Con objetivo del mes sagrado de Ramadán reciben a las autoridades en el Recinto FerialIbiza,08-10-2008, islamedia,Salahuddin Costa Schreiner
El sábado 20 de septiembre a las 22.00h se había reunido buena parte de la comunidad musulmana de Ibiza igual que el año pasado en un espacio cedido dentro del Recinto Ferial para celebrar la oración del Tarawíh, particular de las noches de este mes de ayuno.
A esta hora prevista se presentaron el Honorable Señor Presidente del Consell Insular Don Xico Tarrès, máxima autoridad política de la isla y la Honorable Señora Consejera de Ciudadanía y Bienestar Social, Doña Patricia Abascal que fue recibida con un gran ramo de flores, y respondieron cálidamente al saludo de los presentes que se pusieron de pie sobre las alfombras extendidas para el culto islámico.
Seguidamente fueron invitados a sentarse en una mesa frente a la congregación, con los responsables musulmanes lugareños. El secretario del Centro Islámico de Ibiza, Don Mohamed Hahi que simultáneamente preside la Unión de Comunidades Islámicas de Baleares, tomó el micrófono y pronunció un discurso de bienvenida que iba del agradecimiento por la visita de las autoridades y su bondadosa predisposición y colaboración, pasando por el reconocimiento a la calidad en materia de convivencia que brinda la sociedad de acogida local, a la manifestación de la más firme voluntad de integración y construcción conjunta de la sociedad intercultural del futuro de la comunidad que representa. Su elocuente estilo mauritano, el país del millón de poetas, hizo difícil la labor del portavoz de UCIDISLAS BALEARES, Salahuddin Costa, que hacía de intérprete.
Destacaba en su alocución la mención de dos necesidades básicas de este colectivo religioso: un cementerio y una mezquita suficientemente grande. "Queremos que nuestros hijos crezcan aquí como musulmanes españoles, -afirmaba- porque una buena instrucción religiosa es la mejor prevención ante la amenaza de influencias negativas por el proselitismo radical."
En su turno de palabra Tarrès agradeció el gesto y el mensaje, aseguró que todo el mundo de buena fe estaba bienvenido a vivir aquí y donde lo desee, recordó asimismo los orígenes multiculturales comunes, reconoció la próspera convivencia con los musulmanes en la isla, y prometió que se estudiaría la viabilidad del cementerio (que el pueblo de San Antonio Abad ya prevé para su nuevo camposanto municipal) y de la mezquita, a la que sin duda se tenía todo el derecho. "No sabéis cómo me alegra escuchar estas palabras sobre vuestro deseo de integración y cooperación" –dijo, tal vez en respuesta a la afirmación de Hahi, que había dicho que esperaba la oportunidad para que la segunda generación pudiera manifestar su amor a España "con su sangre y su espíritu. Esta España que sentimos los musulmanas es nuestra hermana mayor en Europa".
En el mismo sentido dijeron también unas palabras efusivas y sinceras la Consejera Abascal y el portavoz del Centro Islámico de Ibiza, Abdelhaqq Diki, que insistió en que "yo seré el primero en denunciar si me entero de alguien que quisiera hacer daño a mis vecinos españoles".
La delegación oficial pasó acto seguido a un salón adyacente, en el cual se había preparado un tentempié estacional: repostería magrebí, dátiles y té a la menta, mientras que la congregación de creyentes se dedicaba a hacer la plegaria pertinente. En ese salón esperaban el renombrado especialista en arquitectura ibicenca e islámica, historiador de la arquitectura de fama mundial y consultor de diseño, el eminente señor Rolf Blakstad y su hijo, el empresario Rolf "Junior". Después de conversar disfrutando de los dulces se pasó a presentar el proyecto para la Mezquita de Ibiza. La sorpresa del político fue grata cuando supo, que no se le pensaba pedir ni terreno ni dinero: el contrato de compra del terreno estaba firmado, y se buscarían fondos por iniciativa popular dentro y fuera de la isla: solamente se esperaba el respaldo político.
Porque el proyecto, tan bonito como ambicioso, necesita ser declarado de interés general, para poder ser llevado a cabo en el terreno rústico de casi 5.000 m2 que se ha adquirido. Allí, el decano de la arquitectura fenicio-árabe-ibicenca, Blakstad, había diseñado un complejo que refleja la tradición mediterránea del árbol abrahámico en sus tres vertientes religioso-culturales, todo el patrimonio semítico, plasmado en una construcción de parámetros clásicos: una mezquita, patios con fuentes, un gran salón polivalente, aseos y unos jardines esplendorosos al más puro estilo andalusí. Muchos aspectos del conjunto se basan en detalles del Sagrado Monte del Templo en Jerusalén, la urbe sagrada de musulmanes, cristianos y judíos.
El presidente, que de allí partía para cenar con la alcaldesa de Ibiza, la Señora Lurdes Costa, estuvo encantado con los elementos típicos ibicencos de la obra planificada, y prometió apoyar la iniciativa con todos los medios disponibles, recordando sin embargo, que había que cumplir con los trámites burocráticos de ley. En este sentido, musitaba, sería interesante declarar el terreno en calidad de zona de servicios, aprovechando la inminente publicación del nuevo plan de calificación urbanística, el PTI. Se le entregó un dossier visual preparado por el anciano arquitecto sobre elementos de mezquitas en Túnez y el Yemen, en los cuales se reconocen las raíces de la construcción rural tradicional ibicenca.
Los anfitriones hicieron gala de los exquisitos modales hospitalarios de la ribera sur del Marenostrum, y como recuerdo del encuentro obsequiaron a los invitados en la despedida con un muestreo de la repostería habida.
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