musulmanes en galicia Ayunar hasta que caiga el sol

Arteixo,(A Coruña),6/9/2009,lavozdegalicia.es María Cedrón.

El ramadán concentra en la mezquita de Arteixo a un gran número de musulmanes afincados en la comunidad gallega.Autor de la imagen: | MANUEL MARRAS

Unas 5.000 personas celebran el ramadán estos días en Galicia. Dos vecinos de Arteixo, donde se encuentra la mayor colectividad musulmana, lo cuentan

Para Abel y Khalifa, Dios es único. Creen en él, en todos los profetas desde Adán, el primero, hasta el último, Mohamed (Mahoma), en el juicio final y en la vida tras la muerte. Ese es el primero de los cinco pilares del islam. El segundo es la oración. El tercero el zakat, la limosna, que obliga a las rentas altas a otorgar a los pobres el 2,5% de los beneficios obtenidos. El cuarto es el ayuno, el ramadán. «No comer, no beber, no fumar, no besar, no tener relaciones sexuales, desde el alba hasta la puesta del sol», explica Khalifa. Queda el quinto, reservado a los musulmanes que tienen medios para cumplirlo. Es la peregrinación a La Meca.

El viernes, después de la cuarta oración, la de las 21.10, Khalifa y Abel hicieron su iftar, la ruptura del ayuno que realizan tras la caída del sol durante el mes de ramadán. La luna llena comenzaba ya a iluminar el cielo de Galicia, marcando el ecuador del noveno mes lunar del 2009. Porque es en el momento en el que ese satélite de la Tierra aparece en cuarto creciente por novena vez en el año cuando Abel y Khalifa inician su ayuno. Lo hacen cada año, igual que el resto de los en torno a 300 musulmanes practicantes que hay en el concello coruñés de Arteixo. Es ahí donde se concentra la mayor comunidad islámica de Galicia, en cuyo conjunto hay unos 5.000. «Los meses lunares tienen 29 o 30 días. Es distinto que los meses del calendario cristiano, que varían entre los 30 y los 31», explica Khalifa. El ramadán se adelanta entonces entre trece y catorce días en relación a la fecha con la que se inició un año antes. Khalifa es ya un gallego. Llegó hace 17 años a este concello ubicado al norte de Galicia. Pero conserva las costumbres de su país, Marruecos. En los últimos años fueron muchos los compatriotas que colocaron aquí los pilares para levantar un nuevo tejado a su horizonte. Llegaron a cuentagotas. Por amigos, por conocidos, por algún familiar. «La emigración funciona con esa fórmula, como en todas partes, como han hecho ustedes», explica. La combinación de todos esos elementos fue la que llevó a Abel hasta Arteixo. Llegó hace poco, tres años ya. Vino del centro, justo de un lugar llamado Beni Mellal. «Realmente todavía no me veo como un gallego porque he llegado hace tres años», cuenta en un perfecto español. Pero ese tiempo es suficiente para haberse integrado ya en Galicia y en participar de lleno en las actividades que organiza la comunidad instalada en el concello coruñés. Porque orar en la mezquita une.

El «iftar»

Uno y otro son fieles a la tradición de romper el ayuno con una sopa ligera, el harira. Carne, tomates y legumbres conforman la base de una receta que les aporta el valor nutricional que precisan. «La sopa ligera es el alimento propio del ramadán en Marruecos, pero cada Estado tiene unos platos», comenta Khalifa.

No quiere obviar que en Argel toman otra cosa, que, a la hora de comer, cada Estado es un mundo. En un lateral de la mezquita hay dos grandes cestas. Una está llena de dátiles todavía sujetos a una rama. En la otra hay pequeños pasteles confeccionados con miel y harina, protegidos con un plástico. Tienen gusto a canela. El nombre es shabakia . Valen para acompañar la sopa. «Son buenos para romper el ayuno. Igual que los dátiles, tres o cuatro. Porque el estómago tiene que, poco a poco, despertar después de haber estado todo el día parado», apuntan. Pero cualquier alimento ligero está bien.

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