sábado, 15 de enero de 2011

Extrema derecha Francia aprovecha oraciones musulmanas

PARIS,15/01/2011,(Reuters),Por Nick Vinocur.


Un llamado a la oración se escucha por un altavoz puesto sobre el capó de un auto y cientos de devotos musulmanes, todos al mismo tiempo, tocan el suelo con sus frentes, formando un mar de espaldas en el camino.

La escena no ocurre en el centro de El Cairo, sino en una concurrida calle de un mercado en el norte de París, a pasos de la basílica Sacre Coeur. Para los vecinos no es novedad: algunos han estado orando en las calles, llueva o truene, por décadas.

Pero para Marine Le Pen -que reemplazó a su padre este fin de semana como líder del partido de extrema derecha Frente Nacional- es una prueba de que los musulmanes se están apoderando de Francia y convirtiéndose en una fuerza ocupadora, según comentarios que hizo el mes pasado.

Sus afirmaciones causaron controversia mientras usaba las oraciones en la calle para dejar clara la idea de que el Islam está amenazando los valores de un país secular, donde la ansiedad por el rol de los musulmanes en la sociedad se ha profundizado durante los últimos años.

Más de dos tercios de franceses y alemanes ahora consideran un fracaso la integración de musulmanes a sus sociedades, dijo la encuestadora IFOP en un sondeo publicado el 5 de enero.

En Francia, donde el Islam es la segunda mayor religión luego del catolicismo, un 42 por ciento lo vio como una amenaza a la identidad nacional.

"Esto se ha convertido en un problema político clave", dijo Frederic Dabi, jefe de investigación de IFOP. "Se considera que las oraciones en la calle y la que se percibe como una creciente influencia del Islam están vulnerando los valores franceses de secularismo, vida común", agregó.

La controversia por las oraciones en la calle se ha traducido en una creciente confianza dentro del Frente Nacional, unos 15 meses antes de una elección presidencial que es probable que vea una batalla de votos entre la extrema derecha y el partido de centroderecha UMP de Sarkozy.

Fundador del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, ha dicho que espera que el partido supere su resultado en las urnas de 2002, cuando se impuso sobre un candidato socialista dominante en la primera ronda, pero luego perdió ante Jacques Chirac.

"Estos temores se centran en su mayoría en símbolos: los minaretes en Suiza, el niqab (velo que cubre todo el rostro) en Francia, incluso el menú rápido halal", dijo Dabi, refiriéndose a una cadena de comida que recientemente abrió una serie de restaurantes que sólo venden halal en Francia y Bélgica. "La extrema derecha está usando estos temores", señaló.

Los comentarios de Le Pen parecen estar arraigándose. Un sondeo publicado por TNS Sofres esta semana, reveló que el apoyo a las ideas del Frente Nacional ha aumentado un 12 por ciento durante el año pasado.

MEZQUITOFOBIA

De vuelta en el camino del mercado, las oraciones del viernes acaban tan rápido como comienzan, con cientos de devotos recogiendo sus alfombras y volviendo a trabajar.

Muchos dijeron a Reuters que si tuvieran la opción, evitarían el frío y la lluvia y orarían bajo techo. El problema es que su almacén convertido en un sitio de oraciones, una mezquita no oficial llamada al Fath, es muy pequeña para alojarlos a todos.

"Es frío y sucio. ¿Cree que estaríamos rezando aquí si tuviéramos otra opción? Todo el vecindario viene y reza en la calle porque no hay suficiente espacio adentro, eso es todo", dijo Mohammed Delmi, de 62 años.

Estas escenas son replicadas en una decena de sitios en Francia donde los devotos se arrodillan afuera de salas de oración que están demasiado llenas, según un reporte del periódico de centroizquierda Liberation.

"Simplemente no hay suficientes", dijo Hakim El Karoui, jefe del Instituto de Cultura Islámica, que aconseja a la Ciudad de París sobre temas de fe. "No es de extrañar que haya los desborden", agregó.

El problema ha crecido junto con la población musulmana del país, que el Consejo Francés de Fe Islámica estima en entre 5 y 7 millones, o un 8 por ciento de la población, una comunidad más grande que en cualquier otra nación europea.

Aquellos a favor de construir nuevas mezquitas dijeron que enfrentaban dos grandes dificultades, comenzando con los recursos: las mezquitas en Francia deben ser financiadas de manera privada debido a restricciones sobre el uso del dinero público para propósitos religiosos.

El segundo y más complejo problema es el público, que se ha vuelto cada vez más intolerante a símbolos islámicos. La investigación de la encuestadora IFOP muestra que el apoyo a construir la mezquitas cayó a un 20 por ciento en 2009, desde un 31 por ciento en el 2000.

"Estamos andando con cuidado aquí", dijo Moussa Niambele, jefe de un grupo que busca nuevos espacios para orar cerca de la mezquita al Fath. "Está el problema de los minaretes en Suiza y no quieren importar esos problemas a Francia", afirmó.

En París, donde la población musulmana es más densa que en otros sitios en Francia, sólo hay una mezquita oficial, La Grande Mosquee de Paris, ubicada junto a un parque en el elegante Margen Izquierda, lejos de los barrios inmigrantes.

El Karoui dijo que el problema se había vuelto más grave desde que el cierre de una gran mezquita en el norte de París hace dos año obligó a más musulmanes a rezar en garages convertidos o en terrenos desocupados.

A un proyecto para construir dos nuevos espacios de oración que se llamarían centros "culturales" y de "fe" le falta 5,9 millones de fondos privados y la construcción no comenzaría antes del 2012.

Los devotos eran escépticos sobre el momento elegido para iniciar la controversia.
"Ya saben, hemos estado orando en esta calle por años, mucho antes de que Marine Le Pen hiciera sus comentarios", dijo un hombre.
"No voy a botar mi impermeable todavía", afirmó.

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1 comentario:

Unknown dijo...

Que asco de moros habría que deportarlos a todos o exterminarlos como hizo hitler con los judíos