Burriana ,23/10/2013,elperiodicomediterraneo.com,JAVIER MARTÍ
Los musulmanes se instalarán en una nave del polígono este mismo mes . Se traslada a las afueras para no generar molestias por las horas de culto
La comunidad musulmana de Burriana está ultimando los detalles para cambiar la ubicación de la mezquita que tiene en el municipio por quinta vez desde que se constituyó la primera, en el año 2000. Las anteriores mudanzas se debieron al crecimiento que venía experimentando el colectivo en la población, que ahora se estima en unas 3.000 personas, entre marroquíes, argelinos, paquistaníes y algún español.
Tras recorrer diversas zonas del casco urbano, como los alrededores del mercado ambulante, la parte trasera del centro de salud Burriana I o uno de los laterales del río Anna, han decidido instalarse en el polígono industrial de la carretera de Nules. Para ello, han adquirido una nave de unos 600 m2 en el exterior de la localidad y rodeada de otras naves industriales con lo que se evitarán “las quejas de los vecinos que protestaban en verano porque rezamos más tarde”, explicó el máximo responsable de la comunidad en Burriana, Ayad el Hadrati.
La comunidad musulmana incluso ha solicitado ya al Ayuntamiento el permiso de obras y esperan trasladarse al nuevo emplazamiento “este mismo mes”, para lo cual preparan una fiesta de inauguración en la que tienen la intención de invitar a las primeras autoridades municipales.
MÁS TRANQUILIDAD // Hadrati explicó que “en estos momentos el colectivo ya no está creciendo en número porque ya sabemos que con la crisis la gente se está yendo también, pero siempre queremos algo más cómodo y un lugar tranquilo”, añadiendo que “aquí no molestaremos a nadie”.
Con el cambio, “los vecinos estarán tranquilos, nosotros también y esperamos que todo el mundo estará más conforme”.
Mientras, ayer como el resto de días, al caer la tarde los acólitos fueron acudiendo a la avenida Juan Bautista Sanmartín, donde todavía mantiene abiertas las puertas la actual mezquita.
De este modo, el colectivo sigue con sus actividades, pero ha decidido mudarse con el fin de no generar molestias y evitar los problemas que pudieran surgir con el resto de residentes que no siguen la práctica de rezo según a qué determinadas horas.
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