2.000 musulmanes celebran el final de ayuno en una fiesta en Bilbao

Bilbao,07/07/2016,deia.com

2.000 musulmanes celebran el final de ayuno en una fiesta en Bilbao (O. Martínez)

EL fin del ramadán se celebra con el Eid al-Fitr, una festividad religiosa de tradición islámica que significa “fiesta de la ruptura del ayuno”. En la capital vizcaina la comunidad musulmana también vivió este día con gran felicidad y rodeada de amigos y familiares. Cerca de 2.000 personas acudieron ayer al Bilbao Arena, en Miribilla, para despedir el ramadán. “Es un gran día para nosotros”, destacó a DEIA Abdul Hâfiz, musulmán afincado en Bilbao desde hace seis años. “Para nosotros es muy importante contar con un espacio en el que poder reunirnos para disfrutar de nuestras creencias y vivir esta fiesta entre las personas de la misma religión”, comentó el creyente.

El acto, que dio comienzo pasadas las 8.00 de la mañana y se prolongó hasta cerca de las 10.00, sirvió para mostrar la buena convivencia entre la comunidad musulmana y la vizcaina. La comunidad musulmana afincada en Bizkaia, que supera las 30.000 personas, extendió una invitación a asociaciones y representantes políticos con el fin de abrir la fiesta al resto de bilbainos. La celebración del Eid al-Fitr es comparable en el mundo católico con la fiesta de Navidad. Este día se hacen regalos, las casas se decoran, la gente usa ropa nueva y se preparan platos tradicionales para compartir con los allegados. En la celebración de ayer en el Bilbao Arena en la que se dieron cita unos 1.700 hombres y 300 mujeres -ellos en el centro de la cancha y ellas en la parte trasera del recinto junto a los niños- se llevaron a cabo dos rezos principales, dando gracias a Alá por haberles ayudado a llevar a cabo un año más este mes sagrado.

La gran mayoría de los musulmanes acudieron con túnicas muy coloridas y atuendos propios de sus culturas. Una vez concluido el acto se repartieron dulces típicos de Marruecos y los niños recibieron regalos. “Estamos encantados con que la gente participe de esta fiesta; tenemos una religión diferente que hoy (por ayer) da paso con el final del ramadán a una gran fiesta que queremos darla a conocer”, explicó Mustafa Oukdim, de la mezquita Badr.

INTEGRACIÓN En el recinto deportivo se pudo ver al concejal de Obras y Servicios, Ricardo Barkala; al de Acción Social, Iñigo Pombo; a la de Salud y Consumo, Yolanda Díez; al de Seguridad, Tomás del Hierro, y a la de Fiestas y Mujer, Itziar Urtasun, entre otros. “Es fundamental trabajar por la integración de todas y cada una de las culturas que convivimos en Bilbao. En la villa tenemos musulmanes y es importante formar parte de sus creencias y de su cultura”, explicó Barkala. En la misma línea, Urtasun destacó que el final del ramadán es un acontecimiento “muy interesante y digno de ver”. “No se consigue nada mirando a otro lado. Nos invitan y venimos encantados”, apuntó. Por su parte, Yolanda Díez, reconoció que es “enriquecedor para todos participar en un acto así. La primera vez que te invitan no sabes en qué va a consistir, pero una vez que acudes y lo conoces, compruebas la importancia que tiene el introducirte en otras culturas”.

Los participantes en el final del ramadán se mostraron contentos y satisfechos tras haber completado los treinta días de ayuno del noveno mes del calendario musulmán, en el que los creyentes practican el ayuno diario desde el alba hasta que se pone el sol. “Este año las nubes tapaban la luna y finalmente se ha alargado un día más”, explicó Mustafa Oukdim.

Una vez finalizado el acto los musulmanes se levantaron del suelo y quisieron inmortalizar su gran día con fotos. Los creyentes abandonaron el recinto deportivo tras regalar abrazos a familiares y amigos. “La gente se desplaza por los hogares de sus familias comiendo platos cocinados para la ocasión”, relató Oukdim. Té, café y una gran variedad de dulces típicos, como galletas de miel, ghoriba de almendras o empanadillas dulces que preparó Elhabib Elhadry, chef del restaurante bilbaino Faruk, y pusieron ayer el toque dulce a una gran fiesta que se ha ganado su espacio propio en Bilbao.