Este viernes terminó en el Wells Fargo Center de Philadelphia, el hogar de los 76ers, la Convención Nacional del Partido Demócrata que nombró oficialmente a Hillary Clinton como candidata a la presidencia de Estados Unidos. La primera mujer nominada de uno de los dos grandes partidos de la historia del país tuvo el apoyo y los discursos de varios representantes políticos, celebridades y activistas, y uno de ellos fue una auténtica leyenda de la NBA como Kareem Abdul-Jabbar.
“Soy Michael Jordan y estoy con Hillary… Digo esto porque sé que Donald Trump no notaría la diferencia”. Con esta broma, Abdul-Jabbar abrió una intervención en la que fue especialmente duro con el candidato republicano. “La idea de Donald Trump de registrar a musulmanes o de impedirles entrar en el país es la tiranía que (Thomas) Jefferson aborrecía”, proclamó Abdul-Jabbar en referencia a uno de los padres fundadores de la nación”. Nacido como Lew Alcindor, Abdul-Jabbar se convirtió al Islam en 1968, cuando ya era considerado como uno de los jugadores más prometedores de Estados Unidos en la UCLA.
Abdul-Jabbar, de 69 años de edad, no salió del ojo público tras su retirada como jugador. Escritor, columnista y activista por los derechos de afroamericanos y musulmanes, el legendario pívot fue nombrado como embajador cultural de Estados Unidos en 2012, precisamente por la entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton. Un cargo simbólico que evidenciaba el respeto por su figura, directamente influida por otro gran deportista y activista de religión musulmana como el recientemente fallecido Muhammad Ali.
Otro apoyo con pasado NBA
Abdul-Jabbar no fue el único representante de la NBA en la Convención Nacional Demócrata. En el primer día del evento, Jason Collins habló en favor de Hillary Clinton. El primer jugador que disputó un partido en la liga tras anunciar su homosexualidad, acompañado de su hermano gemelo Jarron, destacó el consejo y ayuda que el matrimonio Clinton le brindó antes de hacer pública su orientación sexual. Collins conoció hace 20 años a Bill y Hillary Clinton a través de su hija Chelsea, con quien estudió en la universidad de Stanford.
“Sé que me iban a aceptar por lo que era y que me iban a ayudar a pavimentar el camino para que otros hicieran lo mismo”, explicó Collins ante los presentes en el Wells Fargo Center de Philadelphia. “Estoy agradecido para siempre por sus palabras de sabiduría en aquel entonces y su apoyo incondicional. Supieron que mi orientación sexual no iba a significar ninguna diferencia en mi capacidad para jugar a baloncesto”.
Collins, ya un veterano con 12 años de experiencia en la NBA, anunció en 2013 su homosexualidad en un artículo en Sports Illustrated. Meses después, firmaría con los Nets, acabando la temporada y su carrera en el equipo neoyorkino. Desde su retirada, Collins ha sido una de las caras más conocidas en Estados Unidos en la defensa de los derechos de la comunidad LGBT, siendo incluso considerado por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo por su activismo social. En la publicación, la autora del artículo sobre Jason Collins fue la propia Chelsea Clinton.
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