La recogida del tomate de industria, variedad de este producto destinada a producir ketchup como uno de sus principales usos, ha arrancado con la previsión de que los productores andaluces recojan unos 500 millones de kilos, con la localidad de Lebrija (Sevilla) como referente a nivel andaluz.
Se trata de un producto, según han explicado a Efe fuentes del sector, que sirve como materia prima para un concentrado que se elabora, para fabricar distintas salsas, en las que el ketchup es la principal, en un producto que, a diferencia del tomate tradicional, que tiene un 20 por ciento de producto y un 80 por ciento de agua, tiene unos valores exactamente al contrario.
La producción tiene muchos destinos, con Italia, Portugal, California (Estados Unidos) y China como principales competidoras, aunque confiando, en el caso del tomate andaluz, en un producto de mucha calidad debido a las altas temperaturas de los últimos días, que han adelantado unos días las labores de recogida.
La empresa líder del sector es la cooperativa 'Las Marismas' de la localidad de Lebrija, que obtiene la base para la elaboración del tomate concentrado en diferentes acabados (tomate Cold Break y Hot Break, concentrado de tomate, 28-30 brix o doble concentrado, 36-38 brix o triple concentrado, S23 o salsa pizza).
Una vez realizados estos pasos hay que someterlo a un primer proceso de transformación, incorporando metodologías productivas y actuaciones exigentes para el mantenimiento de la calidad, con diferentes procesos de control, como ISO, BRC, KOSHER o HALAL.
El envasado del tomate concentrado se realiza en bolsas asépticas contenidas en bidones con revestimiento interior cerámico y con un peso neto de 240 kilos, con lo que se consigue la conservación intacta del producto durante un largo periodo de tiempo.
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