Varias decenas de casas y una mezquita han sido quemadas hoy en un nuevo brote de violencia entre budistas y musulmanes en el oeste de Birmania, escenario de una un conflicto étnico que ha causado cerca de 250 muertos y unos 120.000 refugiados desde 2012.
Los incidentes han ocurrido cuando el presidente del país, Thein Sein, visita el estado de Rakhine (oeste) para informarse de primera mano de la situación entre estas dos comunidades. El brote de violencia prendió en varias barriadas de la ciudad portuaria de Thandwe, en el sur de Rakhine, donde las autoridades han impuesto toque de queda por la noche.
Un agente de policía de esa localidad declaró al medio birmano Irrawaddy que entre 800 y 1.000 personas atacaron por la mañana una barriada musulmana e incendiaron numerosas casas.
Cuando llegaron las fuerzas de seguridad, hicieron varios disparos al aire y dispersaron a los agresores, según la fuente.
"Nos han dicho que 35 casas han sido quemadas en Thapyu Kyain. La violencia después saltó a otra barriada musulmana, Paukdaw. Se encuentra a dos millas (3,2 kilómetros) de la anterior", dijo Win Naing, representante de la Liga Nacional por la Democracia (LND), el principal partido opositor del país y que está dirigido por la nobel de la paz Aung San Suu Kyi.
Estos últimos altercados se producen en medio de la visita presidencial y después de que representantes de varias localidades de Rakhine solicitasen al Gobierno la creación de milicias populares.
Aunque el sentimiento antimusulmán o antihindú en Birmania es antiguo, esta última ola de violencia apareció en Rakhine en junio de 2012 con la violación y muerte de una joven budista a manos de tres musulmanes.
Desde entonces, la violencia se ha contagiado a otras partes del país y han muerto cerca de 250 personas, la mayoría de ellos miembros de la minoría musulmana rohingya.
La líder de la oposición birmana, Aung San Suu Kyi, advirtió del peligro que corre el progreso nacional por la violencia sectaria y la guerra con los ejércitos de las minorías étnicas, durante su intervención en un foro internacional en Singapur el pasado día 21.
"Si la gente teme que la maten, que le roben sus bienes o que le quemen la casa, no se les podrá persuadir para que se sienten y resuelvan sus diferencias", dijo la Nobel de la paz, quien pidió comprensión y que no se simplifique el conflicto para evitar condenar una comunidad u otra.
Birmania tiene cerca de 60 millones de habitantes, de los que el 89 por ciento son budistas, un 4 por ciento musulmanes y el resto de otras religiones. Las minorías étnicas del país son los shan, karen, rakhine, mon, kachin, chin y kayah, y representan más del 30 por ciento de la población.
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