca (Arabia Saudí), unos 70 días después de la fiesta del desayuno-.
Fiesta espiritual
Más allá de las particularidades físicas del Ramadán, Mohammed Jibreel incide en que se trata de una celebración espiritual que se vive “intensamente” y que los musulmanes realizan “aunque no sean muy practicantes”.
Este hecho se puede comprobar en los cinco rezos diarios que se llevan a cabo en la mezquita abulense y, especialmente, en el último, a las 23.20 horas, en el que pueden llegar a reunirse hasta 150 personas.
El Ramadán repercute, según el presbítero de la comunidad islámica en Ávila, en “llevarse bien”, lo que implica “respeto” a todo lo que rodea a la persona, desde sus familiares hasta sus amigos, compañeros y también hacia las personas necesitadas, de manera que se potencia la fe en Alá y desaparecen las barreras de cualquier tipo; también las nacionalidades, pues en la mezquita, por ejemplo, se reúnen musulmanes llegado de Marruecos y Argelia, sobre todo, pero también procedentes de Mali, Senegal e, incluso, españoles y palestinos.
Así, durante un mes –cada año se celebra el Ramadán en un momento distinto, porque el calendario musulmán se rige por la luna, de 29 ó 30 días, y no por el sol, de 30 ó 31 días-, la espiritualidad predomina por encima de todas las cosas y se transmite en cualquiera de las actividades que se hagan.
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1 comentario:
De todas formas, aunque no sea sólo no comer ni beber, tienen merito...porque en esta epoca del año en la que aunque no apetezca tampoco mucho comer pero sólo con el calor que hace si apetece beber y no tomar ni agua ni té...¡ no sé como lo hacen para no deshidratarse!...supongo que es cuestión de Fe pero aún así...
peronalmente que cuando estoy ansiosa no puedo dejar de ir a la cocina 4 ó 5 veces seguidas...no sé como le haría si no pudiera comer ni beber nada hasta la puesta de sol. En fin, que la verdad es que les Admiro...
Feliz Ramadám
Assalamu Alaykum
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