* La vida de los musulmanes en EEUU se complicó mucho tras el 11-S
* La mayoría de los latinos son antiguos practicantes del catolicismo
* Abrazaron el Islam por la pureza de la fe y la luz que les dio a sus vidas
A partir del 11 de septiembre de 2001, muchos musulmanes que vivían en Estados Unidos fueron blanco del resentimiento y odio que parte de los estadounidenses desarrollaron en contra de todo lo que tuviera que ver con esta religión.
Cuando eso ocurrió Eddy Censión Casado, ahora Yusuf, aún se consideraba cristiano y percibió ese atentado terrorista como un acto de cobardía. "Me hizo buscar más información acerca de la religión musulmana y me di cuenta de que el Islam va en contra de lo que hicieron esas personas. El Corán dice que si alguien mata a una persona es como si matara a la humanidad entera", afirma Yusuf, hijo de padres dominicanos, que durante esa época vivía en Boston.
"Otro versículo dice que en el Islam está prohibido matarse a sí mismo, por eso entendí rápidamente que lo hecho por esas personas no tenía nada que ver con ser musulmán. Igual rezo por ellos para que Dios los encamine por el camino correcto". Otros lo pasaron peor, incluso hay algunos como Kadijah Rivera que sufrieron agresiones verbales y físicas.
Rivera cuenta que después de los atentados su familia se alejo de ella y que esto le obligó a dar explicaciones acerca del Islám. "Yo vivía en Miami en esa época, la gente se portó horrible. Trabajaba en la oficina de la Fiscal General del estado. Cuando cogía el autobús me insultaban, me tiraban del velo, me escupían. Me decían que regresara a mi país. No se daban cuenta de que yo también hablaba español. Una vez un muchacho americano blanco me escupió", cuenta Khadija Rivera, que ahora reside en Tampa, y es hija de padre ecuatoriano y madre puertorriqueña.
"Por eso fui al show de Cristina (un programa de testimonios del canal Univisión). El abuso fue demasiado. Tiene que parar ahora, me dije. Cuando le pegan tanto al perro, el perro quiere morder, pero no quería morder, sino hablar", cuenta Rivera.
La imagen negativa de los musulmanes
"Mi padre estuvo preocupado primero por lo que pasó el 11 de septiembre, por la imagen negativa que le dieron unos perdidos que creen que son musulmanes. Esas pocas personas le dan mal nombre a nuestra religión. Mi padre, pensó que ese estigma podría ser un problema para mí especialmente por ser latino", dice Yusuf. "Los talibanes son unos maniáticos, y no tienen nada que ver con la religión. Dios es quien te juzga. Son locos, nadie está con ellos", opina Rivera.
Sin embargo, hay otros que tienen una opinión mucho más controvertida sobre el ataque del 11 de septiembre. El cubano Luis Pineda Medero no cree en la teoría de que los autores del ataque del 11-S fueron los musulmanes. "En todas sus declaraciones Bin Laden, no acepta que fue o que no fue. No se sabe quiénes fueron los que desviaron el avión. Creo que los ataques del 9/11 fue una acción para justificar los ataques de la guerra en Irak y Afganistán. No creo que el gobierno se haya atacado directamente, pero sí hay muchos intereses. Tenga en cuenta que una de las industrias que más produce en este país es la de las armas", afirma Pineda.
Pineda también cree que "los talibanes están estancados en la historia, no aceptan el mundo moderno de hoy. Ellos deben de reaccionar, pero esa es una manera de pensar que no se las puedes quitar en un año o dos". Hay otros que no sólo sufrieron discriminación de los ciudadanos comunes y corrientes, sino que fueron víctimas de la persecución de las autoridades estadounidenses en su pugna por capturar cualquier sospechoso de tener relaciones con grupos radicales islámicos.
Según cuenta Hajar Ibrahim, antes Djalma Flores, el FBI comenzó a perseguir a su esposo. "Me casé con él en la mezquita, no por lo civil porque estaba de ilegal. El FBI estaba detrás de un reportero árabe que él conocía. Y como no les dio información lo deportaron. Cuando regresé un día a mi casa vi como el FBI se lo llevaba esposado. Viajé a Argelia, su país, y me casé con él para traerlo. Inmigración me dijo que podía pedirlo después de cinco años, pero después de gastar mucho dinero le negaron la visa. No sé qué hacer. No puedo olvidarme de él", dice Ibrahim sollozando al otro lado de la la línea en Nueva York.
Pasado cristiano
Tanto Yusuf, como Khadija Rivera, Luis Pineda Medero y Hajar Ibrahim provienen de familias cristianas. De una u otra manera todos se decepcionaron del catolicismo y terminaron escogiendo al Islam como su nueva religión.
Si bien no hay cifras oficiales, se calcula que hay entre 70.000 y 200.000 latinos que practican la religión musulmana. Otros cálculos estimados más conservadores como el de la Sociedad Islámica de Norteamérica contabilizan 40.000 hispanos musulmanes. "Es una paz que no se puede explicar. Toda la vida he estado buscando esa paz y nunca la encontré. Abusaron de mí cuando era niña y en mi familia hubo incesto", afirma Hajar Ibrahim.
Algunos reniegan de la religión católica por malas experiencias, por una "doble moral" de las autoridades religiosas y de los fieles. Cuando le tocan el tema a Luis Pineda Medero no pierde la oportunidad de despotricar contra los cristianos. "Cuando era niño conocí a un cura de mi ciudad al que las jovencitas de sociedad venían a ver porque habían pecado. Se habían acostado con sus novios y ya no eran señoritas. Les decía que Dios las perdona, siempre y cuando le demuestren como fueron las cosas", cuenta Pineda sin el menor atisbo de burla.
Las religiones cristianas son ganancia para el pastor. De la noche a la mañana el pastor tenía una casa, coche último modelo, mejor ropa, queridas aparte de su mujer. Tenía otros hijos con otras mujeres. Por eso dije que no pertenecería a ninguna de esas religiones", agrega Pineda.
El grado de respeto del Islam
A otros lo que les atrajo fue el grado de respeto que existe en la religión musulmana. "Lo que me impresionó en la mezquita fue la sumisión de los adoradores. No vi sillas, ni mesas, la gente estaba sin zapatos, vi que las personas tenían que lavarse los pies antes de entrar. No sólo es limpieza física, sino también espiritual para acercarse a Dios".
La ceremonia de conversión al Islam puede durar unos cinco minutos y se necesitan dos testigos musulmanes. Yusuf se convirtió en una ceremonia en la mezquita de Miami Gardens, en una ceremonia breve. Se repite que "Alá es el único y todopoderoso, y Mahoma es su profeta" y desde ese instante uno se convierte en musulmán.
Un dato curioso es que las mujeres cristianas se convierten más al Islam que los hombres. "Las mujeres somos más abiertas de mente, somos más curiosas y más intuitivas. El hombre latino está contento con su trabajo, y no es muy curioso", dice Khadija Rivera, que fue a una escuela católica en su infancia.
La dignidad de la mujer
Rivera afirma que no sé convirtió porque se enamorase de un hombre msusulmán, sino porque partió de una búsqueda espiritual personal. "Estaba estudiando Psicología en Nueva York. Comencé a ir a cursos de Teología y empecé a abrir mi mente. Me di cuenta que había más formas de alabar a Dios. Comencé a leer muchos libros y me convertí en 1983", cuenta Rivera, que afirma que la mujer musulmana tiene una dignidad muy grande.
"Nadie entra en la casa de una mujer musulmana si no está el esposo. No es por los celos del esposo, si no por la religión. El musulmán sabe que es un pecado tan grande engañar a su esposa que ni lo va a intentar. Es un pecado contra su esposa, la familia, Alá y el Islam", dice Rivera.
"Mi padre, mis tíos, eran latinos. Y todos tenían su esposa y su amiguita. Mi primer esposo era ecuatoriano y tenía su amiguita", recuerda Rivera ahora con gracia. Ibrahim dice que la imagen de mujer sumisa que se ha creado de las musulmanas no es cierta. "No se camina detrás del esposo. Eso mentira. Si se da en algún lugar es por el extremismo. Hay hombres machistas dentro, eso es cierto, pero son estúpidos, y no están dentro de lo que dice el Corán", afirma tajantemente Ibrahim.
El velo
Sin embargo, hay algo en el Islam que muchos consideran machista que es la forma en se visten las mujeres. Khadiya Rivera defiende su forma de vestir que según ella está sustentada en el Corán. "La ropa no puede ser decadente. Nuestro vestido va conforme con la religión que nos cubre. Nos dejamos ver la cara y la manos. Las piernas no porque no es modesto. Nos vestimos igual que María. Si alguien usa minifalda y muestra sus piernas o otras partes no la considero menos que nosotros, pero me visto así porque es la manera en que vivo mi vida".
Otra crítica al supuesto machismo de la religión musulmana es la facultad del hombre de tener hasta cuatro mujeres. Según Yusuf la regla superior es que el musulmán debe estar casado con una sola mujer. La excepción es que se puede tener cuatro mujeres, pero hay requisitos como que uno no se puede casar con otra esposa si tu primera esposa no te da el permiso. "Cuando se dio ese permiso en el Corán era época de guerra y muchas mujeres habían quedado abandonadas con sus hijos y para que esas familias tuvieran un hogar se abrió esa posibilidad, para que uno pueda casarse con mujeres viudas con hijos para incorporarlos a la familia para que tengan casa y amor de familia. No significa que nos vamos a casar con la más jovencita", afirma Yusuf que tiene una esposa crisitana.
"El Corán dice que podemos casarnos con personas de otra religión mientras sea cristiana o judía. Aunque es preferible que ambos sean de la misma fe. Muchos eruditos musulmanes concuerdan en que va a haber menos discusiones", afirma Yusuf y agrega "para casarnos con una mujer esta deber ser modesta, con modales, moral e involucrada en su religión".
En el mundo hay aproximadamente mil millones de musulmanes. Según Yusuf, entre el 10% y 15% son árabes. El 85% son de diferentes lugares. "Una de las cosas más bellas es que no hacemos distinción entre cultura, raíces, raza. Lo que nos une es que Alá a es el único y verdadero". "Somos negros, blancos, rojos y amarillos. Somos iguales ante los ojos de Alá", dice Rivera.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
* La mayoría de los latinos son antiguos practicantes del catolicismo
* Abrazaron el Islam por la pureza de la fe y la luz que les dio a sus vidas
A partir del 11 de septiembre de 2001, muchos musulmanes que vivían en Estados Unidos fueron blanco del resentimiento y odio que parte de los estadounidenses desarrollaron en contra de todo lo que tuviera que ver con esta religión.
Cuando eso ocurrió Eddy Censión Casado, ahora Yusuf, aún se consideraba cristiano y percibió ese atentado terrorista como un acto de cobardía. "Me hizo buscar más información acerca de la religión musulmana y me di cuenta de que el Islam va en contra de lo que hicieron esas personas. El Corán dice que si alguien mata a una persona es como si matara a la humanidad entera", afirma Yusuf, hijo de padres dominicanos, que durante esa época vivía en Boston.
"Otro versículo dice que en el Islam está prohibido matarse a sí mismo, por eso entendí rápidamente que lo hecho por esas personas no tenía nada que ver con ser musulmán. Igual rezo por ellos para que Dios los encamine por el camino correcto". Otros lo pasaron peor, incluso hay algunos como Kadijah Rivera que sufrieron agresiones verbales y físicas.
Rivera cuenta que después de los atentados su familia se alejo de ella y que esto le obligó a dar explicaciones acerca del Islám. "Yo vivía en Miami en esa época, la gente se portó horrible. Trabajaba en la oficina de la Fiscal General del estado. Cuando cogía el autobús me insultaban, me tiraban del velo, me escupían. Me decían que regresara a mi país. No se daban cuenta de que yo también hablaba español. Una vez un muchacho americano blanco me escupió", cuenta Khadija Rivera, que ahora reside en Tampa, y es hija de padre ecuatoriano y madre puertorriqueña.
"Por eso fui al show de Cristina (un programa de testimonios del canal Univisión). El abuso fue demasiado. Tiene que parar ahora, me dije. Cuando le pegan tanto al perro, el perro quiere morder, pero no quería morder, sino hablar", cuenta Rivera.
La imagen negativa de los musulmanes
"Mi padre estuvo preocupado primero por lo que pasó el 11 de septiembre, por la imagen negativa que le dieron unos perdidos que creen que son musulmanes. Esas pocas personas le dan mal nombre a nuestra religión. Mi padre, pensó que ese estigma podría ser un problema para mí especialmente por ser latino", dice Yusuf. "Los talibanes son unos maniáticos, y no tienen nada que ver con la religión. Dios es quien te juzga. Son locos, nadie está con ellos", opina Rivera.
Sin embargo, hay otros que tienen una opinión mucho más controvertida sobre el ataque del 11 de septiembre. El cubano Luis Pineda Medero no cree en la teoría de que los autores del ataque del 11-S fueron los musulmanes. "En todas sus declaraciones Bin Laden, no acepta que fue o que no fue. No se sabe quiénes fueron los que desviaron el avión. Creo que los ataques del 9/11 fue una acción para justificar los ataques de la guerra en Irak y Afganistán. No creo que el gobierno se haya atacado directamente, pero sí hay muchos intereses. Tenga en cuenta que una de las industrias que más produce en este país es la de las armas", afirma Pineda.
Pineda también cree que "los talibanes están estancados en la historia, no aceptan el mundo moderno de hoy. Ellos deben de reaccionar, pero esa es una manera de pensar que no se las puedes quitar en un año o dos". Hay otros que no sólo sufrieron discriminación de los ciudadanos comunes y corrientes, sino que fueron víctimas de la persecución de las autoridades estadounidenses en su pugna por capturar cualquier sospechoso de tener relaciones con grupos radicales islámicos.
Según cuenta Hajar Ibrahim, antes Djalma Flores, el FBI comenzó a perseguir a su esposo. "Me casé con él en la mezquita, no por lo civil porque estaba de ilegal. El FBI estaba detrás de un reportero árabe que él conocía. Y como no les dio información lo deportaron. Cuando regresé un día a mi casa vi como el FBI se lo llevaba esposado. Viajé a Argelia, su país, y me casé con él para traerlo. Inmigración me dijo que podía pedirlo después de cinco años, pero después de gastar mucho dinero le negaron la visa. No sé qué hacer. No puedo olvidarme de él", dice Ibrahim sollozando al otro lado de la la línea en Nueva York.
Pasado cristiano
Tanto Yusuf, como Khadija Rivera, Luis Pineda Medero y Hajar Ibrahim provienen de familias cristianas. De una u otra manera todos se decepcionaron del catolicismo y terminaron escogiendo al Islam como su nueva religión.
Si bien no hay cifras oficiales, se calcula que hay entre 70.000 y 200.000 latinos que practican la religión musulmana. Otros cálculos estimados más conservadores como el de la Sociedad Islámica de Norteamérica contabilizan 40.000 hispanos musulmanes. "Es una paz que no se puede explicar. Toda la vida he estado buscando esa paz y nunca la encontré. Abusaron de mí cuando era niña y en mi familia hubo incesto", afirma Hajar Ibrahim.
Algunos reniegan de la religión católica por malas experiencias, por una "doble moral" de las autoridades religiosas y de los fieles. Cuando le tocan el tema a Luis Pineda Medero no pierde la oportunidad de despotricar contra los cristianos. "Cuando era niño conocí a un cura de mi ciudad al que las jovencitas de sociedad venían a ver porque habían pecado. Se habían acostado con sus novios y ya no eran señoritas. Les decía que Dios las perdona, siempre y cuando le demuestren como fueron las cosas", cuenta Pineda sin el menor atisbo de burla.
Las religiones cristianas son ganancia para el pastor. De la noche a la mañana el pastor tenía una casa, coche último modelo, mejor ropa, queridas aparte de su mujer. Tenía otros hijos con otras mujeres. Por eso dije que no pertenecería a ninguna de esas religiones", agrega Pineda.
El grado de respeto del Islam
A otros lo que les atrajo fue el grado de respeto que existe en la religión musulmana. "Lo que me impresionó en la mezquita fue la sumisión de los adoradores. No vi sillas, ni mesas, la gente estaba sin zapatos, vi que las personas tenían que lavarse los pies antes de entrar. No sólo es limpieza física, sino también espiritual para acercarse a Dios".
La ceremonia de conversión al Islam puede durar unos cinco minutos y se necesitan dos testigos musulmanes. Yusuf se convirtió en una ceremonia en la mezquita de Miami Gardens, en una ceremonia breve. Se repite que "Alá es el único y todopoderoso, y Mahoma es su profeta" y desde ese instante uno se convierte en musulmán.
Un dato curioso es que las mujeres cristianas se convierten más al Islam que los hombres. "Las mujeres somos más abiertas de mente, somos más curiosas y más intuitivas. El hombre latino está contento con su trabajo, y no es muy curioso", dice Khadija Rivera, que fue a una escuela católica en su infancia.
La dignidad de la mujer
Rivera afirma que no sé convirtió porque se enamorase de un hombre msusulmán, sino porque partió de una búsqueda espiritual personal. "Estaba estudiando Psicología en Nueva York. Comencé a ir a cursos de Teología y empecé a abrir mi mente. Me di cuenta que había más formas de alabar a Dios. Comencé a leer muchos libros y me convertí en 1983", cuenta Rivera, que afirma que la mujer musulmana tiene una dignidad muy grande.
"Nadie entra en la casa de una mujer musulmana si no está el esposo. No es por los celos del esposo, si no por la religión. El musulmán sabe que es un pecado tan grande engañar a su esposa que ni lo va a intentar. Es un pecado contra su esposa, la familia, Alá y el Islam", dice Rivera.
"Mi padre, mis tíos, eran latinos. Y todos tenían su esposa y su amiguita. Mi primer esposo era ecuatoriano y tenía su amiguita", recuerda Rivera ahora con gracia. Ibrahim dice que la imagen de mujer sumisa que se ha creado de las musulmanas no es cierta. "No se camina detrás del esposo. Eso mentira. Si se da en algún lugar es por el extremismo. Hay hombres machistas dentro, eso es cierto, pero son estúpidos, y no están dentro de lo que dice el Corán", afirma tajantemente Ibrahim.
El velo
Sin embargo, hay algo en el Islam que muchos consideran machista que es la forma en se visten las mujeres. Khadiya Rivera defiende su forma de vestir que según ella está sustentada en el Corán. "La ropa no puede ser decadente. Nuestro vestido va conforme con la religión que nos cubre. Nos dejamos ver la cara y la manos. Las piernas no porque no es modesto. Nos vestimos igual que María. Si alguien usa minifalda y muestra sus piernas o otras partes no la considero menos que nosotros, pero me visto así porque es la manera en que vivo mi vida".
Otra crítica al supuesto machismo de la religión musulmana es la facultad del hombre de tener hasta cuatro mujeres. Según Yusuf la regla superior es que el musulmán debe estar casado con una sola mujer. La excepción es que se puede tener cuatro mujeres, pero hay requisitos como que uno no se puede casar con otra esposa si tu primera esposa no te da el permiso. "Cuando se dio ese permiso en el Corán era época de guerra y muchas mujeres habían quedado abandonadas con sus hijos y para que esas familias tuvieran un hogar se abrió esa posibilidad, para que uno pueda casarse con mujeres viudas con hijos para incorporarlos a la familia para que tengan casa y amor de familia. No significa que nos vamos a casar con la más jovencita", afirma Yusuf que tiene una esposa crisitana.
"El Corán dice que podemos casarnos con personas de otra religión mientras sea cristiana o judía. Aunque es preferible que ambos sean de la misma fe. Muchos eruditos musulmanes concuerdan en que va a haber menos discusiones", afirma Yusuf y agrega "para casarnos con una mujer esta deber ser modesta, con modales, moral e involucrada en su religión".
En el mundo hay aproximadamente mil millones de musulmanes. Según Yusuf, entre el 10% y 15% son árabes. El 85% son de diferentes lugares. "Una de las cosas más bellas es que no hacemos distinción entre cultura, raíces, raza. Lo que nos une es que Alá a es el único y verdadero". "Somos negros, blancos, rojos y amarillos. Somos iguales ante los ojos de Alá", dice Rivera.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario