lunes, 9 de septiembre de 2013

'Carta del laicismo' en las escuelas de Francia

PARÍS,09/09/2013,(AFP).


Una alumna musulmana estudia en un colegio privado católico en Marsella (Francia) el 9 de octubre de 2009 (AFP/Archivo, Anne-Christine Poujoulat)

No puede haber signos religiosos en las escuelas ni proselitismo en las clases: una 'Carta del laicismo' se expone desde este lunes en los colegios públicos de Francia, país en el que se polemiza desde hace años sobre el lugar de la religión en la República.

Velo islámico, solideo judío, estrella de David o cruz cristiana en las escuelas, ausencia de los alumnos los días de fiestas musulmanas o judías, enseñanza de teorías sobre el origen divino de la vida en la tierra, son otras tantas cuestiones que producen debate regularmente en Francia, país en el que el islam ha pasado a ser la segunda religión, después del catolicismo, y donde los musulmanes se sienten a menudo estigmatizados.

La 'Carta del laicismo' recuerda en quince puntos los principios fundamentales de la ley de separación de la iglesias y del Estado que rige en el país desde 1905. "El Estado es neutral respecto a las convicciones religiosas o espirituales", dice esa ley.

La Carta recuerda asimismo una ley de 2004 que prohíbe "llevar signos o vestimentas mediante las cuales los alumnos manifiestan ostensiblemente una pertenencia religiosa".

El 4 de diciembre de 2012, el Comité de Derechos Humanos de la ONU pidió a Francia que modificara esa ley, tras un recurso presentado ante él por un alumno excluido de un instituto secundario por ir tocado con un turbante sij.

Adoptada por unanimidad en el Parlamento, la ley de 2004 se proponía poner fin a quince años de debates apasionados en el país a raíz de la exclusión de alumnas que rehusaban quitarse el velo islámico en los centros escolares.

"Ningún alumno puede invocar una convicción religiosa o política para contestar a un docente el derecho de tratar una cuestión en el programa" dice otro de los párrafos de la Carta.

Una respuesta a polémicas surgidas en algunos colegios alrededor de cursos de biología que abordaban la reproducción o la evolución de las especies, o de historia cuando se trata de historia de las religiones.

El ministro de Educación, Vincent Peillon, reiteró que la Carta debe ser expuesta en los colegios en un lugar "visible para todos" y ser presentada en las reuniones con los padres de alumnos.

La Carta, que tiene un valor simbólico y no jurídico, ha desatado pocas críticas. Valérie Marty, dirigente de una asociación de padres de alumnos, lamentó que el texto no diga nada sobre ciertos temas relativos a la tradición católica, como "el árbol de Navidad" o el hecho de que en muchos comedores escolares "se sirva pescado los viernes".

La actitud de oposición más clara la tuvo el presidente el Consejo Francés del Culto Musulmán, Dalil Boubakeur: "el 90% de los musulmanes va a tener la impresión de que se le apunta por esa Carta, cuando el 99% de ellos no plantea ningún problema de laicismo", dijo. "¿Por qué recordar la ley de 2004 que prohíbe los signos religiosos ostensibles en la escuela?", planteó, estimando que hay "alusiones" que pueden reforzar el sentimiento de estigmatización de los musulmanes de Francia.


El ministro "Peillon me juró que no se trata en absoluto de apuntar a la comunidad musulmana, pero el camino del infierno está sembrado de buenas intenciones...", concluyó Boubakeur.

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