La causa palestina es una curiosa baza para la red Al Qaeda. Si bien la tienen presente en todos sus comunicados y no dudan en emplearla como ejemplo de la opresión que, según ellos, sufren todos los musulmanes a manos de "los judíos y los cruzados", nunca han hecho ni el menor esfuerzo por colaborar con ella. Es más, no solo no han participado nunca en ella, sino que esta causa está diametralmente en contra del ideario alqaediano.
Al Qaeda siempre ha buscado la creación de un "Califato universal" inspirado en los primeros años del Islam. Es por esto que ningún grupo suyo o afín se llama "Al Qaeda de Irak" o "de Marruecos", sino "de Mesopotamia" o "del Magreb islámico". Los Estados y las fronteras que dividen a los musulmanes son, para ellos, una imposición de Occidente, una ficción contraria a la Comunidad Islámica. Por lo que, y en el mejor de los casos, el modelo de nacionalismo palestino, en gran parte, además, preñado de laicismo y marxismo, es "equivocado", por no decir directamente "herético".
Incluso, por mucho que muchos se empeñen en demostrar lo contrario, respecto a Hamas, a quien el recién nombrado líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, acusó en su día de "rendirse ante América" por decisiones tales como la de participar en las elecciones palestinas. Es decir, todo lo contrario de lo que ocurre con los grupos políticos y terroristas de otra región en disputa que, sin ser perennemente citada por los líderes de Al Qaeda en sus innumerables comunicados, lleva años jugando un papel capital como galvanizador del yihadismo internacional: Cachemira.
Situada entre la India, China y Pakistán, Cachemira afrontó el proceso de descolonización del Reino Unido sin saber muy bien qué camino tomar. Existía una fuerte corriente que abogaba por la independencia, aunque con una población mayoritariamente musulmana, fueron muchos los que pidieron la adhesión a Pakistán. En cambio, el señor feudal del lugar era de religión hindú, por lo que, cuando vio peligrar su trono pidió ayuda a la India, que se la concedió a cambio de la unión con ella.
Así comenzó uno de los conflictos más largos de la historia reciente. Largo y sangriento, pues ya ha ocasionado varias guerras e innumerables choques armados, aunque hasta la fecha, por fortuna, solo de tipo "convencional". Una suerte, visto así, pues podía haber sido mucho peor, ya que, tanto India como Pakistán, y también, claro, el tercero en discordia, China, poseen armamento nuclear suficiente como para borrar a una buena porción de la población mundial.
Y aunque en los últimos años han sido notables los intentos de reconciliación, también han sido múltiples los golpes bajos. Como, por ejemplo, el franco apoyo que el ejército de Pakistán prestó antes del 11-S a Osama bin Laden para que pudiese reemprender sus actividades en Afganistán (donde los talibán tenían serias dudas sobre él) a cambio de que armase grupos de cachemires dispuestos a llevar la yihad a suelo indio.
Una historia de colaboración que solo se vio mermada tras la guerra de Afganistán, y más porque Al Qaeda le puso precio a la cabeza del entonces líder pakistaní Musharraf, que por el apoyo que éste prestaba realmente a su "aliado", los Estados Unidos. Una historia, sin duda, que solo llegando a una solución pactada entre las partes en conflicto podrá conducir a una doble salida ventajosa: en primer lugar, calmar a dos gigantes nucleares y, en segundo, impedir que Al Qaeda siga rentabilizando este conflicto a base de sangre y fuego.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
Al Qaeda siempre ha buscado la creación de un "Califato universal" inspirado en los primeros años del Islam. Es por esto que ningún grupo suyo o afín se llama "Al Qaeda de Irak" o "de Marruecos", sino "de Mesopotamia" o "del Magreb islámico". Los Estados y las fronteras que dividen a los musulmanes son, para ellos, una imposición de Occidente, una ficción contraria a la Comunidad Islámica. Por lo que, y en el mejor de los casos, el modelo de nacionalismo palestino, en gran parte, además, preñado de laicismo y marxismo, es "equivocado", por no decir directamente "herético".
Incluso, por mucho que muchos se empeñen en demostrar lo contrario, respecto a Hamas, a quien el recién nombrado líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, acusó en su día de "rendirse ante América" por decisiones tales como la de participar en las elecciones palestinas. Es decir, todo lo contrario de lo que ocurre con los grupos políticos y terroristas de otra región en disputa que, sin ser perennemente citada por los líderes de Al Qaeda en sus innumerables comunicados, lleva años jugando un papel capital como galvanizador del yihadismo internacional: Cachemira.
Situada entre la India, China y Pakistán, Cachemira afrontó el proceso de descolonización del Reino Unido sin saber muy bien qué camino tomar. Existía una fuerte corriente que abogaba por la independencia, aunque con una población mayoritariamente musulmana, fueron muchos los que pidieron la adhesión a Pakistán. En cambio, el señor feudal del lugar era de religión hindú, por lo que, cuando vio peligrar su trono pidió ayuda a la India, que se la concedió a cambio de la unión con ella.
Así comenzó uno de los conflictos más largos de la historia reciente. Largo y sangriento, pues ya ha ocasionado varias guerras e innumerables choques armados, aunque hasta la fecha, por fortuna, solo de tipo "convencional". Una suerte, visto así, pues podía haber sido mucho peor, ya que, tanto India como Pakistán, y también, claro, el tercero en discordia, China, poseen armamento nuclear suficiente como para borrar a una buena porción de la población mundial.
Y aunque en los últimos años han sido notables los intentos de reconciliación, también han sido múltiples los golpes bajos. Como, por ejemplo, el franco apoyo que el ejército de Pakistán prestó antes del 11-S a Osama bin Laden para que pudiese reemprender sus actividades en Afganistán (donde los talibán tenían serias dudas sobre él) a cambio de que armase grupos de cachemires dispuestos a llevar la yihad a suelo indio.
Una historia de colaboración que solo se vio mermada tras la guerra de Afganistán, y más porque Al Qaeda le puso precio a la cabeza del entonces líder pakistaní Musharraf, que por el apoyo que éste prestaba realmente a su "aliado", los Estados Unidos. Una historia, sin duda, que solo llegando a una solución pactada entre las partes en conflicto podrá conducir a una doble salida ventajosa: en primer lugar, calmar a dos gigantes nucleares y, en segundo, impedir que Al Qaeda siga rentabilizando este conflicto a base de sangre y fuego.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario