El yacimiento de El Castellar aporta datos de este asentamiento medieval.
Los trabajos arqueológicos de las últimas dos semanas en el yacimiento medieval de El Castellar han permitido descubrir la localización de parte de la muralla y un aljibe de este hábitat fortificado medieval.
La excavación realizada permitirá profundizar en el conocimiento de la primera ocupación que en los siglos X y XI tuvo esta fortificación. El Castellar ocupa un punto estratégico que domina toda la Hoya de Alcoy. Los investigadores están seguros de que se trata del castillo islámico que controlaba el distrito de Alquy.
Han localizado en la ladera sureste del yacimiento murallas de un metro grosor. Sobre ellas se disponen los restos de las casas donde habitó una comunidad de campesinos musulmanes hace mil años.
Además, en la zona alta de la montaña, junto al acceso norte del yacimiento, otro sondeo ha localizado un aljibe construido con mampostería y capas de enlucido de mortero de cal, cuya profundidad supera los 3,5 metros. Esto supone un descubrimiento importante, ya que hasta la fecha, se desconocía la existencia es esta tercera cisterna en El Castellar, que se ha encontrado totalmente colmatada de piedras y tierras.
LAS EXCAVACIONES
Los trabajos del verano 2016, impulsados por el Museu Arqueològic Municipal Camil Visedo Moltó , están dirigidos por arqueólogo Germán Pérez Botí, autor de varios estudios sobre este yacimiento y profesor del Colegio Carmelitas-La Presentación, que también ha colaborado en la actuación. Han participado quince estudiantes y arqueólogos durante dos semanas. Ahora los investigadores limpiarán y restaurarán los materiales recuperados, mayoritariamente fragmentos de cerámica para procesar la información.
No se trabajaba en el yacimiento desde hace 40 años. Las investigaciones han buscado documentar el registro arqueológico y comprobar la secuencia estratigráfica del hábitat fortificado. Quieren saber durante cuánto tiempo los antepasados de los habitantes de Alcoy vivieron allí.
Los restos cerámicos indican que en El Castellar podría haber habido actividad durado casi cinco siglos. Por tanto, la relevancia de este poblado islámico, en el que Pérez explica que hubo un momento significativo de despoblación, se centra en su perduración en el tiempo. El Castellar fue un poblado fortificado que podría haber contado incluso con un médico para sus hasta 150 habitantes, según las conclusiones de Germán Pérez Botí, cuya importancia recaía en el negocio de trajes de lino.
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