Getxo (Vizcaya),06/09/2009,Deia.com,Jon Mujika.
Abdoulaye asume con una sonrisa preparar un plato que no podrá probar hasta la noche. Foto: Juan Lazkano
Abdoulaye Ndiaye vicepresidente de la unión senegalesa de bizkaia 'teranga'
Inmerso en el mes con mayúsculas para la religión musulmana que profesa, el Ramadán, Abdoulaye Ndiaye no desfallece en la labor solidaria que alterna con su trabajo en la fundición. Casi se diría que le asiste la razón cuando asegura que "el ayuno fortalece..."
getxo. La conversación transcurre a los pies de un puchero donde prepara el plato nacional de Senegal, el Txiebu Dieun. No podrá saborearlo hasta el anochecer, cuando su religión le permita coger fuerzas que le sostengan en un nuevo día.
¿Hay hambre o sed?
¿Cómo dice?
El Ramadán.
¡Ah, sí! Le sorprenderá pero muchos días llega la noche y nisiquiera bebo agua. Se te olvida que estás en ayunas y, pasados los primeros días, mantienes tu ritmo de vida.
Un sector de la población occidental considera este mes como una extravagancia... ¿Le ofende?
No. Pero creo que cualquier religión enriquece, es parte de las raíces de los pueblos. Me apena la crítica que nace de la ignorancia.
Explíquemoslo.
El Ramadán es un momento íntimo que se hace como reconocimiento de que tu dios es algo único, especial. Dedicas un tiempo de tu vida a rezar el Corán y ayuda a la gente en lo espiritual y en lo físico.
¿Cura el reuma?
Ja, ja, ja. He conocido a gente enferma que ha comenzado el Ramadán y al tercer o cuarto día su salud había mejorado. Quizás lo que comía o cómo lo comía le hacía daño o tal vez le sirva la tranquilidad que uno alcanza.
Sin pan ni agua... ¿No es demasiado sacrificio?
No lo vivimos como un castigo sino como un homenaje. Si fuese un camino doloroso nadie haría Ramadán seis meses al año.
¿Cómo dice?
Hay musulmanes que se pasan media vida en rezos. Cada uno vive la religión a su manera.
¿Entienden los vascos este ritual?
Sí, son bastante abiertos y respetuosos, tanto como yo ante un crucifijo. Yo siempre he defendido la ventaja de que unos aprendamos de los otros.
No es fácil, en una sociedad individualista... ¿No será usted un utópico, verdad?
No, ja, ja. Creo que no. He vivido demasiado de cerca la soledad y el desarraigo y sé de lo que hablo.
Entonces, la solución pasa por...
Que se conociera mejor mi país, que supieran cómo somos y cómo es nuestra cultura. Desde que estoy en el País Vasco, he conocido a muchas personas de distintos sitios y siento que me he enriquecido. Cuando conversas con alguien diferente, coges algo de esa persona y ella se queda con algo de ti. Pero si no conoces a la gente, no puedes hacer nada por ella.
Ahora también está complicado con el asunto de la crisis... ¿Recomienda a sus compatriotas que regresen a Senegal?
Quiero levantar la imagen de África y eso se hace mejor desde allí. Hay que aprender fuera para invertir en tu tierra.
Me refiero a si notan los estragos de los malos tiempos.
Claro que sí. En Euskadi existe la renta básica y eso es esencial, pero muchos compatriotas sienten ya la presión de no poder trabajar. Algunos ya han comenzado a regresar.
Acusan a muchos de los suyos de mantener a flote el 'top manta'...
Un musulmán no quiere robar. Muchos optan por la venta ambulante y se encuentran con que son mirados como delincuentes, sobre todo ahora, cuando los tiempos son duros para todos. La crisis ya ha devuelto a algunos compatriotas a África.
¿Que le aconseja a quienes, sin embargo, se empeñan en venir?
El dominio del idioma lo es todo. Si no puedes leer o escribir, tampoco puedes comprender tu entorno, relacionarte con los demás o empezar a trabajar.
¡Llegan desesperados y les pone a estudiar!
Ja, ja, ja. En serio, es uno de los mejores remedios para hacer frente al desarraigo y la soledad.
¿Vienen para aprender?
Y muchos para olvidar. Hay situaciones allí que escalofrían...
¿Qué le sorprendió en sus primeros días aquí?
Todo un mundo nuevo. La tecnología, la calidad de vida, el acceso a cosas que allí resultan casi un tesoro... Pero, por encima de todo, la facilidad de la supervivencia en comparación con África.
¿Ha ido alguna vez a San Mamés?
¿Cómo?
Pregunto si tienen tiempo para las distracciones...
Claro, claro. Nadie puede vivir en la angustia permanente. Volver a reír es volver a empezar.
El protagonista
carné de identidad
· Edad. Nací el 5 de abril de 1978, luego tengo 31 años largos y muy vividos.
· Lugar de nacimiento. Pire Goureye (Senegal).
· Trayectoria profesional. En su país estudiaba Derecho y en el País Vasco trabaja en una empresa de fumigación, tras haber vivido los tres primeros años en Asturias. En la actualidad es el vicepresidente de la Unión Senegalesa de Bizkaia, 'Teranga' y el principal encargado de dar acogida a los senegales que llegan a Bizkaia por primera vez. "Siempre les repito lo mismo: tienen que aprender el idioma".
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
Abdoulaye asume con una sonrisa preparar un plato que no podrá probar hasta la noche. Foto: Juan LazkanoAbdoulaye Ndiaye vicepresidente de la unión senegalesa de bizkaia 'teranga'
Inmerso en el mes con mayúsculas para la religión musulmana que profesa, el Ramadán, Abdoulaye Ndiaye no desfallece en la labor solidaria que alterna con su trabajo en la fundición. Casi se diría que le asiste la razón cuando asegura que "el ayuno fortalece..."
getxo. La conversación transcurre a los pies de un puchero donde prepara el plato nacional de Senegal, el Txiebu Dieun. No podrá saborearlo hasta el anochecer, cuando su religión le permita coger fuerzas que le sostengan en un nuevo día.
¿Hay hambre o sed?
¿Cómo dice?
El Ramadán.
¡Ah, sí! Le sorprenderá pero muchos días llega la noche y nisiquiera bebo agua. Se te olvida que estás en ayunas y, pasados los primeros días, mantienes tu ritmo de vida.
Un sector de la población occidental considera este mes como una extravagancia... ¿Le ofende?
No. Pero creo que cualquier religión enriquece, es parte de las raíces de los pueblos. Me apena la crítica que nace de la ignorancia.
Explíquemoslo.
El Ramadán es un momento íntimo que se hace como reconocimiento de que tu dios es algo único, especial. Dedicas un tiempo de tu vida a rezar el Corán y ayuda a la gente en lo espiritual y en lo físico.
¿Cura el reuma?
Ja, ja, ja. He conocido a gente enferma que ha comenzado el Ramadán y al tercer o cuarto día su salud había mejorado. Quizás lo que comía o cómo lo comía le hacía daño o tal vez le sirva la tranquilidad que uno alcanza.
Sin pan ni agua... ¿No es demasiado sacrificio?
No lo vivimos como un castigo sino como un homenaje. Si fuese un camino doloroso nadie haría Ramadán seis meses al año.
¿Cómo dice?
Hay musulmanes que se pasan media vida en rezos. Cada uno vive la religión a su manera.
¿Entienden los vascos este ritual?
Sí, son bastante abiertos y respetuosos, tanto como yo ante un crucifijo. Yo siempre he defendido la ventaja de que unos aprendamos de los otros.
No es fácil, en una sociedad individualista... ¿No será usted un utópico, verdad?
No, ja, ja. Creo que no. He vivido demasiado de cerca la soledad y el desarraigo y sé de lo que hablo.
Entonces, la solución pasa por...
Que se conociera mejor mi país, que supieran cómo somos y cómo es nuestra cultura. Desde que estoy en el País Vasco, he conocido a muchas personas de distintos sitios y siento que me he enriquecido. Cuando conversas con alguien diferente, coges algo de esa persona y ella se queda con algo de ti. Pero si no conoces a la gente, no puedes hacer nada por ella.
Ahora también está complicado con el asunto de la crisis... ¿Recomienda a sus compatriotas que regresen a Senegal?
Quiero levantar la imagen de África y eso se hace mejor desde allí. Hay que aprender fuera para invertir en tu tierra.
Me refiero a si notan los estragos de los malos tiempos.
Claro que sí. En Euskadi existe la renta básica y eso es esencial, pero muchos compatriotas sienten ya la presión de no poder trabajar. Algunos ya han comenzado a regresar.
Acusan a muchos de los suyos de mantener a flote el 'top manta'...
Un musulmán no quiere robar. Muchos optan por la venta ambulante y se encuentran con que son mirados como delincuentes, sobre todo ahora, cuando los tiempos son duros para todos. La crisis ya ha devuelto a algunos compatriotas a África.
¿Que le aconseja a quienes, sin embargo, se empeñan en venir?
El dominio del idioma lo es todo. Si no puedes leer o escribir, tampoco puedes comprender tu entorno, relacionarte con los demás o empezar a trabajar.
¡Llegan desesperados y les pone a estudiar!
Ja, ja, ja. En serio, es uno de los mejores remedios para hacer frente al desarraigo y la soledad.
¿Vienen para aprender?
Y muchos para olvidar. Hay situaciones allí que escalofrían...
¿Qué le sorprendió en sus primeros días aquí?
Todo un mundo nuevo. La tecnología, la calidad de vida, el acceso a cosas que allí resultan casi un tesoro... Pero, por encima de todo, la facilidad de la supervivencia en comparación con África.
¿Ha ido alguna vez a San Mamés?
¿Cómo?
Pregunto si tienen tiempo para las distracciones...
Claro, claro. Nadie puede vivir en la angustia permanente. Volver a reír es volver a empezar.
El protagonista
carné de identidad
· Edad. Nací el 5 de abril de 1978, luego tengo 31 años largos y muy vividos.
· Lugar de nacimiento. Pire Goureye (Senegal).
· Trayectoria profesional. En su país estudiaba Derecho y en el País Vasco trabaja en una empresa de fumigación, tras haber vivido los tres primeros años en Asturias. En la actualidad es el vicepresidente de la Unión Senegalesa de Bizkaia, 'Teranga' y el principal encargado de dar acogida a los senegales que llegan a Bizkaia por primera vez. "Siempre les repito lo mismo: tienen que aprender el idioma".
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