PARÍS/BRUSELAS ,31/12/2015,(Reuters), Johnny Cotton y Philip Blenkinsop
Policías austríacos caminan por las calles del centro de Viena. 31 de diciembre de 2015. Sacudidos por un año de ataques, los europeos recibirán el viernes al 2016 de manera discreta, con soldados en las calles de París, una mayor presencia policial en la Puerta de Brandeburgo de Berlín y silencio en la enorme y vacía Plaza Roja de Moscú. REUTERS/Leonhard Foeger
Sacudidos por un año de ataques, los europeos recibirán el viernes al 2016 de manera discreta, con soldados en las calles de París, una mayor presencia policial en la Puerta de Brandeburgo de Berlín y silencio en la enorme y vacía Plaza Roja de Moscú.
Marcado por los letales ataques islamistas en París, el año se acerca a su cierre con las fuerzas de seguridad en alerta en muchas capitales y con las autoridades belgas anunciando una serie de arrestos relacionados al terrorismo.
Fiscales dijeron que la policía capturó en Bélgica a un décimo sospechoso vinculado a los ataques del 13 de noviembre en París, que dejaron 130 personas muertas y que fueron reivindicados por Estado Islámico.
Seis personas fueron detenidas durante allanamientos a casas en Bruselas en el marco de una investigación sobre una trama para ejecutar un ataque en la ciudad en la víspera del Año Nuevo. Otros dos fueron arrestados previamente esta semana, lo que llevó a las autoridades a suspender el tradicional espectáculo de fuegos artificiales del 31 de diciembre.
En Rusia, funcionarios dijeron que el cierre de la Plaza Roja fue para permitir la grabación de un concierto de Año Nuevo. La compañía de televisión involucrada, sin embargo, negó eso fuese así, lo que generó especulaciones sobre que la verdadera razón es el temor a un ataque.
Rusia comenzó a bombardear a blancos de rebeldes sirios el 30 de septiembre, apoyando al presidente Bashar al-Assad; un mes después, un avión ruso fue derribado en Egipto, provocando la muerte de 224 personas, en un ataque reivindicado por Estado Islámico.
Siete semanas después de los más recientes atentados y una semana antes del primer aniversario del ataque contra los caricaturistas y personal de la revista satírica Charlie Hebdo, París recibe al Año Nuevo en lo que la alcaldesa Anne Hidalgo describió como "una atmósfera de sobriedad y unidad".
La ciudad acortó el espectáculo de luces en el Arco del Triunfo a la medianoche y canceló un show de fuegos artificiales para reducir las multitudes.
En toda Europa, el año con la mayor cantidad de ataques de milicianos desde el 2004 ha acentuado el ánimo de preocupación e incertidumbre. La evidencia de que dos de los atacantes del 13 de noviembre ingresaron al continente encubiertos en medio de una ola de refugiados de Oriente Medio ha exacerbado a ansiedad generada por una crisis de inmigración y fortalecido a los partidos nacionalistas de derecha en el bloque.
En la Puerta de Brandeburgo en Berlín, los organizadores esperan que más de un millón de personas acudan a ver un espectáculo de fuegos artificiales a la medianoche. Unos 150 agentes de policía adicionales serán desplegados para vigilar el evento, dijo un portavoz de la policía, y nadie podrá llevar mochilas ni bolsos.
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