Más de un centenar de fieles rezan en la mezquita de Sagunto y otros 30 acuden al comedor del Centro Islámico para desayunar
SAGUNTO,25.09.08,lasprovincias.es,M. AUCEJO.-
Musulmanes de Sagunto desayunan en el comedor del Centro Islámico la Paz, ubicado en el núcleo de Puerto Sagunto.
Cada vez son más los fieles que se acercan hasta el Centro Islámico Mezquita La Paz en el núcleo de Puerto de Sagunto. Todas las noches se contabilizan más de un centenar de personas para rezar en el mes del Ramadán.
Un periodo de ayuno que este año ha caído en septiembre. Una fecha que hace más difícil la abstinencia de líquidos y sólidos ya que los días son más largos por lo que aumenta la cantidad de horas sin ingerir ningún tipo de alimento.
"Cuando el Ramadán coincide en verano es más dificultoso. Los días son más largos y además hace más calor y entra más sed", apuntó uno de los miembros de este centro, Khalis Ayar.
Prueba de ello es que el ayuno en invierno es de 10 a 11 horas mientras que en verano se extiende hasta 16 o 17 horas de abstinencia. Este año, la celebración no ha sido ajena a la crisis económica. Y es que el comedor en el que se reúnen distintas personas a tomar el desayuno ha duplicado su número y ya alcanza los 30 creyentes.
Limosna
En este encuentro se concentran tanto gente con pocos recursos como personas que viven solas o simplemente desean compartir esta comida con otros compañeros. Además del aumento significativo de usuarios en el comedor se calcula mayor número de gente necesitada que podrá recibir la limosna que tradicionalmente se reparte en esta celebración, conocida como Al Zakat de Ramadán, que tradicionalmente se recoge los tres últimos días de la festividad.
"Prevemos más necesitados por la crisis. Normalmente las familias colaboran con cinco euros por cada miembro. Incluso la gente necesitada tiene que aportar dinero aunque luego reciba más cantidad", declaró Ayar.
Los miembros de la asociación se encargan de registrar a todas aquellas personas desfavorecidas que puedan recibir estas ayudas.
Una de las dificultades con las que se encuentran los fieles es poder compaginar su horario laboral con esta celebración religiosa. El problema recae en que los creyentes pasan muchas horas sin ingerir alimento y necesitan cumplir con el horario de comida cuando anochece y antes que amanezca.
"En los países árabes sólo se trabaja seis horas diarias en el mes de Ramadán. Mientras que aquí seguimos haciendo nuestra jornada normal. Nos sentimos incomprendidos ya que en la mayoría de los casos los empresarios no permiten salir antes a los empleados musulmanes", afirmó Ayar.
Y es que la puesta de sol, tiempo a partir del cual los fieles pueden tomar alimento, se va acortando de uno a dos minutos cada día. Esto quiere decir que si la primera jornada anochece a las 20.32 horas, el último día de Ramadán, el sol se pone a las 19.45 horas.
Un horario cambiante que, en algunas ocasiones, el empresario "no comprende", afirmó Ayar.
Sin embargo, existe una ley que ampara el derecho de los trabajadores musulmanes a concluir la jornada laboral una hora antes de la puesta de sol durante el mes de ayuno. Concretamente, se trata del artículo 12 de la Ley que regula el acuerdo entre el Estado y la Comisión Islámica de España, que data de 1992.
Convenio con el empresario
No obstante, siempre tiene que haber un acuerdo previo con el empresario. Además el trabajador puede recuperar las horas otro día.
Pero esta celebración no sólo se traduce en un sacrificio físico y mental. La aportación personal de esta experiencia es "muy importante", afirmó Ayar.
Y es que de esta forma, "el rico siente lo que vive el pobre por lo menos durante una parte del día. Además, durante esta época, la mayoría de los musulmanes pudientes dan limosna diariamente o semanalmente", declaró Ayar.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
SAGUNTO,25.09.08,lasprovincias.es,M. AUCEJO.-
Musulmanes de Sagunto desayunan en el comedor del Centro Islámico la Paz, ubicado en el núcleo de Puerto Sagunto.
Cada vez son más los fieles que se acercan hasta el Centro Islámico Mezquita La Paz en el núcleo de Puerto de Sagunto. Todas las noches se contabilizan más de un centenar de personas para rezar en el mes del Ramadán.
Un periodo de ayuno que este año ha caído en septiembre. Una fecha que hace más difícil la abstinencia de líquidos y sólidos ya que los días son más largos por lo que aumenta la cantidad de horas sin ingerir ningún tipo de alimento.
"Cuando el Ramadán coincide en verano es más dificultoso. Los días son más largos y además hace más calor y entra más sed", apuntó uno de los miembros de este centro, Khalis Ayar.
Prueba de ello es que el ayuno en invierno es de 10 a 11 horas mientras que en verano se extiende hasta 16 o 17 horas de abstinencia. Este año, la celebración no ha sido ajena a la crisis económica. Y es que el comedor en el que se reúnen distintas personas a tomar el desayuno ha duplicado su número y ya alcanza los 30 creyentes.
Limosna
En este encuentro se concentran tanto gente con pocos recursos como personas que viven solas o simplemente desean compartir esta comida con otros compañeros. Además del aumento significativo de usuarios en el comedor se calcula mayor número de gente necesitada que podrá recibir la limosna que tradicionalmente se reparte en esta celebración, conocida como Al Zakat de Ramadán, que tradicionalmente se recoge los tres últimos días de la festividad.
"Prevemos más necesitados por la crisis. Normalmente las familias colaboran con cinco euros por cada miembro. Incluso la gente necesitada tiene que aportar dinero aunque luego reciba más cantidad", declaró Ayar.
Los miembros de la asociación se encargan de registrar a todas aquellas personas desfavorecidas que puedan recibir estas ayudas.
Una de las dificultades con las que se encuentran los fieles es poder compaginar su horario laboral con esta celebración religiosa. El problema recae en que los creyentes pasan muchas horas sin ingerir alimento y necesitan cumplir con el horario de comida cuando anochece y antes que amanezca.
"En los países árabes sólo se trabaja seis horas diarias en el mes de Ramadán. Mientras que aquí seguimos haciendo nuestra jornada normal. Nos sentimos incomprendidos ya que en la mayoría de los casos los empresarios no permiten salir antes a los empleados musulmanes", afirmó Ayar.
Y es que la puesta de sol, tiempo a partir del cual los fieles pueden tomar alimento, se va acortando de uno a dos minutos cada día. Esto quiere decir que si la primera jornada anochece a las 20.32 horas, el último día de Ramadán, el sol se pone a las 19.45 horas.
Un horario cambiante que, en algunas ocasiones, el empresario "no comprende", afirmó Ayar.
Sin embargo, existe una ley que ampara el derecho de los trabajadores musulmanes a concluir la jornada laboral una hora antes de la puesta de sol durante el mes de ayuno. Concretamente, se trata del artículo 12 de la Ley que regula el acuerdo entre el Estado y la Comisión Islámica de España, que data de 1992.
Convenio con el empresario
No obstante, siempre tiene que haber un acuerdo previo con el empresario. Además el trabajador puede recuperar las horas otro día.
Pero esta celebración no sólo se traduce en un sacrificio físico y mental. La aportación personal de esta experiencia es "muy importante", afirmó Ayar.
Y es que de esta forma, "el rico siente lo que vive el pobre por lo menos durante una parte del día. Además, durante esta época, la mayoría de los musulmanes pudientes dan limosna diariamente o semanalmente", declaró Ayar.
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