Ceuta,16/10/2013,EUROPA PRESS
Los aproximadamente 40.000 ceutíes que profesan la religión musulmana, la mitad de la población de la ciudad autónoma, han sacrificado este miércoles a más de 5.000 cabezas de ganado, en su inmensa mayoría corderos, para cumplir con el rito de su Pascua Grande, Eid El Adha o Eid El Kebir, que la comunidad ha festejado el mismo día que en Marruecos, el Estado islámico más cercano, una jornada después que la España peninsular.
Alrededor de 2.500 personas, según Protección Civil, y más de 3.500, según la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (Ucidce), convocante de la oración más multitudinaria, han acudido a primera hora a dos explanadas al aire libre ubicadas en la periferia de la ciudad para participar en sendas 'Musal-la', los preceptivos rezos colectivos que solamente tienen lugar al final de Ramadán y por la Pascua del Sacrificio.
Después, los musulmanes se han dirigido a sus domicilios, la mayoría, o a alguna de las 16 carpas instaladas por la Administración local en diferentes barriadas para sacrificar animales y recordar así el momento en el que, según la tradición, Alá dispensó a Abraham de dar muerte a su hijo Ismael para probar su fe.
En declaraciones a los periodistas, el presidente de la Ucidce, Laarbi Maateis, ha deseado que la fiesta, que se prolongará durante tres días, sea una celebración "de paz, armonía y respeto". Previamente, el imam que ha dirigido el rezo organizado por esta federación, que agrupa al 90% de las entidades religiosas y culturales islámicas de la ciudad, ha subrayado en su sermón la necesidad de dar un "buen trato a la esposa, las hijas y las madres", de demostrar "buen comportamiento y obediencia a los progenitores" y de "convivir con todos los ceutíes sin tener en cuenta credo o raza".
Ante una ciudad semiparalizada después de que el festivo laboral señalado por la Asamblea ceutí por la Pascua musulmana fuese jornada no laborable ayer, Maateis ha dejado claro en respuesta a las críticas de la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE) que "es imposible garantizar con un año de antelación, como pide la legislación, que una fiesta como ésta que se rige por la visualización de la luna vaya a coincidir siempre con la previsión".
Por ello, Maateis ha abogado por forjar un "gran consenso político, social y laboral" para que este festivo laboral "que se conoce con diez días de antelación, cuando comienza el mes lunar", se pueda concretar entonces "y no doce meses antes".
Algunos colegios de la ciudad ubicados en la periferia no han recibido este miércoles "ni un alumno" y las naves ubicadas en los polígonos del Tarajal, uno de los pulmones económicos de la ciudad, han permanecido cerradas prácticamente en su totalidad, como la mayoría de los puestos de los mercados de abastos y muchos negocios propiedad de musulmanes. "Se acierte o no, los musulmanes vamos a celebrar dos o tres días porque así lo reconoce el Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comunidad Islámica", ha recordado Maateis.
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