La Unión de Comunidades Islámicas ha acordado esta decisión para prevenir la expansión de la enfermedad en nuestra ciudad
La Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (Ucidce) y el Consejo Benéfico y Religioso Luna Blanca han acordado este domingo cerrar las 33 mezquitas de nuestra ciudad durante los próximos 15 días para prevenir la expansión del coronavirus en Ceuta, donde este domingo se confirmó el primer caso de esta enfermedad.
En un comunicado a los medios, ambas entidades, que agrupan al cien por cien de los templos islámicos operativos en Ceuta, han extendido esa medida a los Centros Culturales de esta confesión locales con el objetivo de “velar por el bienestar de los fieles y en general de toda la ciudad”.
El Comité de Grandes Sabios de la Comisión Islámica de España (CIE) ha instado a los musulmanes a “seguir las indicaciones de las autoridades competentes” y ha recordado que los textos de la Sharia contemplan que “quien teme contraer una enfermedad o contagiar a alguien puede dejar de asistir al rezo del viernes y a las oraciones en las mezquitas” y efectuarlas en su domicilio.
El imam Ahmed Liazid, el único que ha ejercido en las dos primeras de la ciudad, las de Muley El Mehdi y Sidi Embarek, ha respaldado en declaraciones a Europa Press la decisión de cerrar las mezquitas, donde según ha subrayado que los practicantes “aproximan su rostro al suelo” durante las plegarias en espacios cerrados y “muy concurridos” que “apenas se desinfectan”.
Hasta ahora la Consejería de Sanidad del Gobierno de Ceuta solamente había “recomendado” a los musulmanes que acudiesen a las mezquitas “llevar su propia alfombra de oración, realizar las abluciones en sus domicilios y no utilizar la sala colectiva, mantener una distancia superior a un metro con los demás fieles evitando el contacto físico y lavarse las manos con agua y jabón o gel desinfectante durante un minuto antes de entrar”.
En el ámbito católico, el Obispado de Cádiz y Ceuta ha “dispensado del precepto dominical” a todos los fieles y ha “rogado” a las personas que, por sus condiciones de salud, edad o contacto con población de riesgo, se consideren en un nivel de peligro más alto, “no asistir” a celebraciones y seguirlas “a través de los medios de comunicación”.
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